Me, Myself And I (Cache)

Capitulo 58

Al día siguiente

Poche:  ¿Entonces? - preguntó una vez más con fastidio ante la indecisión de sus hermanos.- ¿Paintball? - preguntó mirándome divertida

Calle: ¡No! - Todos rieron con mi grito de terror - Mejor vamos a... - me calle y me miraron intrigados

Valentina: ¿A dónde? - Preguntó con ansias

Calle: Suban a cambiarse y después les digo - estaba por correr hacia las escaleras al igual que los niños pero Maria José me atrapo por la cintura.

Poche: No, No, No... -  Sonrió perversamente - A mí me dices a donde vamos ahora mismo, si no, no sabré hacia donde conduciré  - hacia cariños con su nariz en mi cuello y mejillas. 

Calle: No te preocupes...- le sonreí - Yo  conduciré - como pude me liberé de su  agarre y corrí hasta la mesa donde estaban  las llaves del auto. 

Poche: Te las quitaré de todas formas - dijo  engreídamente mientras yo le presumía las  laves agitándolas con mi mano derecha. 

Calle: No lo creo - le saque la vuelta y subía  los escalones a toda velocidad pero fue inútil  ya que antes de llegar a mi habitación me  atrapo acorralándome contra la puerta. 

Poche: Dámelas - sonrió victoriosa 

Calle: Gánatelas...- sonreí aún más  agrandada y triunfante que ella. Si quería  me quitaba las llaves fácilmente pero  elegiría ganárselas, nos convenía a ambas. 

Nuestros cuerpos se acoplaron tal y como  piezas de rompecabezas y sus manos se  posicionaron en mi cintura. Nuestros  pechos aún se contraían y expandían con  rapidez por la carrera de hace segundos. 
Comenzó a besar mi cuello, estos besos  prácticamente me quemaban por dentro,  hacían estallar mis hormonas, hacían que 
solo con el roce de sus labios mi cuerpo  se pusiera a temblar. Subí mis manos a su  cuello y la acaricie tan lentamente levanto  su mirada hacia mí y unió nuestros labios.

- Ya estamos listos - rápido gire la perilla y  me metí en la habitación. 

Poche: ¡Eres una tramposa! - grito girando  la perilla pero ya le había puesto seguro. Me  cambie a la velocidad de la luz y deje que se  hicieran las naturales ondas en mi cabello  ya que aún estaba húmedo por la ducha de  en la mañana. 

Minutos después...

Poche: Espero que no nos lleves a un salón  de belleza o un aburrido spa - dijo mirando  por la ventana del copiloto 

Calle: ¿Cómo adivinaste? - Pregunté con  excesiva emoción - Iremos a hacernos  manicure, pedicura, nos pondremos  mascarillas y... 

Poche: Aquí mismo me bajo - dijo abriendo  la puerta con el auto aun en movimiento 

Calle: ¡Estás loca! - le grité por abrir la  puerta en plena avenida y la cerro 

Poche: Tú estás loca si piensas que entrare a un lugar así - carcajeé

Calle: Era broma - rodo los ojos - Y aunque quisieras... No te dejarían entrar- rei - No sin antes llamar a seguridad y que te hagan pasar por un detector de metales - los pequeños se unieron a mi risa. Ella solo soltó un sarcástico "que graciosa" - Llegamos - les dije estacionándome frente a un gran edificio gris con detalles en blanco de dos pisos

Valentina: ¿Que es aquí? - volteé a ver a Maria José indignada ante la pregunta de Valentina

Calle: ¿Nunca los has traído? - pregunté en tono de reproche

Poche: ¿A una bodega? ¡Para qué!

Calle: No es una bodega - le reclame - Vengan - me baje del auto y me miraron desconfiados - ¿De verdad nunca habías venido? - le pregunté sorprendida.

Poche: No - contesto pasando su brazo por mi cintura apegándome a ella.

Entramos y un leve frio nos envolvió...Era una pista de patinaje sobre hielo.

Valentina:  ¡Wow! - Se emocionó al ver la enorme pista blanca - ¿Vamos a entrar? ¿Sí? ¡Anda Poche vamos! - tiraba de su brazo y Carlos se le unió

Calle: Hey hey hey - les llame y voltearon a verme atentos - Es más que claro que no vinimos a ver solamente - ambos corearon un "¡Sí!" caminamos hacia la taquilla para pagar las entradas y que nos dieran los patines.

Poche: Tres  - pidió y la mire entrecerrando
los ojos

Calle: Cuatro - corregi

Poche: Tres - repitió

Calle:  Cuatro - le sonrei al señor que comenzaba a fastidiarse

Poche:  Solo tres - me miró fijamente

Calle: Solo dos entonces - me di la media  vuelta molesta y escuche como maldecía en  un susurro 

Poche: Cuatro - dijo finalmente y una  sonrisa triúnfate apareció en mi rostro -  Eres una chiflada - susurro en mi oído  abrazándome. 

Calle: Lo sé - tomé su mano entrelazando  nuestros dedos para después caminar hacia  los niños que miraban a través del cristal a  las demás personas patinando. 

Fuimos hacia el mostrador y entregamos  los cuatro tickets, pusieron cuatro pares de  patines sobre este y cada quien tomo los  suyos. 

Una vez listos esperábamos en una banca  a que el tiempo de los que estaban en la  pista terminara. No había muchas personas  esperando, eran máximas algunas diez. Un  fuerte sonido semejante al de un silbato  indico que era hora de salir, después de esto  el zamboni alisó la pista. 

Poche: ¿Quieres que te ayude para que no te  caigas? - levante una de mis cejas y la mire retóricamente

Calle: ¿No querrás mejor que yo te ayude a ti? - le dije sonriente y carcajeo. Me di la media vuelta y me interne a la pista, si había algún deporte que me gustara era el patinaje. Me miro sorprendida ante la facilidad con la cual me desplazaba en el hielo.

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