Capitulo 35

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Finalmente Maria José acepto pero se negó a ir en mi auto así que tuvimos que ir en el suyo.

Llegamos a una heladería que los niños eligieron ya que tenía una enorme área de juegos.

Tenían cerca de veinte sabores, los cuales Maria José tuvo que mencionar al menos tres veces para que Carlos y Vale pudieran decidir, en especial Vale quien aún no sabía leer del todo bien.

Valentina: ¡Fresa! - dijo quien estaba en brazos de su hermana

Carlos: ¡Vainilla¡ - se unió

Poche:  Me hicieron repetir los sabores ¡tres veces! Para elegir lo mismo de siempre - les reclamó en juego y ambos rieron al igual que la cajera quien con una enorme y por supuesto estúpida sonrisa no dejaba de mirar a Maria José

Calle: Chocolate - dije de mala gana.

Como era de esperarse no me dejo pagar y no precisamente por educación, si no por su actitud de "No necesito nada de ti"

Calle: Yo los había invitado - le dije molesta sentándome en uno de los cómodos y llamativos sillones del colorido lugar. No me respondió nada, solo recargo sus codos en sus rodillas y cubrió su rostro. - ¿Porque me habías dicho que te "comenzaba" a agradar si no era cierto? - tome la cuchara para tomar un poco de helado y llevarlo a mi boca.

Poche: Yo no mentí - dijo volteando hacia mí - Me agradaba la Daniela de ese día.

Calle:  ¿La Daniela de ese día?- pregunté entre risas.

Poche:  Sí - se recargo en el sillón y recargo su brazo en el respaldo de este quedando  su brazo casi a la misma distancia que mi  hombro. - Despreocupada, sin maquillaje,  sin todos esos accesorios de sobra - rio 

Calle: Es lo mismo Maria José - le dije riendo  - Con vestido, en pantalón, en short, con  maquillaje o no, soy la misma. 

Poche: Claro que no - dijo serio - Nunca  eres la misma. - Aseguró -Eres una en  el campus, eres otra en tu casa, eres otra  conmigo, eres otra con Paula, eres otra con  Camila, eres otra con mis hermanos  - tenía razón. -  ¿Y sabes que es lo malo?

Calle: ¿Qué? - conteste intimidada 

Poche:  Que nadie sabe cuál es la verdadera  - un silencio nos inundó, solamente entre  nosotras ya que todo alrededor nuestro  seguía su común ritmo, personas platicaban,  niños corrían de un lado a otro. 

Calle: Entonces ya tenemos algo en  común... - dirige mi mirada hacía ella,  quien sólo volteó y me miró esperando una  explicación. - También en el campus eres  otra, en tú casa otra, conmigo otra... incluso ayer eras otra - regresé mi mirada al helado  que comenzaba a derretirse 

Poche:  No es...

Calle: No digas nada - la interrumpi, no le  estaba pidiendo explicaciones.- ¿Quieres?  - le dije rompiendo el silencio nuevamente  solo entre nosotras. 

Poche: Odio el chocolate - dijo negando con  la cabeza 

Calle: ¡Eres una mentirosa! - le dije riendo  - Casi acababas tú sola con un pastel de  chocolate y ahora lo odias - se unió a mis  risas, no podía negar que no era otro. 

Poche: Solo comí un poco - dijo frunciendo  el ceño 

Calle:  ¿Un poco? Si claro - dije  sarcásticamente, tomé un poco de helado  con la cuchara una vez más y la acerque  a ella - Vamos sólo un poco - me puse de  rodillas sobre el sillón para acercarme sólo  un poco más 

Poche: No - se negó nuevamente 

Calle: Se derretirá y caerá en tu ropa -  canturreé 

Poche: Que no - dijo riendo al mismo  tiempo que me abrazaba por la cintura  haciéndome quedar nuevamente sentada  sólo que nuestra distancia se había  convertido a prácticamente nada. 

Levanté nuevamente la blanca cucharilla y  la acerqué a ella quien finalmente abrió la  boca, sonreí victoriosa y esta vez yo tomé  su mejilla con mi mano libre, no necesité  guiarla y mucho menos acercarme, ella sólo  se dirijo hacía mis labios. Subió su mano  hacía mi cuello, evitando que me separara  pero era algo que ni de broma haría.

Poche: Tu mano esta fría - dijo riendo entre  besos, era lógico después de haber sostenido  el vaso con helado por más de quince  minutos. 

Le sonreí y volví a unir nuestros labios, sólo  que tomé su mano que estaba en mi cuello y  la bajé para entrelazar nuestros dedos y que  la temperatura de esta se regulara. Una vez  más se alejó de mis labios y su mirada se enfocó en nuestras manos entrelazadas, levanto una de sus naturalmente bien definidas cejas.

Calle: Ya no está fría - fue lo único que logré decir y negó con la cabeza riendo.

Por un desconocido motivo giré mi rostro y me encontré con nadie más y nadie menos que Paula y Abisambra quienes nos miraban más que sorprendidos; Abisambra reaccionó y sacudió un poco su cabeza y volteó a ver a Paula quien seguía con los ojos como platos.. Había ganado la apuesta.

Me, Myself And I (Cache) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora