Capitulo 54

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Maratón 1/3

Es horrible la sensación que te inunda cuando te das cuenta de que no tienes nada, no tienes con quien y mucho menos a donde ir... Pero el sentimiento que te abarca cuando todo parece arreglarse es lo mejor del universo, sin duda alguna; te hace apreciar las cosas o pocas cosas que tienes de una sobremanera.

Poche: Vámonos hermosa - Sus labios capturaron los míos con una dulzura increíble, el simple roce de sus suaves labios me subía a las nubes. Se alejó de mis labios para luego depositar un tierno beso en mi frente, tomó mi mano y entrelazo nuestros dedos y mi pulso una vez más se aceleraron.

Calle: Espera - dije limpiando mis lágrimas que aún permanecían en mis mejillas. Regresé y tomé mi bolsa que momentos antes había dejado caer al piso.

Volví rápidamente con Maria José y la abrace como si hace años que no nos veíamos, una vez más tomó mi mano entrelazando  nuestros dedos. 

En todo el camino no pronunciamos  absolumente ninguna palabra pero no era  un silencio incómodo, más bien era como  un silencio que insinuaba que todo estaría  bien. Llegamos a casa de Maria José, ella se bajó  y tomó mis maletas. 

Calle: ¿Me dejarás quedarme? - pregunté  con una enorme sonrisa, me miró y bajó las  maletas para caminar hacia mí, los nervios  me carcomían, me sentía tan estúpida. 

Poche: Yo no te dejaré sola - acarició mi  mejilla - Más bien... - sonrió - No te  dejaremos sola - con su pulgar desapareció la lágrima que se había escapado. 

Calle: Te amo Maria José - me até a su cuerpo y  escondí mi rostro en su pecho. 

Poche: Te amo Daniela - susurró en mi  oído. Dejó mis maletas en el living y en sólo dos segundos ya la tenía abrazada a mí. 

Calle: ¿Valentina y Carlos? - le pregunté  rodeando su cuello con mis brazos. Bajó la  mirada.

Poche: Me detestan - solté una carcajada.

Calle: Eso es imposible - pasé mi mano por su cabello.

Poche: No, no lo es... Valentina está sentida conmigo y Carlos la apoya - ocultó su rostro en mi cuello dónde comenzó a dar pequeños besos.

Calle: ¿Y por qué esta sentida? - algo me decía que yo era la responsable.

Poche: Le grité - sacó su rostro y una vez más miró hacía abajo - Pero seguro se pondrán muy felices cuando te vean - sonreí y besé fugazmente sus labios.

Calle: Ven - le dije tirándola del brazo para caminar hacía la sala.

Poche: No... - dijo pero ya había entrado y visto el desastre que había y la mesa central hecha trisas. Me giré hacía ella con los ojos como platos. - Si me ponía a recogerlo, no hubiera llegado al aeropuerto - subió los hombros.

Calle: Eres una tonta - la golpeé - Te  pudiste haber lastimado - rió aunque  no le encontraba la gracia. La sala estaba  llena de vidrios, todo estaba desordenado  y todo estaba tirado en el suelo. - Hay que  levantarlo, los niños se pueden lastimar -  le dije soltándome de su abrazo. 

Poche: Hey Hey...- me tomó de la cintura - Tenemos que limpiar más aparte de eso - señaló el cadáver de la mesa - Pero sólo  tenemos tres horas para nosotras solas y las  quiero aprovechar - señoras y señores... Morí. 

Calle: ¿Que no es lo único que rompiste? - pregunté sorprendida tratando de controlar  mis hormonas ante sus sensuales palabras. 

Poche: ...Digamos que tal vez será necesario  que me mude contigo - por mi encantada. 

Calle:  ¡Maria José Garzón! - dije negando con la  cabeza - ¿Qué hiciste? - sonrió tímida, ya  me imaginaba lo que había pasado con su  habitación. 

Poche:  Daniela  - suspiró acariciando mí  brazo de arriba abajo - No me vuelvas a  lastimar así - una horrible punzada en mi  pecho y estómago. 

Calle:  Jamás me lo perdonaré Maria José - no  sé cómo era posible que siguiera teniendo  lágrimas - Eres lo más valioso que tengo y  no te quiero perder... Nunca - remarque. 

Poche: Ya - dijo sosteniendo mi rostro por  las mejillas - A partir de ahora, ya todo  olvidado - posicionó sus labios sobre los  míos y se separó lentamente. - Vamos - regresó por mis maletas y subimos las  escaleras corriendo. 

Llegamos al piso de arriba y me guiaba  hacía mi antigua habitación, entramos  y dejó las maletas de golpe en el piso y  me rodeó por la espalda con sus brazos a  la velocidad de la luz, me giré sobre mis  talones para poder verla de frente y su  celular comenzó a sonar, cerró los ojos  molesta, reí. 

Poche: No le encuentro la gracia eh - rodó  los ojos sacando su celular. 

Calle: Por eso mismo te digo "Am" - hundí mi rostro en su cuello y la mordí suavemente, sus dientes aprisionaron su labio inferior, me encantaba que hiciera eso.

El teléfono dejó de sonar y una pícara sonrisa apareció en su rostro; seguí jugando en su cuello degustando cada parte de esta, como si fuera un caramelo, cerró los ojos disfrutando de mis besos y caricias.

Me, Myself And I (Cache) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora