ASHER
No sé en qué estaba pensando al pedirle una cita a Skye, pero, el que no arriesga no gana ¿No es así?
Después de aquella noche en el puesto de Steve y después de volverla a besar, estaba más que convencido de que quería salir con ella, conocerla mejor porque me parecía una chica agradable, interesante.
Jamás le había insistido a una chica en tener una cita conmigo por lo que no sabía qué me había pasado al insistirle a Skye, tal vez era porque ella me parecía diferente, no lo sabía, pero había dejado a un lado cualquier especie de broma o juego entre nosotros para preguntárselo y aunque se lo había tomado con un poco de humor, ambos sabíamos que yo estaba hablando en serio y pude ver que aquella idea la ponía nerviosa.
Pasé aproximadamente encerrado en mi habitación como por dos horas después de ducharme y estaba comenzando a aburrirme, se me ocurrió que podía darme una vuelta por el refugio para comprobar que Jenna y Albert no estaban necesitando ayuda con alguno de los perros o cualquier cosa referente al lugar.
Me cambié lo más rápido posible y me marché de casa sin avisarle a Skye que saldría, me pareció que no era necesario porque la puerta de su habitación estaba cerrada y no quería molestarla, bueno, sí que quería hacerlo, quería llamar a su puerta y pedirle que me acompañara al refugio, pero no me pareció que era el buen momento de hacerlo.
Estacioné mi auto en la entrada como solía hacerlo todo el tiempo y llamé a la puerta principal del refugio, giré la perilla de la puerta y al ver que no estaba con llave, decidí entrar. No había nadie en el mostrador por lo que supuse que Jenna y Albert debían de estar alimentando a los perros.
─¡Ay Dios! ─gritó Jenna al verme entrar a la habitación donde se encontraban algunos de los perros, yo iba entrando y ella parecía querer salir─. ¡Asher!
─Lo siento, no quise asustarte. ─Puse una mueca en la boca y ella se llevó la mano al pecho.
─¿Hace mucho que llegaste?
─Acabo de llegar ─respondí y ella asintió, puso una sonrisa en su boca y se colocó a mi lado para entrelazar su brazo con el mío, algo que ella solía hacer cuando los dos dábamos pequeñas caminatas por el local y el patio, vigilando a los perros.
─Quiero que conozcas a nuestra nueva integrante. Llegó antier.
Jenna me llevó hacia una de las jaulas donde me encontré con una hermosa cocker spaniel color café. Al verme, la perrita se acercó hacia mí, Jenna soltó mi brazo entonces me arrodillé para quedar a la altura de aquel lindo animal y comenzar a acariciarlo.
─Es hermosa ─le dije mientras le rascaba las orejas, ella comenzó a agitar su cola─. ¿Tiene algún nombre?
─Lindsey.
─¿Lindsey?
Arqueé las cejas. No era un nombre común para un perro, Jenna se encogió de hombros.
─Creo que le sienta bien.
─¿Cómo llegó aquí?
─El dueño la trajo, dijo que no podían hacerse cargo de ella después de su segundo bebé. Era complicado para ellos además de que su hijo resultó ser alérgico a los perros.
─Es una lástima ─continué acariciándola─. ¿Crees que encontrará un hogar pronto?
─Yo espero que sí, organizaremos un pequeño evento para recaudar fondos pronto, además de que mi sobrina y un par de amigos suyos nos ayudarán con algo de publicidad, creo que será bueno.
─Sería maravilloso. ─Cuando la cocker spaniel terminó de olfatearme y yo de rascarle las orejas, se alejó de mí y me volví a reincorporar─. Quizás consigamos que algunos sean adoptados.
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Hermosa Apuesta
Novela JuvenilAsher pensaba que tenía una vida perfecta. Era el mejor en su equipo de hockey, tenía las mejores notas en la universidad y un grupo de amigos que parecían serle fiel. Pero cuando conoce a Skye, la hermana de uno de sus mejores amigos cree que la ch...