Él es mi jefe, el mejor de mi hermano.
OFF-Limits Libro 1
Jeon Jung Kook
ii Advertencia !!
Esta historia está basada en la gran novela en inglés de Catharina Maura "Until you" con todo respeto a la autora y a la historia.
Esta historia conllevarao...
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Estoy ansiosa mientras pongo las tartas de huevo en el horno. Las tartas de nata son el postre favorito de todos los tiempos de Jung Kook, y espero que esto lo anime. No ha sido él mismo en toda la semana, ha estado distante y callado, no lo he visto sonreír ni una sola vez, y aunque no me está alejando activamente, no se está acercando a mí como solía hacerlo. No se acerca a mí cuando llega a casa y no me besa, cuando nos vamos a la cama, me sostiene si me envuelvo en su abrazo, pero no me alcanza.
Incluso en el trabajo, no es el mismo. Trabaja muchas horas, pero no se comunica con nosotros en persona, no está hablando con ninguno de nosotros, incluso Riley notó que se ha estado comportando de manera diferente. La atmósfera en el trabajo ha cambiado y todo apunta a Jung Kook, ni siquiera se da cuenta de que es el corazón de su empresa.
No sé lo que está pasando en su mente, está constantemente perdido en sus pensamientos, y estoy preocupada. Siento que lo estoy perdiendo a pesar de que está aquí. No sé qué le dijo Ida, pero está claro que le hizo daño, solo espero que no sea irreversible.
Me tenso cuando se abre la puerta principal, y mi corazón se acelera. Nunca había sentido este tipo de desesperación, nunca había querido tanto hacer que alguien se sintiera mejor. Incluso cuando quería poner una sonrisa en la cara de Min Yoongi haciéndole un pastel de cumpleaños, no se sentía de esta manera, no se sentía como si mi propio corazón fuera a romperse si fallaba en hacerlo sonreír.
Jung Kook apenas levanta la vista cuando entra en la casa, aparentemente perdido en sus pensamientos, como siempre lo está en estos días.
―Jung Kook —digo, acercándome a él. Hace una pausa y se gira para mirarme. Al menos eso no ha cambiado, todavía me mira con descarado afecto.
Coloco mis palmas sobre su pecho y las deslizo hacia arriba lentamente, envolviendo mis brazos alrededor de su cuello mientras empujo mi cuerpo contra el suyo y me pongo de puntillas para un beso. Él se inclina lo suficiente para que mis labios se encuentren con los suyos, pero el beso es casto en el mejor de los casos. No recuerdo la última vez que logré excitarlo, y me hace sentir insegura. Sigo tratando de convencerme de que no soy yo, pero no puedo evitar preocuparme, no puedo evitar pensar que tal vez todo simplemente coincidió, tal vez el gran cambio en su vida le hizo darse cuenta de que no tiene tiempo ni espacio para mí, o simplemente no me quiere lo suficiente. Lucho contra esos pensamientos lo mejor que puedo, pero aun así siguen ahí.
―Te hice tartas de nata ―le digo, haciendo todo lo posible para sonreír tan brillantemente como puedo. Si hay algo en lo que destaco es en forzar una sonrisa.
Jung Kook me mira a los ojos y asiente.
―Gracias ―murmura. —Pero no tengo hambre.
Se aparta y se gira para caminar hacia el dormitorio, y eso me mata. Me mata verlo alejarse, odio sentirme tan impotente, no quiero quedarme aquí y verlo sufrir en silencio, no cuando estoy aquí, justo a su lado.
