Me despierto antes del alba, muy consciente de que sólo una pared me
separa de Jordyn. Todavía noto sus manos agarradas a mi espalda, sus
piernas atadas a mi cuerpo. ¿De verdad sucedió? ¿Y hay alguna
posibilidad de que se repita? Creo que ella estaba tan decidida como yo,
pero entonces, ¿por qué me rehuyó cuando se fue su mamá?
Sólo hay un modo de averiguarlo.
Abro la puerta de mi cuarto y atiendo a la menor señal de vida. No
hay moros en la costa, así que me dirijo a hurtadillas a la habitación de
Jordyn. La puerta no está cerrada por dentro. Por lo tanto, no desea
impedirme el paso.
Su respiración es regular y profunda; salta a la vista que está
dormida. Con cuidado, me siento al borde de la cama mientras memorizo
sus tranquilos rasgos. Mis dedos quieren acariciarla, así que lo hago, con
delicadeza. Qué suaves son su mejillas. Le paso los dedos por el cabello y
ella se mueve.
—Mmm.
—Buenos días —le susurro.
Cambia de postura para mirarme. Su sonrisa me vuelve loco. La
deseo más de lo que nunca he deseado a ninguna chica. Jamás.
De golpe y porrazo su sonrisa se esfuma. Levantándose de la cama,
me empuja a un lado y desaparece en un enorme vestidor. Cuando vuelve a
salir, lleva una gruesa bata y algo de ropa en la mano.
—Tienes todo lo que necesitas en el cuarto de invitados —me dice
mientras se encamina a toda prisa a su baño, sin molestarse en mirarme
siquiera antes de cerrar la puerta.
¿Qué carajos acaba de pasar? No lo entiendo. Repaso todo lo
sucedido hasta que estuvimos a punto de hacerlo en el pasillo y me doy
cuenta de que... ay, soy un puto idiota. Lo hizo por pena. Tuvo que ser eso.
Y ahora... ¿qué? ¿Está enojada conmigo por insistir? O sea, ¿qué otra
cosa puede ser?
El ruido de la regadera cesa. Oigo encenderse una secadora. Por
pocas ganas que tenga de volver a casa, estoy seguro de que Jordyn no me
quiere aquí. Si me voy ahora, por lo menos me ahorraré otro encuentro
incómodo.
Cuando llego a lo alto de las escaleras, veo a Kelly en la cocina. No
puedo pasar junto a ella sin quedar como un maleducado.
—Estoy preparando huevos, Tyler. Siéntate.
Señala con un gesto un taburete de la isla. Se recogió el cabello
castaño con una pinza.
Quiero marcharme antes de que suba Jordyn pero no deseo hacerle el
feo a la persona que me preparó la mejor cena que he probado desde que
mi mamá murió.
Kelly coloca un plato y un tenedor delante del taburete.
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Después De Ti
Teen FictionEN PROCESO, LENTOOO La vida de Tyler parece perfecta: es popular, se le dan bien los deportes, tiene amigos, una novia increíble... Pero el día que encuentra a su madre muerta en la bañera, sin ninguna explicación a su suicidio, Tyler se hunde: pier...