𝐄𝐥 𝐄𝐜𝐨 𝐝𝐞 𝐃𝐨𝐬 𝐀𝐥𝐦𝐚𝐬º 𝗘𝗿𝗲𝗻 𝗝𝗲𝗮𝗴𝗲𝗿

˗ˋˏ21ˎˊ˗

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Pelea
Eren Jeager

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Año 850

"Cinco años despues de la caida de la caída de Shinganshina"

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Historia fue coronada como la nueva reina entre la admiración de los ciudadanos, quienes la reconocieron como su salvadora. Recordé cuando ella pidió a Erwin que dijera a los ciudadanos que fue ella quien detuvo a Rod, con el fin de ganarse su favor.

Después de la ceremonia, Historia y nosotros, sus amigos, decidimos buscar a Levi. Ella quería satisfacer el último deseo de Dimo Reeves: golpear al soldado más fuerte de la humanidad después de convertirse en reina y desafiarlo a golpearla en respuesta.

—Vamos, Historia. ¿Estás segura de esto? —le pregunté, un poco preocupado.

—Sí, Eren. Es algo que debo hacer —respondió ella, con determinación.

Finalmente, encontramos a Levi. Historia se adelantó y, sin previo aviso, le dio un golpe en el brazo.

—Eso es por Dimo Reeves —dijo, esperando que Levi se enojara.

Para nuestra sorpresa, Levi sonrió.

—Gracias a todos —dijo Levi, calmadamente.

Nos quedamos en silencio por un momento, sorprendidos por su reacción.

—¿De verdad no te vas a enojar? —preguntó Historia, un poco desconcertada.

—No —respondió Levi, con una sonrisa más amplia. —Has hecho más de lo que cualquiera podría haber esperado. Te lo mereces.

Nosotros también sonreímos, aliviados y felices de ver a Levi de buen humor. Había sido un día largo y difícil, pero en ese momento, sentí que habíamos logrado algo importante. Y mientras observaba a Historia, nuestra nueva reina, supe que el futuro aún tenía esperanza.

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Han pasado dos meses desde la coronación de Historia Reiss como reina de las murallas. Una de sus primeras obras fue la creación de un orfanato donde acogería a los niños desamparados esparcidos por todo el territorio, inclusive la Ciudad Subterránea. Este proyecto es respaldado por el dinero de la familia real y los fondos de los impuestos. Jean, Armin y yo conversamos sobre ella mientras trabajamos.

—Una de las razones por las que se hizo reina fue para eso, ayudar a los huérfanos —dije, observando el orfanato desde lejos.

Historia se acercó y nos reprendió.

—¿Qué hacen de vagos? Deberían terminar su trabajo antes del ocaso.

Luego, cambió de tema y nos preguntó sobre el entrenamiento del endurecimiento.

—¿Cómo va? —preguntó.

—Va bien, pero aún no hemos formado una estrategia —respondí.

Se permitió hablar acerca de Reiner, Eliana y Bertolt, y cómo actuaría cuando me encontrara con ellos.

—Siento que mi obligación es asesinarlos —dije, sintiendo el peso de mis palabras.

Historia me miró con seriedad.

—No creo que puedas matar a Eliana.

Bajé la cabeza, sintiendo una punzada de dolor en mi pecho.

—Debo olvidarme de ella.