Final. Vástagos del rey.

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Final:
Vástagos del rey.

En ese momento las alarmas comenzaron a sonar, las ventanas del centinela se cerraron con ruidos metálicos, quedamos encerrados en la enorme prisión victoriana

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En ese momento las alarmas comenzaron a sonar, las ventanas del centinela se cerraron con ruidos metálicos, quedamos encerrados en la enorme prisión victoriana.

Constantino se acercó a mí, con su mirada en alto, prestando atención a los ruidos.

──Es el protocolo de seguridad, el Centinela se está cerrando para que nada entre.

──¿Dónde está Raizel?

──Estaba resguardada en una habitación ──me avisó──. Si me sigues...

Hice caso omiso de su sarcasmo, pero igual lo seguí cuando me guió a través de los pasillos.

No tardamos en ser detenidos por Erin y Cassiel, sus rostros cetrinos no eran buen augurio.

──¿Qué ocurre? ──los apresuré con impaciencia.

En respuesta, Cassiel le arrojó su teléfono a Constantino y observé el video que se reproducía.

──Es lo último que se rescató de las cintas antes de que el protocolo cerrara las grabaciones ──explicó Cassiel.

Lo único que se veía era a Caín en uno de los pasillos blancos de los laboratorios subterráneos, intentaba forzar un gran portón de hierro, luego se detuvo en sus intentos, parecía haber escuchado algo.

Permaneció estático un momento, a la expectativa, lo que sea que escuchó al otro lado lo dejó perplejo, luego la misma puerta de hierro voló contra su cuerpo para dejarlo en una habitación fuera del ojo de la cámara.

Algo parecido a un lobo gigante salió de la habitación, una bestia antropomorfa de fauces ensangrentadas que se paró, encorvado, sobre sus patas traseras. Olisqueó el aire y saltó hasta la cámara que lo grababa, la arrancó y entonces ya no se vio nada.

──¿Qué es eso? ──musité.

Constantino permaneció estático.

──El plan era un cebo ──expuso Erin──. Eliseo lleva meses experimentando con esas cosas, pero no tenía cómo liberarlas, esta supuesta invasión es la excusa perfecta.

──Creemos que están programados para seguir nuestro rastro ──indicó Cassiel.

──Hay que bajar por Caín ──dije.

Erin y Cassiel rehusaron mirarme, Constantino caminó lejos de nosotros.

──No puedes separarte ──le gritó Cassiel.

──No lo estoy haciendo, pónganse en marcha, debemos salir de aquí.

──Raizel...

──Está con Rival Cavale ──zanjó Cassiel──, hasta la última vez que la vimos, primero concéntrate en salir tú de aquí.

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