Capítulo 37:
Expiación del pecador.
Renagás siempre había sido un cobarde, eso no lo cambiaría en cien años, era por eso que prefería vivir en un edificio en pleno centro de la ciudad, creyendo que estaría protegido bajo el ojo público.
Los guardias que pasé sin ninguna molestia demostraron que no era así.
Al final, uno de sus empleados tuvo que guiarme hasta el patio interior donde él y Feriza compartían el almuerzo.
Una obra de estructura bizantina en todo su esplendor, interiores de mosaico y columnas clásicas de soporte.
Pero en lugar de coronarlo con una cúpula, el cielo nocturno derramaba su oscuridad en el interior.
──Mi buen amigo ──Me recibió, alzando una copa de sangre hacia mí.
Ambos permanecieron en sus lugares, quietos, pese a que habían escuchado mi llegada posiblemente desde que puse un pie en su adorable nido.
──¿Qué buscas, Renagás?
──Almorzar con mi querida novia.
Ella no levantó la vista de su comida, palmas apoyadas sobre los bordes de la mesa.
──En realidad, vengo a realizarte una invitación, a los dos.
Fui claro en dirigir mi atención a Feriza, ella volteó su rostro hacia otro lado.
Renagás se sirvió más vino en su copa de sangre, cruzó las piernas fingiéndose despreocupado.
──¿Se puede saber qué desvaríos tienes ahora?
──De hecho, vengo en son de paz, pensé que ahora que serás parte de la familia sería bueno que formes parte de nuestro círculo también.
──Constantino, vete ──sentenció Feriza.
──Lo haré después de decirles a lo que vine ──Sonreí en un derroche de cordialidad──. Hoy habrá una gala de beneficencia para recaudar fondos para la fundación Berthan Renagás. Sería un gran honor tenerlos ahí.
La copa de vidrio estalló en la mano de Renagás, vino y sangre derramados en la cerámica del piso mientras él mantenía un rostro lleno de pasmo.
──No quiero interrumpirlos ni un momento más, así que solo asumo que cuento con su presencia ──Fui muy elocuente──. No tienes que agradecerme, Renagás, sé lo importante que fue para ti tu hermano, entiendo el pasmo como sorpresa y agradecimiento a mi buena voluntad. Con permiso, disfruten su comida.
Cuando salí de la habitación la noche parecía incluso brillante, estaba bajando la escalinata principal al primer piso cuando me detuve ante el taconeo de unos stilettos.
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Presas
VampirosSegunda parte de la trilogía 'LOS ARCHIVOS DEL CÓNCLAVE'. Lejos de las luces y el estruendo de Senylia, se esconden los oscuros secretos de Cumbre Aciaga, un pueblo perdido donde la calma abrumadora de lo salvaje los hará enfrentar a sus más profund...