Capítulo editado.
Mismo sábado;
Después del sauna nos pusimos en dispocisión a que nos realizaran los masajes profundos pese a que ninguna es deportista o tuviese estrés crónico y finalmente mi favorito; el masaje sueco.
La encargada de nuestra estadía nos indica que nos acomodemos en las camillas y para ser honesta estaba orgullosa porque las mimosas no estaban generando ningún tipo de mareo u algo que me hiciera aparentar estar ebria, es decir, puedo evitar muchos desastres.
Pero cada vez que cerraba mis ojos me visualizaba con William y después con Ríos le quitaba el lugar. Creo que es una señal para no hacerlo...
Me arrepentiría después, hoy no "puedo"
— ¿Te sientes incomoda por lo qué hice? — S aprovecha que las demás se distren y Fernanda se va de la sala.
Uhmn ¿Tan molesta está? entendía que las chicas han estado pesadas con el tema, pero debía ignorarlas.
— No, yo estoy segura — fuerzo a mi voz para que me escuche decidida — Él es lindo, en eso tienes razón — Me quedo callada porque ya me he acomodado la toalla en mi parte trasera y la masajista ha iniciado.
—Si en cualquier momento lo estás, me dices, yo no tengo verguenza para decirle que se largue — Me río porque le creo.
Escucho la música para relajarnos y en eso me concentro, por lo tanto, ellas siguen susurrando las inconformidades. No entendía el desacuerdo de ambas, por si bien yo estoy soltera, Fernanda no puede intervenir en lo que yo decida.
¿Y qué tiene de malo ese pobre hombre?
Al terminar, nos dirigimos hacia la ducha solo a cambiarnos. Me coloco nuevamente el vestido de baño con la intención de tomarme fotos en la piscina; unas lindas y sexys. Aunque traté de disipar la tensión Fernanda y Sophia, estas no estaban en plan de solucionar el pequeño problema, pero bueno, no quise prestarles más atención.
—Tan puntual — Margarita expone al estar casi llegando a la zona abierta del restaurante
Supongo que no podré tener la sesión de fotos.
Se encontraba vestido informalmente, relajado, algo que me sorprendió porque no es de vestir "casual" ¿bermudas y suéter? todo lo opuesto a lo poco que había visto de él.
— ¿Te hicimos esperar mucho? — Pregunto de primera para indicar qué la situación no me incómoda. Yo nunca había entablado una conversación con William que no sea de saludos y recibir recados para Pablo, ante mi iniciativa se sorprendió.
—No, para nada ¿te sientas a mi lado? — Hala la silla para qué yo me siente con más facilidad y lo hice. No miré a nadie porque estaba segura que cada una tenía una reacción diferente —Hoy te veo ¿diferente? — ¿será por qué la parte superior de mi bikini no guardan demasiado mis tetas?
Es directo y los hombres directos no me disgustan.
— Quizá más bronceada — acomodo mi cabello hacia adelante para no sentirme tan desnuda... quizá si debí colocarme la salida.
— Pero hermosa ¿No crees? — Margarita interviene con una sonrisa de oreja a oreja.
— No lo pongo en duda — Acepta sin dudarlo y me sonríe. No lo podía negar, sus ojos azules me hacían recordar a mi primer amor de infancia.
—¿No tienen hambre? porque yo sí — Fernanda interviene sutilmente, dando a entender que aunque no esté de acuerdo puede soportarlo.
Para inciar mi comida pido una copa de vino, estaba ansiosa, porque traté de hundirlo en mi subconsciente y liberarme de él, quise disfrutar un sin rato sin tener su presencia rondando en mi cabeza una y otra vez.
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Envueltos +21 ||Richard Ríos||
Roman d'amourLo que inicia con una fuerte desconfianza pronto se transformará en una atracción tan ardiente que amenza por consumirlos. Cada encuentro entre Julia Montoya y Richard Ríos es una batalla de voluntades; entre el deseo irrefutable y el juego. Julia...