Pasada la madrugada G se aseguró que nadie nos haya seguido y nos pidió sutilmente que salieramos los más pronto de su casa lo que fue un alivió para mí.
Última vez que lo veía y ya no había más motivo para recurrir a él.
Al encontrar las grabaciones del encuentro de Emilia y mi padre le envió el documento al abogado encargado del caso. Este personaje, sin embargo, si me preocupaba mucho ¿Y sí le decía a Pablo de mis pasos sucios? si bien me prometió que no diría nada y sobre todo, usaría las pruebas a mi conveniencia, pero bueno, solo dejaría pasar las cosas. Y para mi tranquilidad los cargos para mandarlos a la carcel eran sufucientes,al menos a los dos hombres; con ella no estaba segura que pasaría, pero ninguno quedaría impune ante nada al menos.
— ¿Qué le voy a decir a mi esposo? — S ya se encontraba más tranquila y solo estábamos esperando que Richard llegara por nosotros e irnos.
—Qué te quedaste dormida después de comerte una hamburguesa bien grasosa —La apoya Fátima — nosotras te llevamos, no tenemos cara de infieles
Me río de ella porque según no teníamos cara de nada; nunca. Sí había alguien que te puede defender esa sería F, así hayas hecho el pecado.
Antes de irme para siempre, me vi en la necesidad de hablar con G por dos cosas; agradecerle todo lo que hizo y como enviar mi dinero a las cuentas de Richard dado que no pretendo que pague mis problemas personales.
— Ese hombre está loquito por ti— Dijo S cuando escuchó lo que R hizo por mí
En el fondo de mí ese gesto no lo merecía, por las veces qué dudé. Por llegar a sentir que yo no era suficiente o apta para él y viceversa. Si bien físicamente me encuentro hermosa... mi salud mental y mis creencias irracionales hacen que no conecte con todas las personas.
Con él sentí muchas veces eso ¿era apta para recibir amor de un futbolista tan solicitado? Ver comentarios en redes sociales de una cantidad infinita de chicas o el movimiento que sigue hasta el día de hoy me aterra ¿Y sí es infiel? ¿y si me miente?
Richard combatió todos mis estándares de lo que una vez dije; no es mi tipo. Pero lo más irreal es lo que sentía, lo que pensaba y cómo me motivaba a actuar. Quizá él ya me conocía como persona, como sobrina y sospecho que siempre supo lo que había de malo en mí... pero yo; inestable, con una perspectiva errada al amor aún deseándolo ¿Algo más incoherente qué eso?
Soñaba que manteníamos una vida plena y tranquila. Pero él y su profesión puede que no me permita sentir nada de eso... quiero hacer tantas cosas conmigo y a la vez con él. Necesitaba exponerle cada detalle que pasaba por mi inestable cabeza.
Los dos debemos estar dispuestos a todo.
— Lo peor de que esto haya terminado, es volver a la escuela — A unos metros estaba Fabio quejándose con Fátima y Sophia.
La inmensa casa de Gentlemen era increíble, no porqué tuviese dos plantas o tres... ¿son casas desapercibidas? Es decir, el interior es rústico y elegante con pocas notas coloridas en la área del bar y el pasillo al aire libre que unía la sala de estar, la cocina y al final las habitaciones. Pero la fachada es... ¿ocultas? para personas como él.
No me extrañaría que esto sea otra "fachada" para su verdadera casa bajo tierra. Debería apodarse Topo y no "Gentleman"
Nos encontrábamos en su inmensa habitación por lo que él se encontraba fastidiado de nuestra presencia, pero bueno, no le dimos importancia.
— ¿Qué quieres decirme? No quiero qué llores por el trabajo que he hecho para ti — empieza — Sobre lo de Richard no pude decírtelo de una vez... las mujeres son raras — exclama — y no quería y no quiero explicar las razones del porqué nos conocemos. Pero lo qué sí me toca es advertirte sobre el expediente que encontré de tu jefe — mira nuestro alrededor y verifica que ninguno de los chicos estuviese pendiente de la conversación — es tráfico de blancas, aunque parezca un tema tedioso es algo común estás redes
ESTÁS LEYENDO
Envueltos +21 ||Richard Ríos||
RomanceLo que inicia con una fuerte desconfianza pronto se transformará en una atracción tan ardiente que amenza por consumirlos. Cada encuentro entre Julia Montoya y Richard Ríos es una batalla de voluntades; entre el deseo irrefutable y el juego. Julia...