C A P 26

678 49 7
                                    


Actualidad. 

Finalmente lo habíamos logrado. 

Las pruebas que necesitaba las tenía en mis manos. 

— Solo ¿venganza? ¿Qué le hiciste a esa mujer? — El aspecto de G esta vez es diferente, empezando que no lo encontramos casi asesinando a alguien. 

Estaba más relajado y conversando más con Fabio

—¿Yo? nada, ¿Tengo cara de hacer algo malo? —Pregunto a él e indrerectamente a las tres personas que me estaban acompañando.

Fabio, Sophia y Fátima. 

— Ella no hizo nada malo, no insinúes nada sobre mi amiga — En todo el rato que llevabamos aquí es primera vez que Fátima le dirigía la palabra al querido Gentleman

Estaba intimidada por el trayecto de búsqueda que hacían los dos encargados del transporte, obviamente asocioba que su jefe sería igual o peor. 

Pero bueno, desde mi calma y serenidad que sentía en el momento,  generó en mí una leve preocupación pues tenía todos mis datos, los de mi familia y en particular la profesión de Pablo... 

—Pensé que no tenías lengua, ¿Eres Colombiana? ¿Méxica? ¿Argentina? — Pregunta inquieto. Su lenguaje corporal lo delataba; buscaba su mirada, lo que hacía lo detallaba... todo. 

Espero que no te guste mi amiga G. Es lesbiana y tiene tres hijos. 

— No nos desviemos — Sophia sigue la línea de la conversación — ¿Cómo puede servir esto de evidencia si fue robado? 

Pensé muchas veces si era adecuado que S estuviese aquí con nosotros, principalmente porque ella tiene una responsabilidad muy grande; esposo e hijo. Pero su afán de saber todo detalladamente y ver como ayudaba a encontrar a Emilia la motivaba. Actuaba como madre protectora, era la primera en preguntarle todo a G e incluso regañarlo si salia algo indevido de su sucia boca. 

¿Me asustaba? sí. Agradecía su buena voluntad por ayudarme, pero todo era pago. No había más vínculo entre los dos. 

—Directamente no lo van a hacer — Menciona — Hay qué buscar las fechas de encuentro de Emilia con el Jefe o el papá de Julia, así, el abogado tiene como justificar el encuentro. 

Miré nuevamente las fechas anotadas en la libreta; dos apartados. Fechas a inicios de julio, pero no había más nada que las relacionara. 

 10, 15, 20, 25 y 29 de julio

Claramente la última concordaba con mi llegada a Brasil

—¿Y cómo? — Pregunto 

— Las camáras de seguridad, aquí — señala el diario — tiene que haber pistas de lugares donde se reunieron. Algo los tuvo que captar, solo necesito un día, una hora y obtengo todo. 

La presión de tener la información y por obligación tener que saber "como" utilizarla me genera ansiedad, meramente por el hecho de no obtener lo que G necesitaba mis pensamientos intrusivos de pesimismo se empezaban a asomar. 

Pero la seguridad de que esas fechas se relacionaban estrictamente conmigo era claro, no podía dudar ahora. 

— Fátima — La llamo para captar su atención — A principios de Julio ¿Hice algo importante? ¿Fui a un lugar público, expuesto? ¿Te dije algo nuevo? 

—Estabas en Italia... y — Se detuvo para tratar de recordar algo más —  Recuerdo que una vez me mandaste una foto de un vestido de baño por si viajabas  a Brasil, tu mamá ya le había dicho a Pablo que quería que tú estuvieses con él. 

Envueltos +21 ||Richard Ríos||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora