C A P 22

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Las piernas de F chocaban con las mías por el movimiento de una carretera inestable, era muestra que ya no estamos en la ciudad... sino lejos.

Mientras mantenía su respiración  acelerada por el plan que estaba ejecutando yo disponía mi tiempo en pesar en muchas cosas; no lograba calmar los pensamientos de mi mente.

Mi madre.

Mi hermano.

Mis amigas y amigo.

Él

¿Cómo podía sobrevivir a semejante plan hecho por dos personas totalmente externas a este mundo?

¿La desesperación estaba colocando en riesgo nuestras vidas?

Probablemente sí y me estaba odiando profundamente por tener a Fabio aquí, y más cuando notaba como su respiración no era para nada calmada.

Todo lo contrario pese a que la mayor parte lo hacía adrede no me calmaba.

Por otra parte, cómo había dicho Fabio; nos vendaron. El carro era el típico de negro de trasporte, pero este se encontraba en muy mal estado.

Los encargados de "transportarnos" se presentaron con sus alias y eventualmente con sus rostros ocultos.

Me pregunté si era una sola persona detrás de todo o una banda cómo tal y que F me haya ocultado esa información;

— Todo va a estar bien — La mano de F aprieta mi rodilla y se la sostengo

Pese a que nos quitaron nuestras pertenencias no sentía el peligro, con ellos no o quizá mi lado lógico estaba fallando.

— ¿Cuánto crees qué llevemos? — Le pregunto

Lo bueno es qué podíamos hablar con libertad, pues nos encontrabamos los dos solos en la parte trasera.

— Quizá entre 35 y 40 minutos

— Ok, perfecto — Pese a que informé a Ana que no interrumpiera nuestra "tarde noche" con F en mi habitación era ilógico desaparecer por tanto tiempo — ¿Cómo se llama el conocido de tu amigo?

— No sé, no creo que diga su nombre — se ríe un poco — pero se apoda "Gentlemen"

— Me imagino que de esto no tendrá nada — Los apodos suelen ser la parte irónica de las personas

La camioneta frena de repente y nuestros cuerpos salen de la silla por lo que me golpeo la pierna derecha y levemente el hombro.

— ¿Estás bien? — El ruido de la puerta abriéndose no me deja responder

— Llegamos, disculpen si no viajaron cómodos pero entiendan que eso no es importante aquí — la voz áspera de uno de ellos la asocié con la mano derecha del tal Gentlemen

Me toman del brazo para sacarme y quitarme la venda con brusquedad, pero la luz tenue nos hizo cerrar los ojos vagamente; pues estar tanto tiempo en la oscuridad exponerse rápido a la luz fastidia.

Miro de reojo a F y se encuentra en la misma situación, sin embargo, el lugar en donde nos dejaron daba escalofríos... un edificio abandonado aparentemente y por lo qué distinguía también casas en el mismo estado; aunque solo unas pocas.

Solo había una entrada y salida. Lo demás era cubierto por grandes árboles, todo en oscuridad.

Las paredes que lo cubrían eran por materiales desechables de las construcciones y varias hileras de luces como si fuese una entrada de ¿fiesta? Mesas de madera con base de llantas y latas de cerveza por doquier.

Envueltos +21 ||Richard Ríos||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora