CAP 15

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Capítulo editado.

Su altura, su estilo de chico urbano que lo caracterizaba, su bonita sonrisa, era todo lo que podía observar. Me intrigaba de la mejor manera, en este preciso instante moría por conocer su pecado más sucio o lo cosa más trivial que podía hacer.

Porqué, además, yo admitía ser más sensible de lo habitual o de la percepción qué las demás personas puedan tener de mí. Al retirarme de sus brazos , después de un largo tiempo, me invitó a pasar a su apartamento y la pesadez y la sensación de hormigueo pasó.

Agradecía infinitamente qué no me aturdió con preguntas acerca de mi estado y venga, él no era idiota, minímo ya sabía de la situación.

— Fabio me llamó para insultarme, pero dime, ¿Crees qué yo realmente hice tal acusación? — Rompió el silencio, con voz pausada, con voz cansada.

— No sé.

Afrontar la realidad y hablar de ello no es precisamente fácil para las personas ansiosas. La incertidumbre es tu peor enemigo, ni siquiera las personas. Todo lo que piensas o crees observar puede ser meramente creado por ti y al yo creer su "engaño" injustificado, porque nunca hemos decido qué hacer con nosotros, o bueno, sí lo hicimos; pero no salió bien, me aumentaba más la inseguridad.

Y posiblemente sea causa de mí indecisión al crear novelas que no concuerdan con mi realidad.

Su reacción estática es lo que observo, obviamente fuera de base por mi respuestas.

¡Ni yo misma sabia por dónde empezar!

—¿Qué es lo qué esperas qué yo haga? Díme sinceramente, entiendo que esto es confuso para tí. Pero no te he mentido en absolutamente nada...

— ¿Por qué debería creer eso? — Yo no me ayudaba en nada.

Sus manos van a su cabello, exasperado, y me da la espalda al ocuparse en la cocina.

— No creo que sea la manera correcta de hablar Julia — Nunca es momento de hacerlo, pensé — ¿Quieres algo de tomar?

Me tranquiliza su calma de cierta forma, entiendo que no soy una persona de alterarse con facilidad, pero ante una situación previamente nueva no actúo bien, eso lo reconocía.

— No, gracias — Deja a un lado lo que intentaba hacer y se sienta a mi lado sin rozar mis piernas, respetando mi espacio.

— Primero es lo primero, nunca pensé que esto sería un problema mayor.

— ¿Qué cosa? — Oh por Dios, Julia.

— Emilia, ella y yo nunca tuvimos nada. Pero... — duda un momento y deja de enfocar su mirada en mí — Yo lo confesé que ella también me gustaba, hace mucho rato, tenía yo 17 años.

No era una verdad que me esperaba, era incómodo. Es tener que analizar la situación desde otro punto de vista ¿Le gustó mucho? ¿Fue más que un gusto? aunque eso no debe afectarme a mí... no podía evitarlo.

Es preciosa y aunque no me comparé fisicamente, Emilia pudo tener cualidades más interesantes qué sigan manteniendo su gusto hacia ella.

— Dime algo nena, por favor — El poco espacio que me estaba dando se fue al carajo cuando sus grandes piernas rozaron por fin las mías — ¿Crees qué no hablé con ella después de nuetra noche?

Nuestra noche.

— ¿Por qué no me lo habías dicho? — pregunté al fin. — Entonces doy por concluido qué no mandaste nada.

Envueltos +21 ||Richard Ríos||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora