Envueltos +21 ||Richard Ríos||

C A P 23

Hora: 12:45 am

— Rápido Julia — La voz de Fátima me hizo reaccionar de mi desenfoco de la misión puesto que me dispuse a analizar todo su habitación, todo muy raro muy raro para ser sincera — Richard ya está esperando por nosotros.

No era el lugar que me había imaginado... pero esto no lo esperaba, es decir, ¿Cómo alguién puede vivir en el desorden? toda la ropa amontonada y los libros desacomodados; como si fuesen entrado especialmente a desordenar o ¿buscar? 

—Solo me falta agarrar esto — Tomo su agenda que se encontraba guardada en unas de las cajas de Chanel, tal como lo mencionó Sophia. 

Prendo la linterna y salimos despacio del lugar, caminando muy cerca de las paredes para bajar a la primera planta, ubicar la cocina y salir por la zona de lavado. 

Era la "gran" casa; pintoresca, moderna e inmensa. Sin embargo, la decoración me hizo pensar en la personalidad de su madre o del padre; nunca en mi vida había conocido un lugar tan lleno de vida. 

—Esto no me gusta, en serio, son grabes delitos y no me quiero imaganar si descubren que las dos estamos aquí — La voz pasiva y mediosa de Fátima me hacían reeplantear muchas cosas.

Soy una mala amiga por exponerlos a todos en mi peligro. 

—Lo siento, pero me amenazaste si no dejaba que vinieras —Eso es cierto, decirle un NO a ella es invocar el demonio. 

No aceptó mi respuesta al negarle ser mi acompañante y explicarle las consecuencias. 

— ¿Crees qué soy capaz de dejarte sola? No cuando están cazando a tu hombre — Trato de no sonreír por como se refiere a R pero mi delato rápidamente con una sonrisa de oreja a oreja — ¡NO PUEDO! Si Fabio hizo algo peor contigo... yo puedo ser valiente —Vaciló para terminar su frase, es completamente normal que siente miedo. 

Yo sentía el miedo y más cuando no esperaba sentirlo en mi vida nunca más. 

— Gracias — Surruro e intento abrir el candado de la puerta que separaba el jardín de la cocina 

Tal como se había planeado salimos sin hacer ruido y con los documentos que yo necesitaba. El problema que nos esperaba ahora entrar al jardín otra vez y evitar hacer el menos daño posible a las plantas 

— ¿Será suficientes pruebas? No soportaría que al final nuestro esfuerzo no haga nada 

— Eso espero — No me quisiera desalentar ahora, principalmente cuando estaba tan cerca de alcanzar mi meta. 

Pretender que fallar no es una opción; me jodía, me molestaba. 

Acomodo las escaleras en la reja y motivo a Fátima que sea la primera en subir dado que es más lenta y mediosa que yo. Estaba alerta a todo los movimientos y ruidos a nuestro alrededor; cualquier cosa era indicios de que nos habían encontrado o visto. 

Cundo finalmente cruza me dispongo en pasarle los documentos  para subir lo más rápido del mundo; dado que solo quería salir de aquí y tirarme en los brazos tatuados que esperaban por mi esta vez. 

Moría por estar junto a él; vernos, abrazarnos, estar los dos. 

Pese a que Ríos no se encontraba de acuerdo con lo que mi mente distorsionada con la realidad planteaba; decidió unirse al plan y estar seguro que nada nos sucediera. Pero lo que él no sabe es que G está detrás de que todo haya resultado bien hasta el momento: las camáras, la unicación que le di para esperarnos, punto de entrada y salida, todo estaba perfectamente monitoreado, planeado por Gentleman.