Beta durazno [Saidahmo]

Maldición...

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Sana enciende la televisión, recostandose sobre su sofá. Aunque han pasado ya tres días, no puede dejar de pensar en lo mal que se sintió cuando Momo le dijo que no volviera a morderla. Hoy, al ver como Momo tenía una blusa que impedía que se viera la mordida que ella le hizo, nuevamente se sintió mal, pero sabe que no debería sentirse de ese modo. No puede evitar preguntarse qué le pasa, pero más importante ¿por qué hizo algo como eso? Ella nunca había hecho algo así, jamás. No es como otros Alfas que van por ahí mordiendo a cualquiera solo porque su instinto se los dice. Aunque Momo no es cualquiera para Sana y, además, no sabe si fue su instinto el que hizo que mordiera a la Beta. Aunque esa es la única explicación que puede encontrar para la situación.

- Esto es extraño...- se habla a sí misma-. ¿Por qué... sentí eso?- Lleva su mano hasta su pecho, sintiendo un vacío en el corazón al recordar las palabras de reclamo de Momo.

Se sintió tan rechazada en ese momento, tan lejos de su querida novia. Quizás se está volviendo loca.

Mira su teléfono. Su última conversación con Momo son sólo unos cuantos de mensajes de la Beta asegurándole que no debía preocuparse por ella y que todo estaba bien. Sana se cubre el rostro con un cojín. Se siente extraña y estúpida por lo que está pasando. Si Momo fuera una Omega entendería esa repentina adicción al aroma de la muchacha que le hizo "perder la conciencia" un segundo, pero Momo es una Beta.

¡Una Beta!

¡MOMO ES UNA BETA!

Los Betas no tienes efectos sobre los Alfas, ni los Omegas,  ni nadie. Son... nulos, Momo no debería causar nada en ella. Hasta donde la Alfa sabe, los Betas ni siquiera tienen feromonas. Sana se pone de pie, está inquieta. Quizás debería llamar a Nayeon para hablar con ella sobre el tema, incluso si sabe que su amiga va a burlarse de ella por lo que hizo. Necesita hablar con alguien sobre lo que pasó. Necesita una explicación para lo que le sucedió, aunque sea la más absoluta estupidez.

Ella ama mucho a Momo, de verdad que lo hace. ¿Pero morderla? Eso es algo que solo se le hace a los y las Omegas y, aunque Sana deseó por mucho tiempo que fuera así, Momo no es parte de esa casta. Realmente se está volviendo loca. No encuentra otra explicación. Se sienta nuevamente, intentando calmarse, ya pasaron tres días y sigue pensando en eso. ¡Maldición! Se pone de pie una ves más y va al baño. Se mira al espejo, observando sus colmillos, intentando buscar una explicación a lo sucedido.

- Estoy enloqueciendo-. Se dice a sí misma en voz baja.

El recuerdo de Momo bajo su cuerpo, con la mano sobre el cuello por la mordida que ella le había dado, llega a su mente. Su corazón comienza a latir con fuerza, aunque quiera negarlo la imagen de la Beta de ese instante es muy... sensual. Sana se moja la cara, no tiene que estar pensando en ese tipo de cosas en esos momentos, no es algo apropiado, además de que a Momo ni le gustó que la haya mordido.

Eso le duele un poco aún. Se lo atribuye a su instinto Alfa, aunque sabe que no debería dolerle. Momo está en todo su derecho de sentirse incómoda con haber sido mordida por ella. No es algo normal. Realmente no lo es, los y las Alfas no van por ahí mordiendo Betas ¡es inmoral y antinatural!

- ¿Qué está pasando conmigo?- Se pregunta a sí misma, viendo cómo sus colmillos crecieron ligeramente solo por el pensamiento de la imagen de Momo-. Estoy loca... dios mío.

Sana se moja el rostro otra vez. Necesita alejar sus pensamientos de Momo, de Alfas, Omegas y Betas. Tiene que calmarse y relajarse, necesita aprovechar que está a solas en su casa para pensar en cualquier otra cosa que no sea su novia y las muchas ganas que tiene de morderle el cuello una vez más y marcarla como suya para que ningun otro Alfa, hombre o mujer, se le acerque nunca más.

- Esto es lo peor, maldita sea-. Sigue hablando consigo misma. Va a su habitación y se recuesta en la cama, mirando el techo.

No sirve de mucho que tenga su habitación llena de recuerdos de muchas de las cosas que ha hecho con Momo desde el primer día en el que se conocieron. No puede dejar de pensar en su novia (no es como si alguna vez lo haya hecho antes) y eso la está frustrando muchísimo. Cree entender lo que Nayeon tenía que pasar al escucharle hablar de Momo una y otra vez.

Realmente cree que va a enloquecer.

Suspira, llevando sus manos hacia su rostro. ¿Qué debe hacer para no pensar en Momo? Hasta ese momento no había notado lo mucho que pasaba la japonesa mayor en su mente. Parece que no puede dejar de pensar en ella no siquiera por un solo segundo.

Se sienta en la cama. Su vista se dirige a la foto que tiene en su mesita de noche. Para nada es una sorpresa que sea una fotografía de ella y Momo. La mayor tiene una gran sonrisa mientras carga a Sana en su espalda. A la Alfa le gusta esa foto, cumplió la mayoría de edad el día que la tomaron y se sentía como si pudiera hacer cualquier cosa que quisiera en el mundo. Que lamentable es que las cosas no sean realmente así.

Suspira, toma su teléfono y mira los mensajes de Momo.

"Tranquila, Satang, está todo bien"

"No tienes que preocuparte, no estoy enojada contigo"

Sana suspira otra vez. ¿Realmente está todo bien? No puede creer en eso. Está inquieta y su imaginación llena su cabeza de miles de escenarios que podrían pasar por su culpa y su estupidez de haber mordido a Momo. Sus manos tiemblan. Deja el teléfono a un lado y sostiene su cabello, dejando sus dedos entre sus mechones. Su corazón late con fuerza y sus ojos se llenan de lágrimas que no va a poder llorar.

Quizás está sobrepensando.

Quizás realmente todo está bien.

Quizás... quizás arruinó todo.

Quizás Momo ya no quiera verla nunca más.

Quizás debería dormir y no despertar para no volver a hacer algo tan estúpido como morder a una Beta.

Quizás todo va a irse al carajo y Momo la va a dejar por no poder controlar sus instintos Alfas que no deberían despertar con Momo porque Momo es una Beta y nunca en la vida va a poder marcarla y su mordida solo le causa dolor e incomodidad. Quizás nadie nunca más pueda amarla porque es una imbécil que actúa sin pensar y se siente mal cuando su pareja le reclama por hacer algo que no debería haber hecho porque es antinatural y nadie debería intentar hacer algo como eso nunca en su vida.

Quizás...

"¿Satang?"

"Sé que debes estar pensando cosas"

"Por favor, créeme, no estoy enojada por lo que pasó"

"Me sorprendiste, pero no estoy molesta"

"No quiero que estés pensando cosas que no son verdad"

"Ocupé una blusa para cubrirlo porque no quiero que Nayeon me haga burla, tú conoces como es la idiota esa"

"Te amo, Satang"

Sana lee los mensajes de Momo, que se sienten tan cálidos como el suave sol de la primavera, sus manos aún siguen temblorosas. Parece que su pareja la conoce mejor de lo que cree y sabe que está sobrepensando las cosas. Ahora está un poco más calmada que hace unos minutos. Responde los mensajes de Momo con un simple "está bien" y deja su teléfono a un lado.

Suspira, quizás las cosas no están tan mal como ella cree.

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