estupor heroico

Capitulo 19

Los superhéroes eran una mierda .

Era un mantra muy trillado de Luna que resonaba en su cabeza mientras doblaba una esquina y se ponía firme, dándole a Sam la oportunidad de alcanzarla. La estabilidad no era algo que pudieran permitirse, no con su estilo de vida. Los talentos de Luna la hacían muy deseable en ciertos círculos, por lo que nunca era difícil encontrar trabajo. El trabajo lucrativo , por otro lado, el tipo de trabajo que pagaba bien y mantenía la posibilidad de terminar en el suelo con un par de esposas anuladoras de poder en las muñecas a un nivel estadísticamente aceptable, podía ser mucho más difícil de conseguir. Cuando los fondos abundaban, eso significaba que ella y Sam podían quedarse en un hotel elegante, o en un apartamento de lujo si no había ninguna urgencia particular por mudarse de dondequiera que se encontraran. Cuando su flujo de efectivo no era tan bueno, significaba que tenían que conformarse con alojamientos de calidad significativamente inferior, a menudo viviendo en cualquier vehículo que hubieran podido adquirir discretamente, o en casos más extremos, acampando en el bosque. Y a veces , cuando las circunstancias dictaban que debías minimizar la posibilidad de ser visto por una hermana curiosa que pasara de largo tanto como fuera humanamente posible, te conformabas con lo que pudieras conseguir. En este caso, eso significaba un motel de mala muerte ubicado en el fondo de un callejón tan oscuro y amenazador, que dar un paso adentro era esencialmente consentir que te asaltaran. O algo peor. Por eso, a pesar de lo mucho que quería tirarse en lo que ahora pasaba por su cama y dormir para siempre, en cambio le estaba dando a Sam todo el tiempo que necesitaba para guardar el auto a una distancia segura y alcanzarla. Era más seguro de esa manera. Afortunadamente, no pasó mucho tiempo antes de que viera una cabeza familiar de cabello rubio con mechas cian que sobresalía de la multitud. Y, a pesar del cansancio que asolaba su cuerpo, Luna todavía se encontró sonriendo cuando su compañera en muchas cosas finalmente apareció a la vista.

"Espero no haberte hecho esperar, cariño", dijo Sam, corriendo hacia Luna y dándole un cariñoso beso en la mejilla.

—Está bien —respondió Luna, envolviendo un brazo alrededor de su novia y acercándola. Luego, después de una cuidadosa observación de los alrededores, Luna condujo a la pareja hacia el callejón.

No eran solo los superhéroes el problema, ojo. Los villanos eran igual de malos a su manera. En realidad, en lo que a ella respectaba, el problema era toda la premisa, todo el paradigma . Pero eso era mucho más difícil de articular de una manera sucinta, por lo que se hicieron concesiones para transmitir su punto de vista de la forma más concisa posible. Este no era un sentimiento nuevo para ella de ninguna manera, aunque sus sentimientos hacia el concepto mismo de superhéroes y supervillanos se habían exacerbado, de manera bastante dramática, una vez que dejaron de ser idiotas ficticios en licra que luchaban batallas excesivamente dramatizadas para el consumo de las masas, y comenzaron a ser idiotas muy reales en licra. Todavía inflando el pecho y haciendo un espectáculo de sí mismos por el bien de la adulación y el dinero en efectivo, pero ahora con consecuencias muy reales. Y esas consecuencias no siempre se detenían en daños a la propiedad. Era bastante frustrante que Luna a menudo se encontrara extrañando los días en que el mundo era mucho menos fantástico. Cuando la normalidad había sido la norma.

En su juventud, los superhéroes siempre habían sido una faceta importante de la cultura pop, para gran ambivalencia de Luna. Se había involucrado con el tema porque eso era lo que la sociedad esperaba de ella. Siempre había visto el último festival de efectos especiales que producía Hollywood porque, sin importar cuántas películas de Los Vengadores y El Escuadrón del Igualitarismo hicieran, siempre había suficientes miembros de su familia ansiosos por verlas la noche del estreno, por lo que negarse a ir sería entrometerse descaradamente en el papel de Lucy como la depresiva residente de la Familia Loud. Y por mucho que Luna odiara esas películas, no podía quitarle eso a su espeluznante hermana pequeña.