estupor heroico

Capitulo 22

Lincoln Loud era un tema que nunca estaba lejos de la mente de Sam.

A pesar de haber vivido la mayor parte de su vida en el mundo pre-meta, la nueva normalidad había cambiado tan violenta y definitivamente desde entonces que a menudo podía resultar difícil recordar cómo eran las cosas en ese entonces. Sin embargo, recordaba a Lincoln Loud.

Sam recordó que, con frecuencia, él acababa orquestando sus propias desgracias y las de quienes lo rodeaban. Que podía ser impetuoso, egoísta e increíblemente miope. Pero, al final del día, su corazón solía estar en el lugar correcto. Ese era el Lincoln que Sam había conocido. El Lincoln que, a su torpe manera, se había ganado el cariño de la chica hasta tal punto que ella rápidamente había dejado de verlo como el hermano pequeño de su novia y, en cambio, como una especie de hermano sustituto para ella misma por derecho propio. Enseguida se había sentido atraída por Lincoln Loud, quería conocerlo mejor, estar allí mientras crecía, perseguía sus sueños, tal vez incluso encontraba el amor por sí mismo. La vida de Lincoln había estado llena de posibilidades y Sam se había sentido feliz de saber que ella estaría allí para presenciarlas.

Y de repente, ya no estaba.

La dinámica familiar en la Casa Loud se había deteriorado rápidamente una vez que los superpoderes habían entrado en juego. Por mucho que se quisieran, los Loud siempre habían sido un polvorín caótico, siempre a punto de estallar, y una parte considerable de la familia adquirió repentinamente habilidades sobrehumanas que terminaron exacerbando las cosas mucho más allá de lo que se podría esperar que cualquier familia pudiera afrontar. Las explosiones literales se volvieron mucho más comunes y mucho más violentas de lo que habían sido anteriormente, las secuelas de las frecuentes luchas internas entre los hermanos a menudo dejaban la casa y el área circundante en desorden, y en una ocasión Sam había sido secuestrada personalmente por un pequeño ejército de animales de peluche sorprendentemente feroces y un escuadrón de autodenominados "Murderbots" en la misma tarde. Más tarde descubrió que ambos lados en realidad habían estado buscando a Leni, lo que Sam decidió tomar como un cumplido. Su decisión de evitar sus frecuentes visitas a la Casa Loud llegó poco después, y con el pleno apoyo de Luna. No fue una decisión fácil de tomar, los Loud eran básicamente familia para Sam en ese momento, y su ausencia había dejado un vacío notable en su vida, pero en beneficio de su propio bienestar continuo, tenía sentido darles a los Loud algo de espacio con la esperanza de que todo esto terminara.

No hace falta decir que así fue. De una manera mucho más definitiva de lo que nadie hubiera podido imaginar. Y cuando el polvo metafórico se hubo asentado, Lincoln Loud se había ido. Un recuerdo agradable, pero demasiado fugaz, que fácilmente podría haberse perdido en medio de la avalancha de otros que pronto seguirían a medida que el mundo se volviera rápidamente mucho más complejo de lo que ella jamás hubiera podido anticipar.

La búsqueda de Lincoln había comenzado como un asunto pragmático. La lucha entre los Loud había demostrado al mundo lo peligrosas que podían ser las metahabilidades en las manos equivocadas, y el gobierno había intervenido rápidamente para abordar la situación. Les habían hecho una oferta a los Loud: someterse al entrenamiento y la supervisión que proporcionaba la entidad recién formada que eventualmente se convertiría en el Departamento de Asuntos Metahumanos, y no se tomarían más medidas contra su familia. La mayoría de ellos, todavía conmocionados por las consecuencias de sus acciones imprudentes, habían aceptado sin quejarse. Luna, por otro lado, cuando se le pidió que se ajustara al sistema que le había arrebatado a su hermano pequeño, había expresado sus sentimientos de la manera más sucinta que pudo. Había empacado sus cosas y se había ido, dejando un gran agujero en la unidad de alojamiento temporal que le habían asignado como una indicación bastante conspicua de su partida. Sam, por su parte, había apoyado de todo corazón esa decisión, y a pesar de la insistencia de Luna en que Sam la dejara a su suerte, Sam había elegido unirse a ella. Ella había elegido el amor, porque en lo que a ella respectaba, no había otra opción.