Capítulo 6: Oferta De Trabajo

134 31 6
                                    

Sarocha Chankimha

Estaba en la sala de la hacienda, con mi teléfono en mano, navegando sin rumbo en Instagram. Mi mente vagaba hasta que, casi sin darme cuenta, me encontré buscando el nombre de Rebecca Armstrong. La cuenta apareció rápidamente y me quedé embelesada observando las fotos y videos que había compartido. Eran realmente hermosos, y no pude evitar que una sonrisa se dibujara en mi rostro.

De repente, sentí un tirón en mi mano y mi teléfono desapareció. Me giré y vi a Sam, sosteniendo mi teléfono con una sonrisa traviesa.

—¿Por qué estás sonriendo así? —preguntó Sam, levantando una ceja.

Intenté quitarle el teléfono, pero Sam fue más rápida. En un movimiento ágil, le pasó el teléfono a Nam, quien se unió a la escena con una expresión curiosa.

—¿Quién es Rebecca Armstrong? —preguntó Nam, mientras mis mejillas se calentaban.

—Es la chica que le gusta a Freen —dijo Sam, riéndose a carcajadas.

Mi rostro se puso aún más rojo y traté de defenderme.

—¡No es lo que piensas! Apenas la conozco —dije, aunque mi tono no era muy convincente.

Sam y Nam intercambiaron una mirada cómplice, mientras yo intentaba recuperar mi teléfono sin éxito.

—Vamos, Freen, cuéntanos más —dijo Nam, sonriendo de oreja a oreja.

Suspiré, resignada. Sabía que no me dejarían en paz hasta que les dijera algo.

—La conocí en el aeropuerto y luego en la ciudad, es solo una coincidencia... pero hay algo en ella... —admití, sintiendo el calor en mis mejillas.

Sam y Nam se rieron juntas, disfrutando de mi incomodidad.

—¡Ay, Freen está enamorada! —canturreó Sam, haciendo que me sintiera aún más avergonzada.

Finalmente, Sam me devolvió el teléfono y traté de poner fin a la conversación, aunque no podía evitar sonreír al pensar en Rebecca.

—Dejen de molestar, ¿sí? Solo la encontré interesante, nada más —dije, tratando de sonar firme.

Pero el brillo en mis ojos y la sonrisa que no podía borrar de mi rostro traicionaban mis palabras.

Me volví a sentar, intentando calmarme después de la burla de Sam y Nam. En un mal movimiento, mi teléfono se resbaló de mis manos y cayó al suelo. Al intentar recogerlo rápidamente, presioné accidentalmente el botón de seguir en el perfil de Rebecca. Cuando lo tomé de nuevo en mis manos, sentí que la sangre dejaba de circular en mi cuerpo y grité del espanto de lo que acababa de hacer.

Nam y Sam me miraron confundidas.

—¿Qué pasó ahora? —preguntó Nam.

Cubrí mi rostro con un cojín, intentando esconder mi vergüenza.

—¡No puedo creer que hice eso! —murmuré, sintiendo que el calor subía a mis mejillas.

Sam, rápida como siempre, tomó mi teléfono de nuevo y sonrió, mostrándoselo a Nam. Ambas se rieron por mi desgracia.

—Vamos, Freen, no es tan malo como parece —dijo Sam, riéndose.

La habitación quedó en silencio cuando el teléfono vibró, anunciando una notificación. Sam lo abrió y se quedó sorprendida.

—¡Rebecca te ha mandado un mensaje por Instagram! —exclamó Nam, mirándome con ojos brillantes.

Quité el cojín de mi rostro y susurré, incrédula:

—¿Qué?

Me levanté rápidamente y le quité el teléfono a Sam, viendo con mis propios ojos que lo que decían era cierto. Rebecca me había escrito. Sentí una ola de nerviosismo, pero también una chispa de felicidad. Con manos temblorosas, abrí el mensaje, sin poder evitar sonreír ante la idea de que Rebecca también estaba interesada en hablar conmigo.

Sam y Nam me miraron expectantes, claramente queriendo saber de qué se trataba el mensaje.

—¿Y bien? ¿Qué dice? —preguntó Nam, con una mezcla de curiosidad y emoción en su voz.

Tomé un respiro profundo antes de responder.

—Rebecca dijo que le gustaron las fotos de mi perfil. Piensa que soy una gran fotógrafa y... me ofreció trabajar con ella en la empresa donde trabaja —dije, todavía asimilando la sorpresa.

Sam y Nam se quedaron en silencio por un momento, procesando la información, antes de que ambas comenzaran a hablar al mismo tiempo.

—¡Eso es increíble! —dijo Sam, con una gran sonrisa.

—¿Vas a aceptar la oferta? —preguntó Nam, con entusiasmo.

Me encogí de hombros, todavía abrumada por la rapidez con la que todo estaba sucediendo.

—No lo sé. Es una oportunidad increíble, pero también es un gran cambio —respondí, tratando de calmar mis pensamientos.

Sam me dio una palmada en la espalda.

—Freen, esta podría ser una gran oportunidad para ti. Y además, parece que Rebecca realmente está interesada en ti —dijo con una sonrisa traviesa.

No pude evitar sonreír también, sintiendo un poco de la emoción que Sam y Nam compartían.

—Supongo que tengo mucho en qué pensar —dije, más para mí misma que para ellas.

Sam y Nam asintieron, todavía sonriendo.

—Sea lo que sea, estaremos aquí para apoyarte —dijo Nam, y Sam asintió en acuerdo.

Me sentí agradecida por tenerlas a mi lado en este momento tan inesperado.

---

Después de compartir risas y conversaciones durante el almuerzo, me sentí agradecida por el apoyo de Sam y Nam. Al final de la comida, les dije que me retiraría a mi habitación para descansar un poco.

—Voy a mi habitación, chicas. Necesito un momento para procesar todo esto —les dije, levantándome de la mesa.

—Claro, Freen. Nos vemos más tarde —respondió Sam con una sonrisa, mientras Nam asintió.

Subí las escaleras y entré en mi habitación, dejándome caer en la cama. Tomé mi teléfono y abrí el mensaje de Rebecca, sintiendo un nudo de nervios en el estómago. Después de dudar un momento, escribí una respuesta.

"No estoy muy convencida", escribí, sintiéndome un poco insegura.

Segundos después, mi teléfono vibró con una nueva notificación. Era otro mensaje de Rebecca.

"¿Podemos reunirnos mañana? Me gustaría intentar convencerte de tomar el trabajo", decía el mensaje.

No pude evitar sonreír ante la idea de volver a ver a Rebecca. Sentí una chispa de emoción y, sin pensarlo demasiado, escribí una respuesta positiva.

"Claro, me encantaría. ¿A qué hora te viene bien?", envié, sintiendo que mi corazón latía un poco más rápido.

Apoyé la cabeza en la almohada, imaginando cómo sería nuestra reunión y sintiendo una mezcla de nerviosismo y anticipación. Mañana, tendría la oportunidad de conocer más a Rebecca y quizás, de empezar algo nuevo y emocionante.

O quizás solo me estoy ilusionando y ella no se siente atraída hacia mí.




Entre La Venganza Y El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora