Capítulo 9: Noche Pasada De Tragos

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Sarocha Chankimha

El sol me despertó cuando sus rayos quemaron mi rostro. Sin abrir los ojos, giré la cabeza e intenté moverme, pero sentí una mano en mi espalda. Mi corazón se aceleró y, al abrir los ojos, me encontré con Becky completamente dormida a mi lado. Me asusté y susurré: "¿Qué pasó?"

Me senté lentamente en la cama, cuidando de no despertarla, y noté que estaba desnuda. Mi mente corría a mil por hora, tratando de recordar cómo había terminado en esta situación. Sentí una mezcla de confusión y ansiedad. Observé a Becky por un momento, su rostro tranquilo y sereno. No podía negar que era hermosa, pero esto era inesperado y complicado. Mis pensamientos se entrelazaban, tratando de encontrar una explicación lógica.

Deslicé las sábanas para cubrir mi cuerpo, sintiendo la suave tela contra mi piel. Recordé fragmentos de la noche anterior: risas, conversaciones profundas y una conexión que había sentido con Becky. Todo parecía un sueño, pero ahora era una realidad que tenía que enfrentar.

Respiré hondo, intentando calmarme. Tenía que salir de la cama sin despertarla. Moví las piernas con cuidado, deslizándolas fuera de la cama y buscando mis ropas con la mirada. Encontré mi ropa esparcida por la habitación y comencé a vestirme lentamente. Mis pensamientos seguían nublados, pero una cosa era clara: necesitaba hablar con Becky cuando despertara.

Quería entender qué había pasado y cómo nos habíamos encontrado en esta situación. Mientras terminaba de vestirme, una sensación de nerviosismo se instaló en mi estómago.

De repente, Becky se movió y abrió los ojos lentamente. Nuestras miradas se cruzaron, y vi una mezcla de sorpresa y confusión en sus ojos. Ella se sentó, cubriéndose con las sábanas al darse cuenta de su desnudez, y nos quedamos en silencio por un momento, ambas tratando de encontrar las palabras adecuadas.

—¿Qué pasó?... —preguntó Becky, sin mirarme. Su voz suave y llena de interrogantes.

—Eso quiero saber yo... —dije, sin saber exactamente qué decir. La conversación que seguía iba a ser complicada, pero sabía que era necesaria. Lo que había comenzado como una mañana normal se había convertido en un momento crucial que cambiaría nuestra relación para siempre.

Noche Anterior...

Era de noche y estaba en la recepción del edificio, intentando en vano comunicarme con mi hermana. Cada llamada terminaba en el buzón de mensajes, y con cada intento fallido, mi nerviosismo crecía. No me sentía segura tomando un taxi a esa hora y tampoco sabía cómo volvería a la hacienda. Perdida en mis pensamientos, sentí una mano en mi hombro y solté un chillido, dando un pequeño brinco.

Al girar, me encontré con Becky riendo. Aliviada, pero aparentando estar molesta, le di un pequeño golpe en el hombro. —Me asustaste —le dije, antes de unirme a su risa.

—Los empleados planearon tu fiesta de bienvenida, es una tradición en la empresa  —dijo Becky, sonriendo.

Aunque sonreí al principio, recordé mi situación y mi sonrisa se desvaneció. —No puedo, necesito irme a casa aunque no sepa cómo —le dije, preocupada.

Becky se quedó en silencio por un momento antes de decir, —Si quieres, al final de la comida, yo misma te llevaré a casa, o puedes mandarle un mensaje a tu hermana diciéndole que te quedarás en mi apartamento esta noche. Pero por favor, acepta la invitación.

Suspiré al ver su rostro suplicante y finalmente sonreí. —Está bien, acepto.

Becky hizo un ademán de victoria y dijo, —El restaurante está cerca, podemos caminar.

Entre La Venganza Y El AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora