Sarocha Chankimha
Después del tenso encuentro con Becky, me esforcé por concentrarme en mi trabajo. Me sumergí en ajustar las luces y preparar el set para la próxima sesión de fotos. Cuando la hora del almuerzo llegó, Billy se me acercó con una sonrisa amigable.
-Oye, ¿quieres ir a almorzar conmigo?" preguntó.
Sacudí la cabeza, intentando parecer relajada. -Gracias, pero creo que me quedaré aquí. Tengo algunas cosas que organizar.
Billy asintió, aceptando mi decisión sin insistir. -Está bien, nos vemos luego. -Con una despedida amistosa, se dirigió hacia la puerta, dejándome sola en el set.
Continué organizando el equipo y conectando cables, concentrada en mi tarea. De repente, al enchufar un cable, la luz se apagó completamente, sumiendo el set en una oscuridad total. Solté un pequeño grito de sorpresa y mi corazón comenzó a latir con fuerza. Saqué rápidamente mi teléfono y encendí la linterna, intentando localizar el panel de breques.
Mientras giraba para buscarlo, la luz de mi linterna iluminó el rostro de alguien, lo que me hizo gritar aún más fuerte. La figura avanzó rápidamente, tomando mi mano. En un pánico, intenté defenderme, agitando mi brazo y empujando, pero todo lo que logré fue desequilibrar a ambos, haciendo que cayéramos al suelo.
-¡Suéltame! -grité, luchando contra la persona encima de mí. Mis movimientos eran desesperados, aunque torpes.
-¡Cálmate! ¡Cálmate, por favor! -La voz era masculina, y familiar. Paré de luchar por un momento, parpadeando al abrir los ojos y darme cuenta de que era el mismo chico que me había coqueteado la noche anterior en el restaurante.
-¿Estás más tranquila ahora? -preguntó, mirándome con una mezcla de diversión y preocupación.
Asentí, respirando profundamente para calmarme. -Sí, sí... lo siento -murmuré, sintiéndome avergonzada por mi reacción exagerada.
Él me ayudó a levantarme justo en el momento en que las luces se encendieron de nuevo. La claridad repentina reveló una figura familiar en la entrada del set. Becky estaba allí, mirándonos con una expresión de confusión y... ¿molestia?
El chico se levantó rápidamente, extendiéndome una mano para ayudarme a ponerme de pie. -No era mi intención asustarte -dijo con una sonrisa medio divertida.
Becky se acercó, sus ojos oscilando entre nosotros. -¿Qué está pasando aquí? -preguntó, su voz neutra, pero con una sombra de algo más que no pude identificar.
-No es nada, solo un pequeño accidente -respondí rápidamente, soltando la mano del chico y alisando mi ropa nerviosamente.
El chico intervino, -Sí, fue un malentendido. El apagón fue inesperado y... bueno, aquí estamos.
Becky asintió lentamente, su mirada fija en mí. -Me alegro de que todo esté bien -dijo, pero había algo en su tono que me hizo sentir incómoda. -Tal vez deberíamos verificar esos cables, -agregó, mirando alrededor del set.
-Sí, definitivamente -respondí, queriendo salir de la situación lo más rápido posible. El chico se disculpó una vez más y se retiró, dejándonos a Becky y a mí solas en el set.
La tensión en el aire era palpable, y no estaba segura de qué decir o hacer. Todo lo que podía pensar era en la mirada en los ojos de Becky, que aún me hacía sentir algo... extraño.
Becky permanecía en silencio, sus ojos aún mirándome de manera inquisitiva. La tensión en el aire era palpable. Finalmente, no pude contenerme más y pregunté:
-¿Te pasa algo, Becky? ¿Por qué pareces tan molesta?
Ella parpadeó, como si la hubiera sacado de un trance. Se quedó en silencio por un momento, claramente pensando en su respuesta. Finalmente, soltó una pregunta:
-¿Por qué razón estabas tú con Zed en esa posición? -Su tono era molesto, casi enojado.
Al escuchar el tono de su voz, algo hizo clic en mi mente. ¿Celos? ¿Estaba Becky celosa? No pude evitar soltar una risa interna ante la idea, y me costó mantener una expresión seria. Respiré hondo antes de responder, tratando de mantener la calma.
-Zed es un chico interesante -dije, encogiéndome de hombros, disfrutando un poco de la situación.
Becky entrecerró los ojos, claramente molesta por mi respuesta despreocupada. No estaba segura de cómo interpretar su reacción, pero algo en su expresión me hizo sentir un extraño placer. ¿Realmente estaba celosa? ¿Por qué? Mientras trataba de descifrar sus sentimientos, me di cuenta de que, independientemente de su respuesta, esta situación estaba cambiando la dinámica entre nosotras.
Becky, con una expresión decidida en el rostro, respondió:
-No tienes derecho a interesarte en Zed. Si eso pasa, lo despediré.
Mi sorpresa era palpable. ¿Cómo podía Becky decir eso tan fácilmente? Mi voz salió más fuerte de lo que esperaba:
-Eso no es justo, Becky.
Becky simplemente encogió los hombros, restando importancia a mis palabras. Su actitud me frustraba aún más, y con una mueca de desdén, giré los ojos antes de darle la espalda para salir del set.
Sin embargo, antes de que pudiera dar un paso, sentí la mano de Becky cerrándose alrededor de mi muñeca, deteniéndome en seco. Su cuerpo se presionó contra mi espalda, y su brazo pasó por mi vientre, atrayéndome más cerca de ella. Mi mente intentaba mantener la calma, diciéndome que no debía ser débil ante la cercanía inesperada.
Sentí un suave beso en mi cuello que hizo que mi respiración se acelerara. Antes de que pudiera articular una palabra, Becky giró mi rostro hacia ella y me besó, sus labios encontrándose con los míos en un beso intenso y urgente.
Mis pensamientos se desvanecieron por completo mientras sus labios se movían con desesperación sobre los míos. Aunque mi mente aún estaba confundida y conflictuada, no podía negar la intensidad de la emoción que sentía en ese momento.
Por un momento, me sentí completamente encantada, perdida en el calor del beso de Becky. Nos movimos con pasos torpes, tropiezos de pasión, hasta chocar contra una pared. Solté un leve gemido, sorprendida por la intensidad del momento. Nuestros labios seguían buscando los del otro, y sentía que podríamos haber llegado mucho más lejos si no hubiera sido por una inesperada interrupción.
Becky y yo nos separamos rápidamente, girando la cabeza hacia la fuente del sonido que nos había hecho detenernos. Mi corazón se hundió cuando vi a Nat parado allí, sosteniendo un ramo de flores. El rostro de Becky se tornó pálido, mientras yo sentía una mezcla de molestia y decepción. Mis labios se torcieron en una mueca amarga.
-Mira quién llegó, tu amado novio -susurré, con una clara nota de sarcasmo en mi voz.
Nat parecía ajeno a lo que acababa de presenciar. Lo saludé con una mezcla de cortesía y molestia, intentando mantener la calma mientras me arreglaba el cabello desordenado por el calor del momento. Sentía una oleada de arrepentimiento y autocrítica. Había caído nuevamente en las redes de Becky, y no podía evitar sentirme tonta por dejar que eso sucediera una vez más.
Con un último vistazo a Becky, me giré y me dirigí hacia la salida, mi corazón latiendo descontroladamente y mi mente llena de confusión.
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Entre La Venganza Y El Amor
FanfictionRebecca Armstrong tenía una vida perfecta hasta que su hermano, Richie, se suicidó, dejando una devastadora carta que revelaba el motivo de su muerte. Consumida por el dolor y el enojo, Rebecca jura vengarse de la persona responsable. Sarocha Chanki...