CAPITULO 6

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Había una situación de la cual no estaba enterada Penelope, su peor enemiga Cressida también estaba interesada en Lord Debling, y no se la dejaría fácil. Penelope busco a Debling y lo encontró conversando, pero unos segundos después se dio cuenta que eran Cressida y Eloise; trato de pasar desapercibida, pero él ya tenía rato buscándola entre la gente, y en el preciso momento que la vio la llamo -Srita Featherington, no me negara el placer de su compañía esta mañana no es así?- por supuesto que Pen se quedo con ellos, pero durante toda la conversación no fueron mas que ataques pasivos en su contra de parte de Cressida, lo que mas le incomodaba no era que Cressida los hiciera o que Debling estuviera en el medio, era que su amiga Eloise estaba ahí parada sin hacer nada para defenderla.

Durante todo el evento, Penelope sintió la profunda mirada de Colin, y es que no se la había apartado ni un solo momento. En cierto momento y debido a las ráfagas de viento que estaban sucediendo desde que llegaron, se comenzaron a aflojar los agarres del globo. Colin se dio cuenta que sin lugar a dudas el globo iría directo hacia donde se encontraba Penelope ajena al peligro que podría estar sucediendo en este momento.

Así que corrió para agarrar las cuerdas y les grito a los caballeros que le ayudaran, mas el viento era muy fuere y pese a los esfuerzos el globo seguía avanzando. Cuando se dieron cuenta Cressida, Eloise, Debling y Penelope; ya se encontraba muy cerca, así que los tres primeros corrieron hacia un lado, pero Penelope lo hizo hacia el otro y tropezó,; cuando Lord Debling se dio cuenta corrió a su lado y la protegió con su cuerpo. A pesar de que Colin había salvado el día, para Penelope su héroe fue Debling al interponerse entre ella y el globo, pese a que el golpe hubiera sido fatal; lo cual le cayo como balde de agua fría a Colin.

Por la noche hubo un concierto en una conocida casa, donde toda la sociedad iba a asistir, y no por lo prodigiosas que serian las señoritas al interpretar sus instrumentos, si no mas bien por la relevancia que tenia dicha familia. Penelope se encontraba sentaba hasta el frente con su mamá, un poco después Lady Danbury se sentó atrás de ellas y comenzó a platicar acerca del concierto, ya que tenían los programas en la mano y Lady Danbury sabia por Lady Violet que Penelope era una mujer muy culta e inteligente.

La estuvo interrogando acerca de Debling, de si realmente estaba interesada en él – Ese Lord sería un afortunado si una señorita como usted posara sus ojos en él – Penelope sonrió apenada y se sobre salto al escuchar una voz masculina diciendo – Claro que sí! El hombre que este con ella será el mas afortunado del planeta!- la voz era de Colin, que había logrado colarse hasta sentarse justamente atrás de ella. Lady Danbury solo asintió y en ese momento comenzó el concierto.

Por supuesto que Colin no escucho el concierto, ni mucho menos dejo a Penelope que lo disfrutara, se la paso todo el tiempo hablándole muy cerca del oído. Y no era por que la platica estuviera particularmente interesante, mas bien era que él no quería dejar de oler ese perfume que había aprendido a extrañar desde aquel beso. Penelope ocasionalmente reía un poco más alto por los comentarios sarcásticos que decía su amigo, siempre sin voltear a verlo, y no por que no quisiera, si no que al tenerlo tan cerca se le hacia casi imposible no querer besarlo nuevamente como esa noche. Tenia su olor en la nariz, la embriagaba, pero sabía que nada había sucedió y nada sucedería, así que no tenia mas que seguir disfrutando de su amistad, aunque fuera en ese lugar oscuro, donde nadie podía ver que ellos dos estaban embargados por su presencia.

Del otro lado del salón se encontraba Lord Debling y se había dado cuenta de la manera en la que Colin se había comenzado a acerca a Penelope, más cuando comenzó el concierto y se apagaron las luces le fue imposible seguirla viendo. Hubo tres actos, y siempre que prendían las luces, Colin estaba perfectamente sentado, pero con una gran sonrisa al igual que Penelope, hasta un poco sonrojada. Comenzó a sentir algo extraño al ver a esa mujer, le parecía muy hermosa, pero al platicar con ella había descubierto una inteligencia maravillosa; sus conversaciones con ella le parecían supremamente interesantes, siempre tenían tema del que hablar, ella había leído cientos de libros de todos los ámbitos, nunca se podría aburrir con ella.

Al terminar el concierto, Debling se acercó a Penelope y le ofreció una bebida, lo tomo del brazo y se retiraron, Colin quedo paralizado al ver con ella se alejaba del brazo de otro hombre que no era él. Esa noche se dio cuenta que Penelope había logrado entrar en su corazón, pero no como amiga, si no mas bien como mujer; y se dio cuenta que podría perderla al no hablar.

La siguiente noche había un baile, y Colin estaba decidido a contarle sus sentimientos, no importaba si lo hacia frente a todos o si la apartaba para hablar con ella. Pero desde el momento que Penelope ingreso al baile fue interceptada por Debling y comenzaron una interminable charla. Violet se dio cuenta de cómo Colin parecía león enjaulado viendo como Penelope no cesaba de platicar con Debling, cómo le sonreía y cómo le prestaba atención. -Sabes Colin, tu padre y yo éramos amigos antes de casarnos, pero gracias a que él reunió las fuerzas para pedirme que fuéramos novios, es que nos casamos, por que nos amábamos, pero ocultábamos todo bajo la máscara de amistad, deberías tomarlo en cuenta cariño – le dio un beso y se retiró.

En ese preciso momento Debling se retiró y Penelope comenzó a caminar, así que fue a encontrarla; cuando estuvo frente a ella se perdió en sus ojos y en sus labios y no logro que saliera alguna palabra, Pen se intranquilizo un poco por el semblante que tenía; un minuto después apareció Debling solicitándole a Penelope el baile que le prometió, ella volteo hacia Colin para ver si reaccionaba, pero solo dio un paso hacia atrás; así que ella acepto el baile y se retiraron a la pista. Ese baile fue la tortura más grande que había recibido Colin hasta ese momento, ese baile público significaba una cosa: Penelope comenzaría a ser cortejada por ese caballero. Y un sentimiento que nunca antes había sentido le estaba consumiendo el interior: celos.

AUN SIN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora