CAPITULO 22 MI AGATHA, MI DULCE AGATHA

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Ese inicio de temporada no era diferente de otros más, cómo las últimas tres temporadas, Penélope viajaba a Londres para dejar a su hija bajo el tutelaje de su madrina, sabiendo perfectamente que pasaría tiempo con los Bridgerton, la Reina y Portia; lo cual la hacia muy feliz, ella deseaba que el destino de su amada niña fuera diferente al de ella, la cubría siempre de palabras bellas, de besos, levantarle el ánimo, Pen quería que su Agatha fuera una mujer fuerte, capaz de hacer cualquier cosa y no dejarse de nadie, y lo estaba logrando, por supuesto que también ayudaba el carácter que había heredado de la familia de su padre.

Llegaron esa tarde a Londres, Agatha estaba inmensamente feliz, amaba estar con Danbury y las visitas a la ciudad – Penélope querida, te quedaras algunos días?- No me será posible en esta ocasión, pero regresare en un mes y medio y prometo que estaré unos días. Se retiraron al gran comedor, cenaron, Rae le preparo el baño a Penélope y después se acostó. Mientras en el puerto llegaba un gran barco de exploración, regresaba después de varios años un conocido integrante de la sociedad Londinense, Lord Debling volvía a hacer su aparición.

Por la mañana muy temprano y después de desayunar, Penélope se despidió de su hija y de Lady D -Prometo regresar en un mes y medio mi amor! – le dio un fuerte abrazo a la pequeña y se fue. En la casa Bridgerton recibían el mensaje de que Agatha ya se encontraba en la ciudad, por lo que decidieron visitarla ese día, y organizarse con Lady Danbury de que días estaría con ellos. El día paso rápido, Agatha amaba a Violet, y sus tíos la adoraban, y cómo no hacerlo si era como tener a la dulce Penélope entre ellos, pero cuando se enojaba indiscutiblemente era Eloise. Acordaron que el fin de semana a partir del viernes y hasta el martes estaría con ellos, lo cual hizo muy feliz a Agatha, ya que estando con ellos, podía visitar todos los días a su abuela Portia, la cual agradablemente la adoraba y le cumplía cualquier capricho.

El viernes temprano fueron Eloise y Violet por la pequeña, ya le habían mandado a hacer un guardarropa completo, Violet amaba hacerlo, los vestidos eran sin duda hermosos, y Agatha se sentía una princesa en ellos. Cuando llegaron a casa lo primero que quiso hacer fue ir con su abuela Portia la cual ya la esperaba con sus galletas favoritas, en realidad era una gran cómplice de Agatha, quería volcar en ella todo el amor que le había negado a su madre. El día sábado recibieron una visita inesperada en la casa B, Colin entraba a la casa, solo que en ese momento sólo se encontraba Anthony, el cual lo recibió con un gran abrazo – Y Amelia? Pensé que venia contigo?- se tuvo que quedar un poco mas de tiempo en casa de sus padres, su hermana esta a punto de dar a luz y quiere quedarse con ella unos meses – se sentaron, pero Colin aun tenia el resentimiento contra Anthony, nunca volvió a tocar el tema, hasta ese día que le pregunto directamente el por qué había tomado a Penélope si sabia que él la amaba y prácticamente había sido su esposa. Anthony no supo que contestar, lo tomo por sorpresa, así que le conto que para él siempre había sido una mujer muy hermosa, y que en algún momento llego a pasar por su mente el cortejarla, más apareció Kate y se enamoro perdidamente de ella – No la tome por la fuerza, nunca lo haría, además ella es una dama, no pienses mal de ella, te aseguro que siempre ha sido y será una dama- Colin no entendía como le decía eso si aceptaba que se había acostado con ella, no quería más problemas con él.

Quería aprovechar ese tiempo que Amelia no estaría para sincerarse con ella, y sabia exactamente quien le diría donde estaba. Subió a su habitación donde ya estaba su equipaje, cuando entro había pedido que le arreglaran el baño, así que subió directamente a bañarse, cuando entro también pidió una gran charola de bocadillos, moría de hambre y quería comer algo antes de ir a la Mansión Danbury. Cuando termino de arreglarse vio la charola de bocadillos y comenzó a comer mientras pensaba que le diría a Lady D para convencerla; escuchó pisadas pequeñas por el pasillo, se le hizo raro y se asomó lentamente, solo para descubrir que una hermosa niña pelirroja caminaba por el pasillo con una charola llena de bocadillos – Buenos días mi Lord! No lo había visto, te llamas Colin, y viajas por el mundo, es correcto?- sus ojos se llenaron de lagrimas al ver aquella niña, era ella, cada día se parecía mas a Penélope, solo que mas alta, pero tenia su misma gracia, su manera de hablar, su sonrisa, era ella, Agatha.

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