CAPITULO 9

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Cuando Penelope escucho estas palabras y observo como Colin la devoraba de pies a cabeza por el reflejo del espejo, pudo sentir esa chispa de seguridad que le brindaba el deseo que comenzaba a acrecentarse en su interior. Comenzó a besarle el cuello mientras con sus manos tomaba sus pechos, le parecían hermosos, realmente su imaginación no les había hecho justicia, eran infinitamente mejores que lo que había soñado un centenar de veces. Penelope sentía como su vientre estaba ardiendo, y mas cuando una de las manos de Colin comenzó a bajar hasta quedar en su intimidad, no resistió ese sensación, se giro y lo beso como no creía que podía hacerlo, con fiereza, con necesidad, con deseo....

Poco a poco sin dejar de besarla la llevo a la cama, le recostó suavemente, y frente a ella sin romper con el juego de miradas que tenían, se desvistió. Penelope se encontraba muy nerviosa, pero a la vez le causaba gran curiosidad ver el cuerpo de un hombre desnudo frente a frente, ya que las únicas veces que lo había hecho eran en pinturas y esculturas... pero nada la preparo para lo que vería.

El miembro viril de Colin estaba más que listo, emergió al momento de que los pantalones cayeron al piso, era grande, grueso, completamente erecto y esta listo para la batalla. Penelope abrió los ojos tan grandes después de verlo, e inmediatamente miro los ojos de Colin; a él le pareció el gesto más adorable que podría haber visto, ver a una Pen asombrada por su virilidad, pero a la vez temerosa, pero también veía en ella el deseo; le pareció aún más hermosa, cayo a sus pies, no podría hacer mas que adorarla, mas que besar el piso donde ella caminaba, ahí estaba la mujer que amaba, y le iba a entregar su inocencia.

Se acerco a ella lentamente, y la besó de una manera dulce – No temas, yo haré todo – por supuesto que si Penelope no contestara, no sería Penelope, ella era curiosa, investigadora y por supuesto, amaba probar sus teorías. Ella le dijo que le explicara que hacer, quería estar involucrada, no quería estar solo de receptora, como Colin ya la conocía, le dijo que lo tocara, y ella comenzó a tocar su rostro, cabello, espalda... cada toque de ella lo ponía a mil. La volvió a besar con tanta pasión que casi no podían respirar. Devoro su cuello, tratando de ser lo mas delicado posible, si se pudiera, bajo a sus pechos, los amaba y tenerlos ahí justo frente a él lo volvió loco.

Metió uno de ellos en su boca, mientras con la otra mano masajeaba salvajemente el otro, Penelope gemía y se arqueaba, no sabía a ciencia cierta qué era lo que estaba sintiendo, pero lo adoraba. Entonces Colin comenzó a bajar hacia el vientre, entre besos iba probando como centímetro de su piel camino a su intimidad. Ella se sobresalto al ver como estaba a nada de tener su rostro en ese lugar – ¡No Colin! – pero él no escuchaba, abrió sus piernas un poco mas a pesar de su resistencia y se hundió en ella, con ese gesto, Penelope ya no pudo decir más, había algo que estaba sucediendo en su interior que la estaba consumiendo. La lengua de Colin estaba haciendo estragos con ella, hacia que se moviera de maneras "indecentes", su rostro estaba mas que ruborizado, su boca no paraba de jadear, su cuerpo había cobrado vida propia y ella no tenia control de él – sabes deliciosa Pen! – de repente volvió a sentir como Colin introducía poco a poco un dedo, luego dos y después tres. Entraba y salía de ella y la estaba volviendo loca! En ese momento sintió una explosión en su interior, en su cabeza, en su centro, en todo su cuerpo, y grito!

Cuando Colin se dio cuenta de esto, quiso ver el rostro de ella en el climax, completamente lleno de deseo y la adoro, amo que él hubiera sido capaz de hacer eso en Penelope, su Penelope – Ya estas lista! – comentó Colin sacando sus dedos de su interior, cuando Pen lo vio a los ojos pregunto un poco confundida - ¿Hay algo más?- Colin solo asintió con una temeraria sonrisa, mientras se metía los dedos en su boca y los lamia como si fuera el postre más delicioso que había probado en su vida, ella se ruborizo pero amo ese gesto – Te dolerá un poco, pero te prometo que solo será la primera vez – asintió Pen, y observo como aquello que había visto se ponía en su entrada -No creo que... - en un suave movimiento Colin introdujo la mitad y ella sintió como invadía su privacidad, pero le gustaba.

En ese momento él sintió la prueba de su virginidad – Ahí viene el dolor, pero solo será un momento – volvió a repetir, empujo mas duro y ella abrió aun mas los ojos, reclamando, pero a la vez, aceptando. Poco a poco Colin vio que sus gestos ya no eran de dolor, vio como comenzaba a disfrutar, fue cuando comenzó a embestirla con más fuerza y a un ritmo mayor.

Ella lo tenia tomado de la espalda, la acariciaba, y juguetonamente bajaba a sus nalgas, eso estaba haciendo que Colin perdiera el sentido de todo, solo le importaba ella, el aquí y el ahora. De un momento a otro algo comenzó a arder en el centro de ambos, los dos llegaron al mismo tiempo y explotaron en un intenso orgasmo que dejó a Colin sin fuerzas, tendido con todo su peso sobre ella. Por su parte, Penelope estaba mas que feliz, aún sentía a Colin dentro de ella y eso le fascinaba – Creo que me estas aplastando – soltó una risita y Colin se bajo de ella. Era extraño verlo así, a pesar de que le sonreía y que le había dado un dulce beso en los labios, se veía sin fuerzas, y no entendía el por qué.

Si embargo, había algo en su interior que no se quería apagar, algo que la llamaba a pegarse a él, a sentir su piel, su calor, su olor.... Comenzó con dulces besos cerca de la mandíbula, mientras con una mano tocaba su pecho de una forma que él estaba a nada de tomarla nuevamente. No paso mucho tiempo antes de que la jalara hacia él y la comenzara a besar con esa fuerza que ella tanto estaba deseando; la sentó sobre él y comenzó a devorarla otra vez, en ese momento Penelope volvió a sentir como se endurecía bajo ella, vio el rostro de Colin y se pudo dar cuenta que le comenzaba a incomodar el hecho de que no se le permitiera estar libre. Recordó como él se había introducido en ella y para sorpresa de Colin, Penelope repitió la misma escena, ahora eran sus manos las que tomaba su miembro y se adentraba en su centro. Comenzaron nuevamente, Penelope instintivamente cabalgaba a Colin, y él estaba perplejo, ya que sus maravillosos pechos estaban en su rostro y los tenía para él solo.

Fue una tarde muy productiva para estos dos enamorados, cuando de repente tocaron la puerta, Colin adivino que eran los sirvientes que comenzaban a traer sus cosas a su nuevo hogar. Penelope estaba muy apenaba, y a decir verdad, de ese hermoso peinado con el que había entrado no quedaba ni lo sombra, eso sin contar el color rojo de su rostro y otras partes de su cuerpo. Colin la vio y se acercó a ella dándole un beso. Comenzó a vestirse él rápidamente para recibirlos, le explico rápidamente que saldrían por una puerta trasera y nadie se daría cuenta de que habían estado ahí solos toda la tarde. Vio el estado en el que se encontraba ella, Pen se dio cuenta – Estoy hecha un desastre verdad? – Colin solo sonrió y asintió – Sí, pero eres mi desastre! - 

AUN SIN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora