CAPITULO 4

387 30 0
                                    


Los seis meses en el campo pasaron volando, Penelope se refugió en su casa de campo, no salía a menos que su madre la obligara. Recibió cada dos semanas por lo menos cartas de Colin, pero ninguna fue contestada. Portia por su parte, comenzó a correr el rumor de que había recibido una herencia de una tía lejana; así que nadie tuvo dudas de donde provenían los fondos con los que ahora se ostentaba. Al finalizar la temporada, Prudence recibió una propuesta de matrimonio, que por supuesto aceptaron; por lo cual la boda fue en el campo; en ese momento lo que más le importada a Portia era que sus hijas se embarazaran para así tener al heredero y reclamar el título nobiliario.

Cuando Penelope regreso a Londres, también lo hizo la ya famosa LW, la cual sorprendió gratamente a toda la sociedad, ya que en su última publicación se despedía. Ahora cuidaría más sus palabras, ya que sabía que su ex amiga sabia quién era, y ya no tenía ese anonimato. Esa temporada la familia Bridgerton presentaría en sociedad a la tercera hija Francesca, la cual a comparación de su hermana Eloise, estaba muy dispuesta y contenta por su debut. La mayor de las mujeres Dhapne ahora era la Duquesa de Hastings, el mayor de la familia, el Vizconde Anthony por fin había encontrado a su Vizcondesa, nada más y nada menos que Kate Sharma. Ambos hermanos estaban verdaderamente casados por amor y eso no podía tener más orgullosa a Lady Violet.

La mañana de la presentación, arribo cierto caballero con aspecto un tanto desalineado y salvaje, regresaba a casa Colin Bridgerton. Penelope estaba observando como su amiga junto a su familia salían de casa para dirigirse a la presentación de Francesca, cuando vio como un hombre alto, con ropa demasiado casual se acercaba a la familia. Todos gritaron al mismo tiempo su nombre y lo abrazaron, Penelope lo observo desde lejos, le parecía diferente, y a pesar de que había volteado hacia donde estaba ella, Colin al no recibir respuesta se dirigió a su familia.

La mañana de debutantes no podía ser más aburrida, no había ocurrido nada extraordinario, la Reina no eligió a su diamante. Cuando todos se dirigieron a la comida en honor de la Reina, no fue para todos una sorpresa que ella no asistiera, más toda la sociedad estaba ahí. Cuando llego Penelope con su familia, pudo ver como Colin platicaba animosamente con las debutantes; pero lo que más le dolió fue encontrarse a su amiga Eloise del brazo de Cressida, era algo que no podía entender, ya que siempre la había rechazado y Eloise sabia del maltrato que ella recibía de parte de Cressida.

Entre las pláticas y demás, de pronto sintió como alguien se acercaba a ella, era Colin; ahí estaba frente a ella, después de tanto tiempo, lo veía con diferente peinado, se veía mucho más maduro, ya no era aquel muchacho que se había ido seis meses antes, su piel era más tostada, su ropa era muy diferente, pero sobre todo, su actitud era lo que desconocía. La saludo, ella le respondía de la manera más cortes, le hizo un comentario de su ropa y él se lo contesto intentando entablar una plática como siempre lo habían hecho; más lo único que logro fue que Penelope lo dejara con la palabra en la boca y se marchara.

Colin la había buscado desde que llego, pero cuando vio a lo lejos a Portia y sus hermanas, supo que Penelope estaba ahí; así que se dedicó a buscarla, la encontró junto a una estatua, pensativa y mirando hacia un determinado lugar. Le pareció más hermosa de lo que la recordaba, pero algo no estaba ahí, esa sonrisa y calidez que tanto extrañaba de ella. Al saludarla fue muy cortante y despectiva con él; después de intercambiar un par de palabras se marchó y lo dejo ahí parado, sin decir nada.

Ese día Penelope decidió cambiar su aspecto, ya tenía ese cambio en su interior, pero ocupaba que todos lo vieran por fuera; así que fue con su amiga Geneve para que la ayudara en ese cambio. Después de unos días comenzaban los bailes de la temporada, siendo el primero el de Lady Danbury. Penelope ya había recogido algunos vestidos, ese día se pondría uno verde oscuro, con guantes largos del mismo color y con ayuda de su doncella se hizo un cambio en el pelo y el maquillaje.

AUN SIN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora