CAPITULO 13 LA DECISION

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Para Penelope fue una noche terrible, su corazón anhelaba que Colin estuviera junto a ella toda su vida, que le diera todo ese amor que le había jurado, que le hiciera el amor como se lo había hecho, que sus ojos se encendieran con el mero pensamiento de estar solos; añoraba esas tardes juntos platicando, riendo, platicando de cualquier tontería. Pero también un sentimiento comenzaba a crecer en su interior, un sentimiento de amor propio, un sentimiento que nunca antes había sentido; a pesar de que Colin era el amor de su vida, ella comenzaba a entender que la persona mas importante tenia que ser ella misma y nadie más.

Espero pacientemente toda la mañana, nada ocurrió aparte de que su vestido de novia llego, los arreglos estaban a tope, la misa seria a las 10 de la mañana, la cocina estaba que ardía tanto de gente como de preparaciones; su mamá sin duda alguna estaba echando la casa por la ventana, la veía tan feliz, pero le daba lastima el pensar que Colin podía dejarla en el altar.

Fue con Eloise en un descuido de Portia, ella le dijo que no había visto en todo el día a Colin, que le dolía decirle eso, pero que no había dormido en su habitación, no sabía dónde lo había hecho; solo había escuchado a Anthony y su mama recriminarlo muy fuertemente ese mediodía, después escucho que azotaron la puerta y no supo nada más. – Amiga, en este momento iré con él, si quieres hablar creo que será el momento – Penelope negó con la cabeza – Si realmente le intereso a tu hermano, tiene hasta las 7 de la tarde para buscarme, si no lo hace, entenderé – se despidió de su amiga y se retiró a su hogar.

Por supuesto que Eloise no se quedo con los brazos cruzados, salió corriendo a la habitación del Colin, ahí estaba, sumido en sus pensamientos, con la barba a medio crecer, olía a alcohol, con la ropa totalmente desaliñada y de un humor de los mil demonios – No me interesa lo que piensas, solo te vine a avisar que Penelope estuvo aquí, y te informa que tienes hasta las 7 de la tarde para resolver esta situación, si no vas con ella la perderás idiota! – Colin no reacciono, solo la volteo a ver e hizo un ademan de que no importaba.

Las horas pasaron, eran casi las 7 y no había ni una sola señal de cualquier Bridgerton, cuando dieron las 7, sus ojos comenzaron a llorar, no podían parar, volteo a ver su vestido, le estrujo el corazón, porque lo había elegido con tanto amor, siempre pensando en que le gustaría a Colin, su ajuar estaba a un lado, todo, todo lo había elegido en base a lo que a él le gustaría... la comida, los colores, eran los de él... todo era él... y la había abandonado. Para colmo de males, Rae le había informado un par de días atrás que la fecha de su periodo se había retrasado, así que a efectos, tenia cerca de una semana de retraso; si bien en un primer momento pensó que quizá era por el estrés que le había generado todo, el comenzar a sentir diariamente nauseas por las mañanas le hizo cambiar de opinión.

Pero no importaba si estaba embarazada o no, lo que importaba era que el amor de su vida la había abandonado, importaba que no le interesaba a él cómo se sentía, solo le importaba lo que él sentía – No eres el hombre del que me enamore, ese hombre hubiera sido incapaz de dañarme, ese hombre me hubiera protegido contra todos – en su interior se formo una decisión, se formo una idea. Esa noche tenia que hablar con su familia, esa noche tenia que dejar todas las cartas sobre la mesa, no podía permitir que su familia se hundiera en la vergüenza al tener que albergar en sus filas a una mujer abandonada, y ahora, embarazada. – Madre, ocupo hablar contigo –

Portia le dijo que le diera unos momentos y podrían hablar, esos minutos los utilizo para mandar una carta a la Reina donde solicitaba una audiencia a primera hora, le iba a revelar quien era LW. Cuando Portia se sentó con Penelope no tenia ni la menor idea de lo que le diría

-Mamá, primero necesito pedirte perdón, no estoy del todo arrepentida, pero quiero que sepas que es lo que en ese momento sentía, nunca fuimos la familia mas unida y fue mi único escape, Madre yo soy Lady Wisthledown – Portia no salía de su asombro, recordó todo lo que habían pasado cuando se filtro lo de Marina, cómo se había expresado de sus hermanas, de ella y de Penelope misma – No pretendo que me entiendas, pero si que me escuches, Colin se entero de todo y me repudio, le di como ultimátum el día de hoy y no se presentó, ni siquiera se tomo la molestia de mandarme algún mensaje, no pretendo avergonzarlos mas con el hecho de que mañana no se presente madre.

Le explico que estaba demasiado herida, que Colin era el amor de su vida, pero no podía soportar que no la aceptara con todo lo que ella era, le dijo lo importante que sabia que tenia que ser para ella misma, y que si él realmente estuviera enamorado de ella, la aceptaría con todo lo que traía consigo – No me ama madre, no como yo creía, no como él quiso hacerme creer, y para aumentar tu vergüenza, me tome demasiadas libertades con él, pero todo lo hice por amor y no me arrepiento, porque yo sí lo amo –

Portia comprendió a su hija de cierto modo, lo vio en sus ojos, vio todo lo que había sufrido, nunca había reparado en lo que la hacían sentir las frases de ella o de sus hermanas; siempre le había parecido la mas parecida a ella, y quería que fuera diferente su vida, por eso la quería endurecer, pero en vez de eso la daño, la daño tanto que tuvo que crear una personalidad que la defendiera de su familia misma – Mi niña, perdóname, nunca me di cuenta del daño que te hacia! Pero de ahora en adelante haremos lo que tú quieras, tienes todo mi apoyo! – realmente Penelope agradeció esas palabras – muchas gracias madre, tengo que avisarte que mañana tendré una audiencia a primera hora con la Reina, le diré la verdad, por que no quiero dejar ni un cabo suelto, me tengo que marchar, no puedo estar aquí, mi corazón no resistirá, pero primero tengo que arreglar todo. –

Portia acepto todo cuando Penelope le conto de su plan. Tiempo atrás Pen había comprado una pequeña cabaña, cuando habían ido al campo en una ocasión tiempo atrás habían tenido que desviarse hacia un camino que nunca había transitado por cuestiones del carruaje, ella se había enamorado del pueblo, era pequeño y a lado de un bello lago, había una pequeña cabaña y mientras su mamá presionaba al cochero por que arreglaran el carruaje ella se había ido a indagar de quien era. Había imaginado estar ahí viviendo sola, por supuesto en ese momento Colin no figuraba, era mágico todo ahí; consiguió los datos, llegando a Londres se contacto con su abogado y le dijo que se pusiera en contacto y llegara al mejor precio. No había pasado mucho tiempo antes de que el abogado le dijera que todo estaba resuelto, que la cabaña era de ella y que había sido casi un regalo, el dueño no la quería y casi habría pagado por que alguien se la quedara. Cuando se comprometió con Colin, mando a arreglarla, ya que quería pasar un tiempo ahí con él, ese lugar le parecía increíble y quería disfrutarlo con su esposo.

Toda la noche Portia la paso cancelando todos los preparativos, quizá podría recuperar algo de dinero, aunque le parecía increíble, pero lo intentaría. Penelope con ayuda de Rae hicieron sus maletas, le ayudo a hacer todo, a tener todo listo; escribió cartas para Eloise, para Lady Bridgerton y para el Vizconde, ellos eran los únicos que merecían una explicación, en las cartas les explicaba su verdadera personalidad, les decía que ese era el motivo de su rompimiento con Colin y que la perdonaran por no decírselos personalmente. La carta a Eloise era mas compleja, en ella le decía como se sentía, como tenía el corazón roto, cómo su alma estaba desgarrada, también le decía que se iba a confesar a la Reina, que la perdonara, pero cuando estuviera en mejores condiciones se comunicaría con ella, pero no sería a su casa – Me comunicare contigo a la casa de mi madre, ella ya lo sabe todo, no se que pasara conmigo, solo quiero que sepas que te llevo en mi corazón – fueron las ultimas palabras de Penelope hacia Eloise.

Las cartas las había mandado en la madrugada, tenían un lugar especial para cartearse, Eloise había salido a fumar antes del alba, estaba demasiado nerviosa para dormir, entonces vio la señal de que había correspondencia de Penelope, corrió y vio tres cartas: una para su mamá, otra para Anthony y la tercera para ella... entonces lo comprendió – Penelope se fue! -

AUN SIN TIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora