Capítulo 50: Fin de la hibernación

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Al siguiente día Lionel se sentía dichoso, estaba acostado junto a su compañera que yacía profundamente dormida boca abajo con su cabeza posicionada de lado. La ha estado contemplando desde que despertó, su piel blanca cubierto por algunas pecas que resaltan sus grandes ojos marrones y pestañas, sus mágicos labios, su pelo rebelde por las mañanas y su espalda tentadora donde se mostraban dos marcas conyugales, la de Winston en la columna justo a la altura del corazón y unos centímetros más arriba, justo debajo del cuello estaba la suya, la figura de un pavo real siendo la mitad de un color verde azulado y la otra blanca. Él siempre ha odiado su condición, pero en su hembra siente que se ve hermoso.

No podía creer lo rápido que se unieron. Pensó que el apareamiento no sería el mismo día que se lo propuso, pero no se queja, todo lo contrario. Ahora entiende por qué los machos se obsesionan con hacer el amor con sus parejas; el placer obtenido es mucho mayor de lo que había imaginado. Además, quizás fue mejor haberse unido ya. Todos saben que cuando acabe el invierno, Darek va a monopolizarla varios días tras su hibernación.

Decidió sorprenderla llevándole el desayuno a la cama. Fue a la cocina para preparar frutas y cortar rodajas de pan. Sin embargo, es sorprendido por Julio.

"¿Qué haces aquí? ¿Con quién está Alicia?", pregunta Julio exaltado.

"Está en la pieza durmiendo. Solo vine a preparar algo para comer", responde Lionel, extrañado por su reacción.

"Vuelve. Yo sigo aquí y les llevo el desayuno. Se nos olvidó decirte que Alicia, desde el accidente, no soporta estar sola. Especialmente en las mañanas, al despertar de pesadillas, comienza a llorar, y la única forma de calmarla es abrazándola. Una vez la dejamos en la pieza para que durmiera un poco más, pero cuando Winston entró, Alicia estaba en medio de una crisis, apenas respiraba. Desde entonces, nunca la dejamos sola", explica Julio.

Lionel comprendió la importancia de la situación y corrió a la pieza. Al llegar, encontró a Alicia mirando hacia todos lados con pánico, sus ojos brillantes, con lágrimas a punto de brotar. A Lionel le dolió el pecho verla así; no conocía esta faceta de ella, aún afectada por el ataque. Corrió hacia ella y la abrazó, repitiendo una y otra vez que no estaba sola, que estaba a salvo con él. Una vez que sintió que se calmaba, decidió desviar su atención.

"¿Cía, viste dónde está mi marca conyugal?", Alicia lo miró, negó con la cabeza y comenzó a buscar con curiosidad en su cuerpo la ubicación de la marca.

"No la encontrarás porque está en tu columna, en la unión entre el cuello y la espalda".

En estas circunstancias, Alicia extrañaba objetos de su vida anterior, como espejos o cámaras fotográficas, para poder ver las marcas conyugales en su espalda. "¿Estás feliz?", le pregunta Alicia a Lionel, queriendo saber si se conforma con la posición de su marca.

"¿Bromeas? ¡Nunca había sido tan feliz en mi vida! Todo gracias a ti, mi Cía", dice Lionel mientras la abraza.

"¿Aunque sea una hembra llorona que no puede estar sola como un cachorro?", pregunta Alicia con los ojos vidriosos. No le gusta la nueva versión de sí misma, pero tiene esperanza de mejorar con el tiempo, pues ya ha visto cambios en los últimos meses.

"Me encantas Cía. Además, te cuento un secreto. A todos los machos que conozco les gustan las hembras dependientes de sus machos. Nos hace sentir útiles, cuidándolas y brindándoles lo que necesitan", confiesa Lionel para hacerla sentir mejor.

Cuando Alicia era humana, este pensamiento anticuado habría ofendido sus ideales de ser una "mujer empoderada". Sin embargo, desde que renació, se ha visto influenciada por la cultura del mundo de las bestias. Ahora, solo se alegra de que sus compañeros no la vean como una carga molesta y disfruten cuidándola, especialmente en estos tiempos en los que se siente tan vulnerable.

Julio interrumpe los pensamientos de Alicia con el desayuno, acto que la hace darse cuenta del hambre que siente. Se sienta, pero nota que está desnuda. Aunque ya no se avergüenza después de más de un año desde que se apareó con sus primeros compañeros, por alguna razón, en ese momento se siente tímida. Quizás porque es su primera mañana con Lionel en ese estado. Por lo tanto, le pide que le traiga una prenda de vestir.

Finalmente, los días pasaron y la temporada fría dio paso a la de lluvias. Alicia estaba jugando al dominó con Lionel y Osmon mientras los cachorros corrían por la casa, persiguiendo un insecto volador. Sin embargo, Alicia se distrae por una brisa que se filtró dentro de la casa. Al volverse para buscar el origen del viento, se encuentra con Darek en la entrada. Alicia se emocionó y, con la ayuda de Osmon para ponerse de pie debido al embarazo, corrió a los brazos de Darek. "Mi cabello de fuego, te extrañé tanto", dijo Darek mientras la miraba detenidamente. "Pensé que estarías con cachorros o a punto de dar a luz a estas alturas".

Alicia se rió de que esas fueran sus primeras palabras después de meses sin verse. "Yo también te extrañé, mi serpiente", respondió antes de darle un beso. "Respecto a mi embarazo, es un cachorro de ciervo, el tiempo de gestación es más prolongado", explicó Alicia.

"Te siento un olor nuevo. ¿Te apareaste con Lionel?", preguntó Darek.

"Sí, ahora él también es de la familia", explicó Alicia, nerviosa por no haberle avisado o consultado antes.

"Veo que ya todos tuvieron su momento contigo", dijo Darek mientras la alzaba en sus brazos y caminaba hacia la habitación. "No nos molesten, hace varios meses que no tengo la oportunidad de mostrar mi amor hacia mi cabello de fuego. Ahora es mi momento de hacerla gritar de placer", declaró Darek antes de cerrar la puerta.

"¿Acaso era necesario agregar esa última parte?", preguntó Alicia, habiendo olvidado el lado desvergonzado de su compañero.

"Todos saben que es conmigo con quien más disfrutas hacer el amor, mi cabello de fuego. No hay nada que ocultar", dijo Darek con seguridad antes de besarla apasionadamente, dando inicio a la acción.

Horas más tarde, Alicia estaba actualizando a Darek sobre todos los acontecimientos ocurridos durante la temporada fría. "... además, Qin dio a luz a tres lobos muy adorables. Apenas comenzó el trabajo de parto, el rey mono me pidió que la acompañara en caso de que surgiera alguna dificultad. Por suerte, no hubo problemas, aunque me sentí mal por Mark, ya que los cachorros son de Shuu..."

Darek se sentía feliz y en paz escuchando a su compañera, quien le hablaba con entusiasmo para que él se sintiera incluido después del tiempo que estuvo ausente. Decidió recostar su cabeza en los muslos de Alicia, un gesto que ella había visto hacer a Julio en múltiples ocasiones. Este acto sorprendió levemente a Alicia, ya que Darek solía ser del tipo seductor o de ofrecer cuidados, pero rara vez pedía mimos. Seguramente el tiempo separados le había afectado, pensó Alicia.

Hola mis bellas lectoras! ¿Cómo están?

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Alicia renacida en el mundo de las bestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora