Alicia renacida en el mundo de las bestias

Capítulo 1: Recuerdos del pasado

El día comenzó como cualquier otro para Alicia. Despertó después de tener un sueño extraño, pero lo olvidó inmediatamente al sentir el familiar aroma de una deliciosa comida que su padre, el caballo Bastián, solía preparar para ella y su madre. Se encontraba rodeada por sus hermanos tigres, con quienes disfrutaba durmiendo debido a su calidez. Siguiendo el dulce aroma, se sentó junto a su madre, Vera, una hembra de ciervo como ella, para esperar el desayuno. Vera tenía cabello rojizo, ojos oscuros, tez blanca y una figura esbelta que Alicia admiraba profundamente, anhelando algún día ser tan hermosa como ella.

Aunque ambas no intercambiaban muchas palabras, Alicia no se sentía incómoda con el silencio. Su madre prefería la tranquilidad y evitaba las multitudes y el bullicio. Mientras disfrutaban de su desayuno en silencio, su padre biológico, Esteban, llegó a casa trayendo bayas, la fruta favorita de Vera. Esta le agradeció con una sonrisa. Luego, su atención se dirigió hacia Alicia y le propuso ir al mercado con él, tentándola con la promesa de comprarle algo delicioso. Normalmente, Alicia rechazaría la oferta, prefiriendo la seguridad y tranquilidad de su hogar, pero por alguna razón, sintió que debía aceptar esa invitación ese día.

Partieron hacia el mercado, con Alicia en brazos de su padre. Mientras observaba con curiosidad los productos en los puestos, notó un collar muy particular con un colgante en forma de ciervo hecho de madera. La figura le resultaba familiar y de repente, un recuerdo la invadió: su novio le había regalado uno similar cuando cumplían cinco años juntos. Sin embargo, era imposible; Alicia nunca había tenido novio ni había conocido a alguien que se lo hubiera dado.

Sumida en una tormenta de emociones, Alicia luchaba por procesar la devastadora verdad que se revelaba ante sus ojos. Los recuerdos de su vida pasada en el mundo humano la atormentaban mientras trataba de comprender el inesperado giro que había dado su existencia. Recordaba claramente su vida anterior: a los 26 años, había sido una psicóloga dedicada. Después de un día agotador atendiendo pacientes, solía regresar a casa emocionada por sumergirse en las novelas que tanto le fascinaban. Eran historias de mujeres que eran transportadas a mundos habitados por bestias, donde encontraban aventuras y romance.

En esos relatos, las mujeres eran apreciadas por los hombres, podían tener múltiples parejas atractivas si lo deseaban, y los hombres las cuidaban como si sus vidas dependieran de ellas. Pero lo que más atraía a Alicia no era eso, sino el hecho de que los hombres eran completamente leales a ellas por el resto de sus vidas, donde la confianza ya no sería un tema de preocupación.

Sin embargo, el mundo de fantasía se desvaneció bruscamente cuando un mensaje en su celular sacudió su realidad. Era un conjunto de fotos de su novio con una compañera de trabajo, una sospecha que siempre había estado latente en su mente, pero que él siempre había negado. Su novio, con quien compartía ocho años de relación y cinco de convivencia, era el pilar de su vida. Él y su gata, Clavel, a quien habían adoptado juntos, eran su refugio y su felicidad en un mundo que parecía desmoronarse día a día.

Intentando mantener la calma y pensar con claridad, Alicia decidió darse un baño de tina para relajarse y reflexionar sobre qué hacer ahora. Sin embargo, invadida por las emociones, no prestó atención a sus pasos y se resbaló en la ducha, dando un golpe en la cabeza que la sumió en la oscuridad de la inconsciencia.

Ese fue su último recuerdo de su vida como humana, una imagen borrosa de su antigua existencia que se desvanecía lentamente en el rincón más oscuro de su mente. Con el eco de sus recuerdos resonando en su conciencia, Alicia se dio cuenta de que había renacido en los mundos de las novelas que tanto amaba leer en su tiempo libre. La transición de una realidad a otra fue desconcertante, pero emocionante al mismo tiempo, como si hubiera cruzado el umbral hacia un universo de posibilidades infinitas.

Ahora todos los puntos se unieron. Desde el día en que cumplió doce primaveras, comenzó a tener sueños extraños de un mundo desconocido, de una niña que parecía ser ella, pero en verdad no lo era. Compartía con una familia que no era la suya, conducía un auto del que no tenía idea de su existencia. Al principio, pensó que eran simples fantasías y sueños que podía ignorar, pero persistía una extraña sensación en su interior. La sensación de no encajar en ese mundo se desvaneció, reemplazada por una comprensión repentina de lo que debía hacer.

Con los recuerdos de su vida pasada y la actual fusionándose en una amalgama confusa, Alicia se encontró enfrentando una nueva realidad con una mezcla de nostalgia y determinación. Decidió que en este mundo, sus futuros compañeros serían amados y tratados con respeto. No podía asegurar que no habría favoritismo, pero se esforzaría para que todos fueran felices y encontraran su lugar en ese universo lleno de maravillas y desafíos.

Mientras estaba absorta en sus pensamientos, rodeada por el bullicio del mercado de la ciudad de las bestias y tomada en los cálidos brazos de su padre, su mirada se detuvo en un imponente tigre albino de tres rayas con una cicatriz en el ojo. Una sensación de reconocimiento se apoderó de ella mientras observaba al felino con atención. ¿Sería él quien creía que era? La pregunta reverberó en su mente, añadiendo una capa más de misterio a su vida en este intrigante mundo de bestias.

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Esta es mi primera vez escribiendo una historia, jamás pensé en hacerlo y todavía no puedo creer que lo estoy haciendo. Esta historia es creada por mera entretención mía.

Me disculpo si hay incoherencias o faltas en la redacción, cualquier crítica constructiva de buenas intenciones es bienvenida <3

Espero que la disfruten!!!