Capítulo 9: Compañeros

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Al tercer día de convivencia, Winston fue convocado por el rey tigre, dejando a Julio a cargo de Alicia. Mientras tanto, Julio se dedicó a cocinar algo reconfortante para aliviar el malestar de Alicia, quien despertó con una incomodidad abrumadora. Sentía un ardor que le recorría todo el cuerpo, especialmente la entrepierna, y necesitaba urgentemente algo que aliviara su desesperación. Julio, preparando la comida, se dirigió hacia la habitación de Alicia para dejarle su plato, pero se detuvo al ver su a compañera explorando con sus manos la zona prohibida que tanto anhela, con la esperanza de calmar el ardor, sin éxito. Impactado por la situación, Julio no pudo evitar voltear el plato de la comida, solo para ser sorprendido cuando Alicia, al notar su presencia con las pupilas dilatadas y la respiración agitada, se lanzó hacia él, fundiendo sus labios con los suyos, dando inicio a la acción.

Más tarde, mientras Winston regresaba con unas manzanas para Alicia, notó la presencia de algunos machos merodeando cerca de su territorio y comprendió de inmediato la razón. El momento que tanto esperaban había comenzado. Espantó a los intrusos y dejó las frutas en la puerta, esperando a que terminaran. Aunque experimentaba emociones encontradas, sabía que pronto tendría una compañera, lo que le daría sentido a su vida. A pesar de sentir cierta envidia por no ser él quien estuviera con ella en ese momento, su deseo de ver a Alicia feliz superaba cualquier otro sentimiento.

Después de varias horas, Julio asomó la cabeza, visiblemente cansado pero con los ojos llenos de vitalidad y orgullo al ser el macho oficial de su enamorada. "Winston, es tu turno de pasar. Ahora se ha desmayado de cansancio, pero creo que pronto su cuerpo le exigirá seguir apareándose". Aunque Winston no esperaba que Julio le cediera el turno tan fácilmente, sabía que se llevaban bien y que lo más importante era complacer a Alicia. Asintiendo nervioso, entró con las manzanas para entregárselas. Al adentrarse, percibió el intenso olor a apareamiento y el aroma del celo de Alicia, lo que lo llevó a levantar a su amigo en un instante. Pasaron alrededor de tres horas esperando a que Alicia despertara y, cuando empezó a mostrar signos de recuperación, se acercó con una manzana, pensando en el hambre que seguramente tendría.

En el momento que abre los ojos y lo ve, Winston le ofrece de comer, pero ella tenía otros planes en mente, lanzando la manzana lejos, le quita la falda y ve a su amigo listo para la acción, esto el calor en la parte baja de Alicia. Lo dirige rápidamente a la cama para que se acueste boca arriba, lo monta y lo introduce rápidamente, su cuerpo quedó inmóvil por un segundo debido a la conmoción causada por el tamaño del miembro de Winston, a pesar de ello, gracias a su excitación rápidamente su cuerpo se acostumbró y comenzó a moverse. Todo pasó tan rápido que Winston todavía estaba procesando lo que estaba sucediendo, solo podía concentrarse en admirarla el como Alicia lo montaba una y otra vez, el como su pelo desordenado ondeaba con cada movimiento mientras se deleitaba con los dulces sonidos que emitía. Pensaba en la suerte que tenía de haberla conocido y lo hermosa que se veía en ese momento.

Por su parte, Alicia, estaba sumida en el éxtasis del placer, expresando en voz alta: "Winston, por fín estoy cumpliendo mi sueño de ser uno, ahora solo deseo ver tus pupilas dilatándose al tocar mis pechos y a tu miembro creciendo con cada movimiento. Quiero sentir tus dientes mordiéndome los labios y a tus ojos borrachos, luchando por mantenerse abiertos para mirar mi cuerpo, mientras te excitas con cada sollozo. No aguanto las ganas de tener tu lengua sometiéndose a mis deseos y llevándome hasta el cielo. Quiero tenerte en cualquier lugar en cada momento del día". Estas palabras llevaron a Winston al límite. Cambiaron de posición, y él tuvo sus suaves caderas blancas entre sus manos, listas para someterla a una tortura de placer.

Horas más tarde, Winston estaba respondiendo desde su gemido a la boca que subía por sus muslos, a las manos que lo acariciaban y lo guiaban para un beso profundo, el grito ahogado cuando su lengua alcanzaba el clítoris y nacía esa succión, dando como resultado que su amada alcance nuevamente el paraíso.

Los siguientes tres días estuvieron turnándose. Cada vez que ella se desmayaba del cansancio, daban el paso al otro para seguir con el ritual de apareamiento. Los roles consistían en que mientras uno se unía a su amada, el otro espantaba a los machos curiosos y ansiosos por cortejar a la hembra.

Mientras tanto, otro ser, desde lo más recóndito de su escondite, observaba con envidia la unión apasionada de Alicia y sus compañeros, quienes se entregaban sin reservas en el nombre del amor. Con cada suspiro de placer que se filtraba a través de la oscuridad, su corazón anhelaba desesperadamente experimentar esa misma conexión íntima. Aunque se encontraba atrapado en las sombras, incapaz de cruzar la barrera que los separaba, su deseo ardiente por compartir ese vínculo especial seguía ardiendo con intensidad. En silencio, se resignaba a seguir siendo un espectador solitario de su amor, con la esperanza latente de que algún día, quizás, encontraría la manera de acercarse a ella y reclamar su lugar en su corazón.

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Finalmente se unieron!!!!! Espero que le haya gustado <3 Sería feliz de recibir estrellas y comentarios de su parte.

La verdad no sé si escribir contenido erótico es para mí, diganme si quieren que siga incluyendo esto más adelante por favor.

Alicia renacida en el mundo de las bestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora