Capítulo 57: Final

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"¡Mamá!, mírame ¿Cómo me veo?", le pregunta Sofía a Alicia, luciendo su nuevo vestido.

La belleza de su hija no tenía comparación, con su mirada atrevida que hipnotizaba con sus ojos color índigo, su cabellera que parecía ser un manto de la noche por su largo y oscuro color. Su piel blanca resplandecía a la luz del sol, y su espíritu juguetón la hacía incluso más atractiva. Era una copia exacta de su padre tanto en apariencia como personalidad. "Te ves hermosa, mi Sofi. Es increíble lo grande que estás", exclamó Alicia con nostalgia.

"Claro que ya estoy grande, y pronto formaré mi propia familia. Hoy hablaré con Sven, Harry, y Jackson para que sean mis compañeros cuando llegue mi ciclo estral," determinó Sofía con seguridad. Sven era el hijo mayor de los leopardos de Bai, mientras que Harry y Jackson eran hijos de Qin. Harry, un lobo, era hijo de Shuu, y Jackson, un águila, hijo de Muir.

Han pasado 16 años desde que Alicia tuvo a sus hijos tritones con Liam. Ahora, su hija Sofía está a punto de alcanzar la adultez y se prepara para formar sus propias parejas. Muchos de los otros hijos de Alicia ya han alcanzado la madurez; algunos se han centrado en fortalecerse, mientras que otros han comenzado a buscar pareja. Sus primeros cachorros de tigre: Mayor y Menor, junto a Ciervi ya se han unido con la hija de Bai. Desde su nacimiento, ellos nunca se separaron de ella, así que era algo esperado.

Alicia estaba sumida en sus pensamientos cuando sus cachorros tigres, de apenas tres años, rompieron una fuente que había creado recientemente con un material similar a la greda. "¡Cachorros! ¡Tengan más cuidado o llamaré a papá Winston!" los amenazó, exasperada. Últimamente, habían estado más inquietos y traviesos que de costumbre.

Al escuchar el nombre de Winston, los cachorros huyeron rápidamente al patio para evitar ser regañados.

"No puedo creer que en menos de un año tendré mis propios cachorros. Ya puedo sentir que mi celo se acerca," dice Sofía, emocionada.

"Son un poco desastrosos, pero su ternura lo compensa con creces," comenta Alicia en voz alta, sonriendo.

Justo en ese momento, Darek llega a casa y saluda a Alicia con un beso. "Estoy listo para llevar a mi hija con esos machos débiles. Si se atreven a rechazarla, los devoraré de un solo bocado," anuncia Darek, con un tono amenazador.

Alicia, después de todos estos años con Darek, sabe que sus palabras están llenas de disgusto y tristeza porque su hija querida pronto dejará el hogar. Sin embargo, él se niega a admitirlo abiertamente. Alicia se ríe internamente de la actitud de su compañero y se despide de ambos, deseándoles suerte.

Al observarlos partir, Alicia se siente profundamente satisfecha y feliz con la vida que ha construido y la familia que ha formado. Desde que tuvo a los hijos de Liam, ha tenido algunos cachorros más con Osmon, Lionel y Winston, todos concebidos por la falla de su poción anticonceptiva.

Desde que todas sus parejas ya eran padres, Alicia decidió no tener más cachorros a menos que ellos mostraran un verdadero interés en tener más hijos. Los partos en este mundo, sin anestesia ni la tecnología del mundo humano, eran agotadores y dolorosos. Aunque amaba a sus cachorros, sentía que necesitaba un descanso de la maternidad. Además, sus compañeros nunca le presionaron para que volvieran a ser padres, conscientes del sufrimiento y riesgo que implicaba dar a luz. Siempre priorizaban su bienestar por encima de todo.

Alicia estaba ocupada ordenando el desastre que sus hijos habían dejado, cuando Julio la detuvo y tomó la tarea en sus manos. Ella lo observaba con aprecio mientras limpiaba; su dulce Julio ahora era tetramarcado, habiendo demostrado una increíble disciplina en su entrenamiento. Era inusual que bestias herbívoras alcanzaran la cuarta marca, a excepción de toros o caballos, lo que hacía que se sintiera especialmente orgullosa de él.

Alicia renacida en el mundo de las bestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora