Capítulo 27: Árbol venenoso

1.1K 168 2
                                    

Alicia y Winston llegaron a la casa después de una agradable cita. Inmediatamente al entrar, Alicia notó el exquisito olor de la comida cocinada por Julio. "¿Qué huele tan maravilloso, Julio? Me ha dado mucha hambre solo con olerlo," comentó Alicia disfrutando del aroma.

"Guiso de verduras, me lo enseñaste hace un tiempo. Y está listo para que lo disfrutes," respondió Julio sonriendo y mirándola con esperanza. Alicia entendió que esperaba una recompensa, así que le dio un beso y un apretón en la cola. Ante este último acto, Julio se puso tenso y rojo. "¿Q...qué haces?", preguntó Julio tartamudeando.

"Una recompensa y un adelanto de lo que se viene después por lo buen compañero que has sido conmigo," le susurró Alicia al oído. Notó cómo un bulto comenzó a crecer en la falda de Julio. "Pero tienes que aguantarte hasta la noche, Julio. No te emociones todavía," añadió entre risas, ya que de vez en cuando le divertía molestar a Julio.

Julio, sonrojado de pies a cabeza, intentaba disimular su reacción con las manos.

"Julio, ya tengo hambre. ¿Vas a servir la cena o debería comerte a ti?", dijo Alicia guiñándole un ojo.

Julio se puso aún más nervioso y corrió a servirle un plato a Alicia. "No sé si quiere recompensarme o torturarme," pensó Julio.

Una vez en la mesa y todos reunidos, Alicia decidió que era el momento para discutir el tema del árbol.

"Debo conversar algo importante con ustedes". Todos la miraron expectantes. "Hace unos años, fui con Winston a un jardín del rey mono que estaba prohibido para gente fuera de la realeza. Yo no sabía, pero alcancé a estar unos minutos y vi un árbol que se parecía mucho a uno venenoso que había en mi tribu de ciervos. Hoy le comentaba a Winston que siento que es muy peligroso que alguien lo tenga en su poder; podrían asesinar a alguien y nadie sospecharía. Por lo que me gustaría deshacerme de él, pero primero hay que verificarlo."

"¿No es muy peligroso?", preguntó Julio.

"Primero debemos verificarlo, quizás sea una conjetura mía," contestó Alicia. "Además, puede que el futuro haya cambiado y ya no exista. Aún así, la insistencia con la que nos echaron en el pasado del jardín es demasiado sospechosa," pensó para sí misma.

"Osmon, hace unos días me comentaste que durante tu tiempo como guardián aprendiste bastante sobre plantas. ¿Crees que podrías ayudarme a identificar el árbol?", preguntó Alicia.

"Claro, ¿pero cómo piensas ir si está en el jardín prohibido?", respondió Osmon.

"Lo vine pensando en el camino. Un día de estos pienso ir donde Qin, ahora somos amigas. Voy a intentar convencerla para ir juntas al jardín; a ella no le negarán la entrada y, cuando estemos ahí, Osmon debe dar su opinión de experto. Estoy segura de que a Qin, como madre de su primer cachorro que tanto le costó tener, no le gustará tener eso en su castillo. ¿Qué les parece mi plan?", preguntó Alicia.

"Me parece bien mientras no te expongas a peligro y con Osmon estarás segura," comentó Winston.

"¿Solo irás con Osmon?", preguntó Julio con ojos tristes.

"Creo que sería lo mejor, ya que es menos probable que nos permitan entrar al jardín si somos muchos. No te preocupes, esta noche te recompensaré extra por esto también," dijo Alicia guiñándole un ojo mientras, por debajo de la mesa, le acariciaba la entrepierna. Julio se puso rojo, intentando controlarse. "Ahora seguiré comiendo mi cena y Julio será mi postre," agregó, sonriendo y mirando a Julio de reojo.

Osmon y Winston entendieron que esa noche dormirían en la otra habitación. Mientras tanto, Julio intentaba repasar todas las recetas de comida que conocía con tal de distraerse y calmarse para que su amigo baje. "Alicia a veces es realmente cruel," suspiró Julio para sus adentros.

Alicia renacida en el mundo de las bestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora