Capitulo 12

9 1 0
                                    

Alix

Termino de asear mi habitación y la acomodo a mi gusto. Estoy tan sudada y tan sedienta que bajo por un vaso de jugo para luego ducharme y salir a caminar un rato por los alrededores con Johana.

Jessica salió anoche con unos amigos y llegó un poco tarde, quería acompañarme a conocer el lugar, pero no la quiero molestar.

Noto la pequeña raya que tengo en la frente, es una herida reciente, me la hice ayer en la noche cuando estaba en el baño, me agaché para agarrar el cepillo de dientes que se me había caído, al no darme cuenta que estaba cerca del lavamanos, me golpeé la frente. Se me hizo un círculo bastante notorio, esa parte se me inflamó y de lo fuerte que me di, la piel se me abrió un poco.

Ahora se ha vuelto un pequeño morado, estaba rojo en la madrugada y ha ido evolucionando porque cambia de color. A veces pienso que en un momento se me convertirá de todos los colores. Trataré de tapármelo el día del compartir de mi hermana, no quiero salir desastrosa en las fotos. No es que sea muy amante de ellas, pero hay momentos en los que son necesario enmarcar sonrisas, ilusiones, felicidad y lo mejor de todo, un nuevo comienzo.

—Ya estoy lista—bajo las escaleras para encontrarme con Johana en la sala.

Está sentada en uno de los muebles con sus piernas cruzadas y hablando con Sara, que cuando me mira no disimula en observar el pequeño moretón de la frente. Ella fue quien me curó y dio analgésicos para el dolor. La cabeza no dejaba de retumbarme anoche, era como si tuviera bombos y platillos dentro y a cada nada sonaban haciendo que me estremeciera de agotamiento, fastidio y dolor.

—Estás un poco mejor del golpe—habla cuando llego hasta ellas—con un poco de maquillaje no se notará.

—Por ahora no pienso ocultarlo—me siento a su lado—sé que las personas pensarán que andaba discutiendo con alguien y me metieron un sartenazo.

—Empezarás a recorrer tu propio camino cuando deje de importarte tanto lo que otros piensen de ti—Jessica interviene en la conversación mientras baja por las escaleras acercándose a nosotras—si piensan que fue una pelea, no importa, si piensan que te caíste por torpe, tampoco importa, importa solo lo que sabes tu y un golpe se lo da cualquiera.

—¿Qué haces despierta?—le hablo cuando se detiene a mi lado?

—Te dije que te acompañaría a conocer los alrededores—me dedica una sonrisa ladeada mientras me abraza y por primera vez se lo devuelvo—así que vamos que se nos hace más tarde.

Salimos de la casa junto con Johana. Dejo que se adelanten un poco porque me estoy tomando mi tiempo en reparar todo lo que me rodea. Hay muchas casas lujosas, grandes jardines y vecinos que nos saludan con mucho entusiasmo.

Le escuché decir a Jessica que iríamos a un parque que está por aquí cerca.

Cuando llegamos, noto que hay muchas personas. Unas están entablando una conversación abiertamente, niños juegan en los columpios, adultos pasean a sus perros, y otras están patinando sobre una cancha de piso.

—Me gustaría aprender a hacer eso—señalo a la niña con los patines

Jessica y Johana se voltean a verme. En todo el camino no había formulado ni una sola palabra y al hacerlo se les hizo un poco extraño

—Hay un lugar donde te enseñan a hacerlo—habla Jessica—si quieres te puedes inscribir.

—Sí, me gustaría hacerlo—ellas asienten y tomamos asiento en un banco

Mientras Jessica y Johana hablan, yo estoy en otro mundo pensando en todas las cosas que me gustaría hacer ahora. Quisiera encontrar esa escuela de arte y tengo que poner en marcha mi plan de encontrarle una escuela a mi hermana. Sara me está intentando ayudar a conseguir una, pero dice que muchas quedan lejos de casa y tendría que llevarla en auto.

Heridas [1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora