"Mátenlos" gritó Antonin.
"Dispérsense" gritó Lupin.
Una batalla campal comenzó por el bosque, decenas de hechizos volaban en diferentes direcciones. Los gakis mostraban su experiencia y habilidad corriendo en zigzag logrando esquivar la mayoría de maleficios oscuros.
Christian corría moviéndose entre los árboles mientras estudiaba al enemigo y decidió acabar con los trolls de montaña al ser los más lentos. Se acercó a cada uno y congeló el tiempo para usar su ~agua perforante~ logrando separar las cabezas de sus cuerpos.
Antonin apretó los dientes de la rabia al ver que los trolls ya habían sido eliminados.
Los gakis se dividieron en dos grupos, cinco combatirían a los 20 mortífagos y los otros cinco a las diez maldiciones con ayuda de Lupin.
El bosque poco a poco comenzó a incendiarse por la cantidad de destrucción que comenzó a desarrollarse por el combate.
Lupin le pidió al gaki encargado del amuleto maldito que lo activara y entonces pasó; la bestia comenzó a aullar.
"¡Imposible! No hay luna llena" pensó Antonin y comenzó a ponerse nervioso cuando el hombre lobo corrió hacia él.
Lupin en su forma salvaje era muy rápido para los lentos hechizos que lanzaba Antonin, no se comparaba a enfrentarse al Shogun y fue capaz de esquivar todos los maleficios asesinos que le lanzaron.
De un zarpazo, Lupin le rompió el brazo donde Antonin sostenía su varita y luego con sus garras comenzó a cortar los tendones de las extremidades, luego lo noqueó de un puñetazo ya que lo iban a interrogar más adelante.
La situación poco a poco comenzó a controlarse cuando quince mortífagos ya habían muerto y ocho maldiciones ya habían sido exorcizadas, sin embargo, pronto comenzaron los problemas, las dos maldiciones que quedaban eran muy poderosas y mataron a cuatro gakis.
"Esas maldiciones pueden explotar lo que tocan de un toque" analizó Christian mientras esquivaba ambas maldiciones.
Tres gakis más murieron cuando las maldiciones gemelas comenzaron a atacar de forma coordinada.
Christian invocó a Rebellion cuando notó que los cinco mortífagos que quedaban decidieron ser kamikazes y conjuraron el fuego demoniaco a la vez con la intención de destruirlo todo.
"Arrinconen a las maldiciones, tengo una idea" gritó Christian.
Los tres gakis que quedaban y Remus en su forma salvaje comenzaron a tratar de hacer lo pedido, el lobo era el único que podía aguantar los toques explosivos de las maldiciones por su piel resistente a la magia aunque aún así dolía mucho.
Lupin era casi del mismo tamaño de las enormes maldiciones y con pura fuerza física estaba sometiendo a una maldición aunque le dolía tacto explosivo. Los otros tres gakis se encargaron de la otra maldición gemela con hechizos de mediana distancia.
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Harry Potter: La casa Noble y Ancestral Zoldyck
RandomDespués de una tragedia que cobra la vida de dos hermanos, una deidad misteriosa les ofrece una segunda oportunidad para renacer en un nuevo mundo. Dotados con habilidades mágicas de otro mundo, intentarán cambiar la historia ya escrita hacia una má...