10 de junio
Habían pasado prácticamente seis meses desde que Marta y Fina decidieran mantener una relación a distancia. Las cartas se hacían muy presentes, eran cartas llenas de amor y bonitas palabras que les servían a las dos para poder aguantar hasta la siguiente o hasta que pudiera haber una nueva llamada.
En Toledo, Marta estaba en la colonia a punto de finalizar ya su jornada laboral. Antes de marchar, volvió a abrir el cajón de su escritorio y sacó, de su agenda, un billete de avión con destino a París. No pudo evitar sonreir, anhelando lo que estaba por venir. En su última carta ya había informado a Fina que el 19 de junio partiría hacia París para estar una semana con ella. Una llamada de teléfono la devolvió a la realidad.
- Cariño, soy yo. Dijo su marido.
- Jaime... ¿Qué?..., ¿qué tal va todo? Preguntó la rubia, siendo consciente en ese momento del tiempo que hacía que no tenía ninguna noticia de su marido ni se había preocupado en tenerla.
- Todo va bien, mi amor. Te llamo para decirte que en dos días estaré ahí contigo. Acabamos de llegar al puerto de Barcelona. Podré estar unos cuantos días junto a ti. Me muero de ganas, mi vida. Hace mucho que no hablamos ni nos escribimos.
Marta no supo reaccionar ante aquellas palabras de Jaime. Se había acostumbrado tanto a su ausencia y a su nueva vida con Fina, aunque fuera en la distancia, que por momentos no recordaba que era una mujer casada.
- ¡¡Que buena noticia!! Exageró la rubia. - Me alegro mucho, Jaime. ¿Cuántos días podrás quedarte? El viaje a París le vino a la mente.
- ¿Aún no he llegado a Toledo y ya me preguntas cuando me voy a ir? Protestó Jaime.
- No, no... es que me gustaría hacer algo especial contigo y quería saber de cuánto tiempo dispondremos juntos. No sé, ir al teatro, a algún recital..., y necesitaria saber qué día sacar las entradas. Trató de disimular la mediana de los de la Reina.
- No lo sé, exactamente. Pero tú tranquila, creo que esta vez vamos a tener tiempo para hacer muchas cosas especiales. Marta, ahora he de colgar. Te veo en casa en dos días, lo estoy deseando.
- Yo también, Jaime. Y colgó.
Marta sabía que Fina se molestaría si, finalmente, no podía viajar a su lado. El miedo a perder a la morena se apoderó de ella con una angustia que le dificultó la respiración. Sabía que mientras Jaime rondara por casa y por la fábrica tendrían que vigilar mucho con las llamadas y las cartas. Éstas no podían caer en manos de cualquiera.
Todos esos pensamientos le generaron un pesado nudo en su estómago y en su pecho. Sin pensarlo más, se levantó, cerró la puerta del despacho controlando que ya no quedara nadie fuera de él, descolgó el teléfono y marcó un número internacional que ya se sabía de memoria.- ¿Diga? Respondió una voz de mujer que a Marta le volvía loca.
- Mi amor... Soy...
- ¡¡Hola cariño!! No esperaba tu llamada. Respondió Fina sin dejar terminar a Marta su saludo. ¿Qué pasa?, ¿no íbamos a volver a hablar hasta dentro de un par de días? Preguntó preocupada Fina.
- Sí, pero estaba deseando escuchar tu voz. Te echo tanto de menos, Fina.
- Y yo a ti también, mi vida. Pero a ti te pasa algo... Te conozco muy bien, Marta. ¿Qué te inquieta?
- A ti no te puedo mentir. Acaba de llamarme Jaime, está en Barcelona y en un par de días estará en Toledo. Marta no escuchó nada del otro lado del teléfono. - Fina, por favor, dime algo.
- ¿Qué quieres que te diga? Marta, llevamos seis meses planeando tu viaje a París, ¿ahora qué pasará?, ¿cuántos días se quedará en Toledo?
- No lo sé, mi amor, no me lo ha querido confirmar. Si no se va antes del día 19, no creo que pueda ir. Me hará preguntas y si habla con mi padre sabrá que no es necesario viajar aún a París por la cuestión de las ventas. Además, nadie entenderá que después de tanto tiempo sin vernos yo me vaya cuando él esté aquí. Fina, debo conservar las apariencias.
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SIEMPRE FUISTE TÚ
Fiksi PenggemarFina Valero con 13 años presencia el enlace de Marta de la Reina con Jaime Berenguer. No puede evitar que se le parta el corazón. Desde que tiene uso de razón ama a la mediana de los de la Reina. Con el paso de los años, ¿seguirá intacto su amor por...