Lugar: Finca Tsugikuni.
Tiempo: Hace 8 años - Era Sengoku.•|✧♪✧|•
- ¿Y Sumire? -preguntó michikatsu con curiosidad.
- Dijo estar enferma. Por lo que hoy yo estoy a cargo. -le respondió la mujer.
- ¿Enferma? ¿Dices que no vendrá?
- Si.
Pero para michikatsu eso no era suficiente, faltaba información. Eso explicaba porque su comida no sabia como a él le gustaba, no sabía feo, pero no era el mismo sabor.
- ¿Y porque no me lo dijo?
- Seguramente tuvo sus razones.
- Ella me lo cuenta todo.
- Talvez hoy no.
- Dime la verdad, Ito.
Ito hacia un esfuerzo bastante grande para no decirle la verdad a ese niño, ya tenía un tic en el ojo.
Era cierto que solo Sumire podía con esa cosa. Cualquiera ya habría renunciado de solo tenerlo un día. Y ella solo iba por la primera hora de la mañana.
Esto iba a ser malo.
- Ya le dije, no va a venir.
- ¿Porque?
- Porque está enferma.
- ¿Y porque no me dijo?
- ...No lo sé.
- ¿Y porque solo lo sabes tu?
- Eso le dijo a todas.
- ¿Y porque no a mi?
- (Si vuelve a preguntarme algo, lo mató. Sumire, te juro que lo mató.) -Grito mentalmente, ya tenia los dientes rechinando.
Si bueno, ella no era tan paciente con los niños. Solo Sumire y Kami-sama eran los únicos que soportaban a ese niñato.
Hasta Bahōn se había rendido con el niño, y eso que era de él.
- No tiene sentido, ella me lo dice todo. Talvez...me está mintiendo ¡y ya no trabaja aquí! -su cara se puso palida al decirlo- ¿Acaso ya no me quiere? O talvez no lo hizo y la secuestraron. ¿Pero quien y porque? ¿Ya no comeré rico? No es justo, ella me prometió Thangulu para mañana. No podía irse otro día...
- (Respira Ito, respira. Ese niño vale más de lo que piensas, lo necesitas vivo. Lo necesitas vivo, vivo. Vivo, vivo.) -se repetía.
Si aún no agarraba el plato de cerámica grande y se lo tiraba en la cabeza era porque Bahōn iba a matarla si ese niño tenía una sola herida de ella o de cualquiera.
Pero por favor, Kami. ¡Haz que se callé!
- Mira, niño. -oh, oh- No soy Sumire, no voy a aguantarte toda la tarde con tus preguntas. -se volteo y lo señalo. Michikatsu vio por segunda vez a un Dios de la guerra- Así que haremos esto, te vas a ir a entrenar, olvidarás por un segundo que Sumire existe y no vas a volver a preguntarme algo en toda la bendita tarde. Porque si te atreves a preguntarme algo de nuevo sobre ella voy a tomar esa linda katana que usas para entrenar, voy a abrirte la boca ¡Y te la meteré por la garganta hasta el estómago! ... ¿Fui clara?
¿Clara? ¿El que Michikatsu estuviera azul, frio y estático en su lugar sosteniendo con fuerza su yukata y temblando era estar claro.?
... Si, la verdad, si.
- ... yo_
- ¿Y bien?
- ... Aja. -asintió despacio.
- Bien -suspiro-, ahora a entrenar. ¿Alguna duda, niño? -al verlo negar lentamente sonrió- Muy bien. ¡Te vas! -y lo hecho.
Salió de la cocina como alma que lo lleva el diablo. Cuando se fue volvió a su labor de lavar los platos.
- Niños. -dijo- Es mejor criar tomates.
- ¿Y esos gritos? -pregunto otra de las Miles de criadas.
- Nada.
- ¿Le dijiste algo de Sumire?
- ¿Creés que soy tonta como para decirle al niñato que Sumire tiene su día libre hoy? -su sarcasmo provocó en la chica un escalofrío.
- ... Claro que no.
- Es mejor que crea eso, si se entera es capaz de ir a buscarla. Por Kami, ese niño es demasiado pegado a ella. -su tono sonaba a asco- Es ridículo, ni siquiera es su madre.
- Lo sé. No puedo entenderlo tampoco. Pero Sumire es la única a la que no a tratado de cortarle el pelo.
Eso la estremeció, obviamente una víctima de los berrinches del niño ese.
- Solo es un niño.
- ¡Un niño no te corta el pelo! ¡Que yo sepa a ti no te lo a cortado!
Eso era cierto.
- ... ¿Escuchaste algo de lo que dije?
- ...
- ...
- ..., No.
- Bien. -y volvió a lavar los platos.
- ...
- ...
- ... ¿No lo harías, verdad?
- Depende.
- ¡Ito!
- No es mi culpa que el mocoso sea demasiado preguntón.
- ¡Si pero lo último que puedes hacer es amenazarlo! ¡Y más con eso, estás loca!
- ¡Comprende, él me estaba volviendo loca!
- Sumire sabría que hacer.
- Es por eso que mejor vuelva pronto. -se alejo del lavabo y miro a la chica antes de salir- Porque de no volver, yo misma me encargo del niño.
Y salió. Y la chica ya estaba pálida. Sintió pena por el niño la verdad, y eso que actualmente lo odiaba por cortarle el pelo.
- (Por favor, Kami-sama. Trae a Sumire pronto, no creo que aguantemos tanto sin ella)
Ese niño era un oni en vida.
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Sangrienta luna de Amor ✿Michikatsu Tsugikuni✿
Fanfiction¿Que dirías si te mostrará como Michikatsu Tsugikuni hizo su propia historia de amor con su esposa? ¿De cómo logro tener descendencia humana luego de su transformación demoníaca? ¿O que tan hermosa era su mujer? Bienvenido a esta historia de amor y...