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Lugar: Casa saotoko

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- (¡Éstos kimonos son preciosos!) -grito internamente viendo las bellas prendas en las cajas de mimbre.

Aunque no pareciera, amaba los regalos que le llegaban desde que su boda había sido anunciada, incluso eso lo había olvidado por los mimos.

Siempre había pensado que con quién se casara le daría regalos y cosas de valor pero que le llegarán kimonos, joyas, cremas, perfumes era de otro nivel y no le desagradaba para nada.

Unas palabras de su madre que recordaba con claridad eran de orgullo y gusto, el como ella adoraba cada joya que se le daba riéndose y sonriendo.

Su madre era bastante hermosa por lo que a veces recordaba como por las calles le daban miradas algo discretas junto con algún cumplido por ahí de algún sujeto casado, su madre había sido hermosa pero poco conocida.

Y a ella, por primera vez, le alegro saber que su madre actuaba como ella ahora.

- ¿Feliz? -dijeron. Era Chinako.

- ...Un poco, es todo. -miro los kimonos- Son hermosos, ¿No lo crees?

- Lo son. Espero que te los pruebes pronto, sería de mala suerte que no usarás algo así de bello.

- Chinako, gracias. -le sonrió.

- Bueno, cuéntame. ¿La boda será pronto, o cuando se hara? -se sentó junto a ella cerca de sus atuendos.

- La verdad, no lo sé. -chinako se sorprendió- Ocurre que, mi prometido, no me lo va a decir.

- ¿Pero, porque?

- ...Dijo que quería que el lugar y día fuera una sorpresa, así que no sé dónde se hará. -nerviosa movia sus dedos jugando con la tela.

- Ya veo. ¿No te parece que se porta algo...? -alargo la oración. Como si quisiera encontrar las palabras adecuadas.

- Raro.

- ¡Iba a decir diferente! -kaīmi se rió.

- Pués para mí es raro.

- Eso es grosero, recuerda que sera tu marido pronto y... deberás honrarlo de ahora en adelante.

Kaīmi vio como Chinako volvía a ponerse triste, odiaba que a cada segundo, con cada palabra sobre la boda, se pusiera melancólica.

Necesitaba algo para aligerar el ambiente, después de todo deseaba que su mejor amiga no hiciera una locura en su boda.

- ...Estoy preparada. Práctice todo lo que pude en estas semanas, siento que puedo hacer esto sin arruinarlo. -Chinako volvió a verla. Se sentía orgullosa de ella, pero no feliz.

- ...Seguro que sí. ¿No creés que esto está yendo muy rápido?

- No tanto. Según Ashka-san estamos llendo de manera tranquila y los preparativos están asegurados. -Chinako estaba medianamente sorprendida, sabía que los matrimonios se debían hacer de manera rápida pero al parecer ella no tenía la práctica.

- Vaya, no lo vi así.

Siendo sincera Chinako dejo de tener experiencia cuando arruinó sus citas una por una, básicamente por estar cerca de sus hermanas como a ellas les llamaba.

Sangrienta luna de Amor ✿Michikatsu Tsugikuni✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora