Sangrienta luna de Amor ✿Michikatsu Tsugikuni✿

024

Lugar: Finca Tsugikuni.

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- ¿Ya se va a morir?

- Ya le dije que no, respete al menos. Por favor.

¿Alguna vez michikatsu amo a su padre?

Que simple respuesta, no.

No en esta vida, dudaba que en alguna en realidad.

Las visitas en su casa se iban a a quedar hasta que su padre dejara de sentir dolor en la cabeza, no sería preocupante sino fuera porque habia escupido sangre.

Pero si se moría le haría el mejor regalo de bodas.

- Solo preguntaba. No quería que te enojaras.

- Eso díselo a Ito. -y la señalo.

Casi se cae de cara cuando la vio llevarse algo del cuarto de su padre. La presencia suya no era necesaria más que la de él pero lo de ella era extremo.

Meterse algo en el kimono específicamente en la parte del pecho era algo que no esperaba ver, y sin resentimiendo se fue de ahi.

- ¡¿Que demonios hace esa mujer!? -grito/susurro.

- ...Lo que yo quisiera hacer.

- ¡Michikatsu!

- No hace daño soñar.

- ¡Malos pensamientos traen malas cosas!

- ¿Entonces porque tú marido aún no se muere?

- ...Por Kami.

Y se rindió. Hablar con ese niño era tratar con una mula.

La mula más terca que Kami pudo crear. Si es que existe.

Si bien era cierto que no le importaba Bahōn dependía de él que tuviera sus ingresos para su casa, así que si se moría tendría problemas.

En parte entendía que Ito estuviera haciendo eso, ¡Pero luego joder!

- ¿Dijieron algo los médicos?

- Creen que es mejor llevarlo a un centro, para observación. -se veía sería.

- Maldición, justo cuando empezaba a agradarme.

- ¿Es necesario el sarcasmo?

- Se llama, aligerar el ambiente.

- ¿No será, odio?

- Talvez.

- Por favor, no diga o haga algo que pueda arruinar esto. No más de lo que ya está.

- De acuerdo. Me contendre de desearle la muerte a mi padre. -dijo para luego irse.

Ya estaba a mitad del camino cuando se encontró con Ito, ambos casi se matan ahi mismo.

- Ito.

- Michikatsu.

- (Kami, por piedad) -suplico ella.