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Lugar: Casa Saotoko
Tiempo: Era sengoku—Era actual.

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Lo tenso del ambiente con el paso de los segundos se transformó en un ambiente frío, incómodo y difícil de explicar.

(Bueno solamente para el resto, Michikatsu, ahora, estaba bien)

Para él la chica frente a él era lo único que tenía su atención y por eso no prestaba atención al resto que estaban pálidos por lo que había dicho hace no más de 5 minutos. Kaīmi fue la primera en reaccionar apartando su mano de la contraria como si su tacto la quemará. Luego llegaron los adultos.

- …¿A-a ella? –dijo la mujer, se veía nerviosa y aún estaba pálida.

- Si. –respondio simple. El también había reaccionado cuando la chica había quitado su mano de la suya, más se sentía relajado y ya no le importaba mucho la tensión del lugar.

- Lo lamento… pero ella no está a la…venta. –lo último lo dijo aún más nerviosa cuando noto a la niña ponerle unos ojos entre molestos y suplicantes. Tenía que hacer algo.

- ¿Porque no? –fue lo único que dijo el joven.

- Ella…no entra en su categoría de edad. Es menor.

- …¿Por cuanto? –ese fue bahōn que (por primera en su vida) se encontraba suplicando que no fuera lo que el creía.

- ¡6 años! –respondio una de las chicas por ella. Tsuka pensó que con eso, perderían el interés.

- ¡! Solo 6… –a bahōn le regresaron los colores a la cara cuando lo escucho. Luego de su susto pudo permitirse seguir el rumbo de la conversación.

- Actualmente kaīmi tiene 9 años. No entra en ninguna categoría aún. –explico la mujer, la niña aún tenía una mirada suplicante pero mostraba algo de miedo por lo que estaba pasando.

- Está bien. –con eso bahōn se recompuso y miro a su hijo– ¿Estás seguro? –todas (literalmente) regresaron a verlo asustadas, ¿Que no le importaba?

- Si. Estoy seguro.

- ¡Pero…! ¡Es una niña aún! –grito tsuka, estaba desesperada porque dejarán esa estupidez de escoger a kaīmi.

- Eso no es un problema. –ante lo dicho por bahōn la expresión de la mujer mayor mostró enojo y ironía– ya se le a elegido.

- ¡No puede hacer eso!

- ¡Bahōn, ni siquiera lo pienses! –grito la mujer– ¡No puedes hacer esto!

- ¡Claro que puedo! –grito dando un puñetazo a la mesa provocando que a todos (a excepción de su hijo que estaba acostumbrado) les diera un susto por el golpe.

- Padre, tranquilo. La violencia es inecesaria. –su hijo trató de calmarlo. Cuando vio que este se relajaba vio de nuevo a la chica que había escogido: Bonita, ojos azules como el mar, cabello negro y un bono: era bajita.

Noto también su edad. 9 años. La edad en la que el había usado una katana por primera vez para matar a un jabalí. Pedido de su padre.

Sangrienta luna de Amor ✿Michikatsu Tsugikuni✿Donde viven las historias. Descúbrelo ahora