Capítulo 41. Reencuentros y confesiones (Parte 1)

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POV Lucía

— ¿Estás bien? —preguntó por tercera vez Max con signos de preocupación en su rostro. Sus ojos me miraban con tratando de descifrar lo que sentía y a su vez darme calma.

Hacía más de diez minutos que habíamos llegado al edificio donde vivía Charles y aún no me decidía a bajar. Me sentía entre abrumada por la culpa de la confesión que iba a hacerle y angustiada porque no sabía cómo lo tomaría él. Y, más que las reacciones hacia mí, me preocupaban de sobremanera cómo reaccionaría con Max. También pensaba en el hecho de que quizás esta podría ser la última vez que viera a Charles. Y de solo pensarlo dolía demasiado.

Cuando al fin tome valor, hable.

— Sí, es hora de irme.

Le sonreí a medias, tratando de ocultar todos los sentimientos que me embargaban y tratando de mostrarme segura. Aunque sabía que era en vano, el rubio me conocía perfectamente para engañarlo.

— Lucía, no trates de engañarme. Sé que esto es muy difícil para ti y tienes miedo, pero te aseguro que estarás bien. Charles, por sobre todo, te ama. Ve tranquila. Estaré esperando tu llamado, dijo, dándome una sonrisa segura y al fin bajé.

En mi camino, nunca deseé tanto que un ascensor nunca llegará a su piso de destino. Sin embargo, en menos de un minuto estaba ahí. Frente a aquel departamento en el que viví los últimos meses y en el que había hecho tantas memorias junto a su dueño.

Dudé, pero toqué el timbre decidida a enfrentar todo. A diferencia de lo que esperaba, otros ojos verdes fueron los que me recibieron. Un sonriente Arthur me abrazó, apenas me vio en la entrada.

— Cuñada— dijo aún pegado a mí e incitándome a entrar. —Te he extrañado demasiado, todos. Sé que siempre bromeo, pero esta vez hablo en serio— añadió liberándome del abrazo y mirándome serio para continuar lo que estaba diciendo.

— Sé que mi hermano es el peor idiota del mundo y jamás lo perdonaré por haberte hecho sufrir, pero él te ama en serio. Jamás lo había visto así por nadie. Por favor, resuélvanlo, ustedes se aman. ¿Sí? Hazlo por mí.

En mis planes no estaba ver a Arthur porque le había tomado demasiado cariño y ahora al escucharlo pensaba en que ¿tenía que despedirme del también? ¿Por qué todo era tan complicado? ¿Qué debería decirle? Cuando presentía que esto no saldría bien y que ya no volvería a ser su cuñada.

Decidí simplemente abrazarlo de vuelta, conteniendo las lágrimas. Él no lo sabía, pero quizás esta era nuestra despedida.

— Te prometo que hablaremos bien, sí, Thur.

Él me dio una mirada como si hubiese entendido mi mensaje. No le estaba asegurando nada.

— Entonces es hora de irme. Él está esperándote en su habitación. Estaba muy nervioso, por ello lo mantuve ahí. Ya sabes, por lo de sus ataques de ansiedad. Debe haber escuchado la puerta, así que, por favor, ve con él. Los dejaré solos.

Asentí y me dirigí a las escaleras. Mientras subía un nudo, creció en mi interior. Iba a tocar la puerta, pero antes de hacerlo esta se abrió, dejándome ver a Charles. Mi Charles. Sin siquiera darme tiempo a reaccionar, este me abrazó con tal fuerza que sentí la presión de sus brazos en mí. No podía mentirme: lo había extrañado. Lo abracé de vuelta y sentí su respiración acelerarse.

— Lu, mi Lu, ¿Eres real? —tocó suavemente mi rostro. ­—Lo siento tanto. Por favor, perdóname, fui el peor idiota del mundo. Te juro que

Sentí sus manos temblar en mi rostro y su respiración acelerarse. Me separé ligeramente de él con la intención de ayudarlo, pero me desmoroné al verlo. Estaba más pálido de costumbre y sus ojeras se marcaban. Sus ojos habían perdido ese brillo usual y estaban opacos.

Rewrite Our Story (CHARLES LECLERC /MAX VERSTAPPEN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora