Después de lo de Kelly, Max decidió quedarse un poco más conmigo acompañándome y, aunque ya me encontraba bastante recuperada, no me negué ante ello, ya que su compañía era muy agradable.Decidimos ver una película y ordenamos algo de comida china para comer.
— Colocaré mi película favorita - dije cogiendo el control y adentrándome en el menú, dejando a la vista la portada de la película.
— Por favor dime que no es una película de esas que te hacen llorar- dijo el rubio leyendo el título en la pantalla "Siempre el mismo día".
— Bueno... Vamos Max, es mi favorita - dije tratando de convencerlo, aunque parecía no gustarle la idea aún. Puse una cara de súplica tratando de lograr que aceptara.
— Está bien, tus ganas. Pero solo promete que no llorarás. No me gusta ver a la gente llorar y soy pésimo consolando.
—Siempre lloro, pero haré un intento, por ti— dije sonriéndole, aunque estaba segura de que no lo lograría.
Ambos nos sentamos en el sillón y puse play a la película. Tal como lo había pronosticado, termine llorando igual que las más de cuarenta veces que la había visto antes. Era inevitable. Sin embargo, el rubio no me juzgo por ello, solo sonrió resignado al verme apoyada en su hombro y trato de consolarme a su manera dándome ligeros toques en mi cabeza. No supe en qué momento me quedé dormida, ya que la película era algo extensa.
POV Max
Estaba tan centrado en la película que no había notado que Lucía se había quedado profundamente dormida en mi hombro. La acomodé perfectamente en el sillón para que no tuvieras molestia al despertarse y la observé detenidamente. Tenía los ojos rojos de todo lo que había llorado. Siempre creí que las personas que lloraban por las películas eran algo absurdas, ya que nada era real, pero al verla a ella así, supe que quizás estaba equivocado y si tenían razón aquellos que decían que realmente algunas cintas podían transmitir grandes emociones. Me encontré a mí mismo, sintiendo un nudo en mi interior al ver el desenlace final.
En mi mente quedo el mensaje de las oportunidades perdidas.
No pude pensar más en ello debido a que el sonido de la puerta abriéndose se hizo presente.
De inmediato me puse de pie y vi a un Charles apresurado ingresar. Parecía preocupado, aunque sinceramente no le creía.
—¿Qué haces aquí? —dijo extrañado al verme.
— Hola, Charles, ¿Cómo estás? ¿Qué tal tus vacaciones? — dije sarcástico, ya que ni se había tomado la molestia de saludarme, además de que estaba muy enfadado con él por haber dejado así a Lucía. Pudo haberle pasado algo peor.
—Porque más estaría aquí —dije, mirándolo seriamente.
— ¿Dónde está ella? —dijo ignorando todo lo dicho por mí, aunque lo vi más serio de lo común. Solo le señalé con la mirada el sofá.
— ¿Puedo saber qué es eso tan importante que te hizo dejarla sola? - pregunté esta vez yo.
—Mira Max, te agradezco que hayas estado para ella, pero no tengo que darte ninguna explicación —dijo caminando en dirección a donde se encontraba Lucía, pero me interpuse en su paso.
—¿Sigues haciendo lo mismo? – le pregunté y, por su mirada, supe que sí era lo que pensaba.
— Hasta cuando maldita sea vas a seguir en ello. ¡Abandonaste a tu novia enferma!- dije retándolo con la mirada. ¿Qué hubiera pasado si ella empeoraba? Te has puesto siquiera a pensar en eso o lo único que te importa es...
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Rewrite Our Story (CHARLES LECLERC /MAX VERSTAPPEN)
Fanfic¿Olvidarías al amor de tu vida? Lucía Hernández despierta en día en un cuarto de hospital sin recordar el último año de su vida. Lo que debería ser un simple accidente se torna caótico cuando se entera de que Charles Leclerc, el famoso piloto de Fó...