Randy (Trilogía La Apuesta I)

7

—¡No me mires! —gritó el hombre. Bajé la mirada a sus zapatos que eran unas botas de piel de serpiente y punta. Esto no está pasando, esto no está pasando, esto no está pasando. Me repetía como un mantra.

—Estaremos bien. Solo no hagamos algo estúpido —susurró a mi lado Angie con miedo. Su piel estaba pálida igual que la mía. Me tomó la mano apretándola fuerte y le devolví el gesto.

—¡Llenen las bolsas de dinero! —la voz de otro hombre gritó, me imaginé que estaban apuntando a los cajeros para llenarla. Me atreví a levantar la mirada para mirar. Un hombre estaba pasándose entre nosotros, mientras otro estaba en la entrada mirando que no llegara la policía. Otros tres estaban sacando el dinero de las cajas. Todos eran altos y robustos, visualicé que el que me había gritado hace un momento que no mirara, llevaba un tatuaje de serpiente cuando inclinó su cuello. La serpiente rodeaba a su cuello como si lo estuviera asfixiando terminando la cabeza de ésta debajo de su clavícula.

—¡Hey, te dije que no miraras! —el hombre caminó hasta mí. Sentí el pánico dentro de mí. Me van a matar y no volveré a ver a Angie ni a mis padres, ni a Emma.

El hombre tomó mi cabeza en sus manos y la empujó al piso, haciendo que un dolor se extendiera en toda mi cabeza, estaba segura que algo dentro se había roto.

—¡Hey! —la voz de Randy me sobresaltó. Se me había olvidado que seguía aquí. —No la trates así —su voz estaba llena de ira. No me atreví a mirar, porque mi vista estaba borrosa y me dolía donde el monstruo ese me había golpeado.

—¡¿Qué?! —gritó el hombre que parecía enojado. —¿Me acabas de gritar, bastardo? —sentí que Randy se levantaba de mi lado, pero estaba comenzando a perder la conciencia.

—Becky ¿estás bien? —la voz de mi hermana empezó a sonarme lejana. —¿Becky?

—Si. Lo acabo de hacer, y no soy ningún bastardo, idiota —su voz fue fría y calmada. Parecía estar retándolo a algo que sabía que el otro no podría hacer. Los pasos del hombre se acercaron a él, al menos eso fue lo que pude ver antes de que me dejara llevar por la oscuridad.