Al día siguiente, me levanté con una sonrisa en la cara. Cuando Randy se fue anoche, me pidió quedarse conmigo a dormir. Tuve que decirle que se fuera, porque estaba segura en decirle que sí. Me dijo que vendría hoy en la mañana, para desayunar conmigo.
Me metí al baño y minutos después de salir y vestirme, me tomo las pastillas para el dolor y me miro al espejo, ayer no lo quise hacer porque tenía miedo de cómo me veía. Ahora me arrepiento de verme, porque veo moretones en mis pómulos y una cortada en la frente que tardará en desaparecer.
Cuando bajo, encuentro a Jamie en la cocina ayudando a Angie a preparar el desayuno.
—Ya se levantó la princesa. —Dice una vez que entro a la cocina con ellos, sonrío y le doy un abrazo.
—Ya no soy una niña —alza las manos hacia arriba.
—Para mí lo sigues siendo, —pongo los ojos en blanco. —Buenos días, —me acerco a mi hermana.
—Buenos días, —dice —¿Volviste con Randy? —pregunta una vez que me tiene en la mira. Alzo las cejas que pueden llegar hasta el nacimiento de mi cabello, está siendo algo indiscreta. —Lo siento, es que hablaron mucho anoche. Quería saber. —Se encoge de hombros.
—Bueno...—el timbre suena y me he salvado de mi interrogatorio. Corro a abrir y una vez que lo tengo en mis brazos, lo dejo entrar y lo dirijo a la cocina con mi hermana y Jamie.
—Buenos días, —Saluda. Mi hermana y Jamie se giran para verlo.
—Buenos días, Randy. —Responde mi hermana.
—Buenos días, —Jamie se acerca a él y le estrecha la mano como el saludo de hombres. Me alejo de ellos al momento que comienzan a charlar de fútbol y voy hacia mi hermana.
—Eso responde todas mis preguntas. —Dice mi hermana, le sonrío y tomo el cuchillo para terminar de hacer la ensalada.
—No puedo creer que hicieras eso. —Trato de sofocar una risa, pero fracaso
—Lo sé, fue algo vergonzoso. —Responde Jamie. Hace un momento nos contó que una vez tuvo que besar a un hombre, por una apuesta que hizo y perdió. Todos en la mesa reímos.
Fredy y Emma, se quedaron a desayunar porque llegaron justo en el momento correcto, estábamos pasándola bien. Todo volvía a ser normal para mí.
—¿Y tú? ¿Qué es lo más vergonzoso que hayas hecho? —Me preguntó Randy.
Me quedé pensando. Mi vida no era tan genial que digamos, no me atrevía a desafiar ninguna ley o poner en riesgo mi vida. Lo único arriesgado que he hecho, es estar en una carrera de autos con Randy y Miguel, cuando me acordé de él, me di cuenta que era el único que no había venido a visitarme.
—Entonces, ¿Quieres compartir tu momento más vergonzoso con nosotros? –—la pregunta me llegó y disipé los pensamientos de Miguel.
Le di una sonrisa tierna y dije: —Todos saben que no soy la chica más extrovertida aquí en la mesa. Pero si hay algo de lo que no podré olvidar, es la vez que me equivoqué de uniforme en la escuela. Era lunes, por lo cual consistía llevar el uniforme tradicional de todos los días que eran una camisa blanca y una falda gris de cuadros, pero se me olvidó revisar mi horario y llevé el uniforme de física. —Mis mejillas se tornaron de rojo, otra vez recordando ese día. —Era homenaje y todos vestían el mismo uniforme, siendo yo la única persona vestida de azul —escuché varias risitas bajas, y miré a todos en la mesa. Recordaba ese día como si fuera hoy, pero esta vez me reí de mí misma, había sido mientras cursaba la secundaria.
—¿En serio? —preguntó divertido Randy.
—Si. Todos se burlaron ese día, llamándome punto azul —Confesé.
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Randy (Trilogía La Apuesta I)
RomanceBecky junto con su hermana mayor han representado a sus padres en las fiestas que a estos invitan, que por cierto, son demasiadas. Ella tuvo un novio a los 16, y de ahí, no ha vuelto a tener otro. A sus 18 años, vive encerrada en su propio mundo de...