RANDY
Tenía años que nadie me importaba en la vida, hasta que llegó ella. Becky, era tan diferente a las chicas, con las que trataba. Era una chica fuerte, educada, inteligente, y directa cuando algo o alguien la frustraban. Pero, sobre todo, era una chica difícil de tratar. Lo que me llamó la atención de ella, fue que no les gustaban mucho las relaciones, y se alejaba del mundo para meterse en el suyo. No entregaba todo, al menos que estuviera segura de que no la lastimarían. Era casi igual a mí, en el aspecto de que no le interesara compartir su vida con otra persona.
Me sorprendí al encontrar una foto de su hermana y ella conmigo y mi hermano, hacía tiempo que no recordaba como era de pequeño Walter. Hacia una pregunta tras otra, que me fue difícil abrirme y decirle todo sobre mí. No estaba acostumbrado hablar de mí, y mucho menos que las personas me conocieran profundamente y es lo que ella quería, pero no podía dejarla entrar en mi vida. Estaba equivocado, ya lo había hecho cuando le propuse la apuesta.
Después de irme de su casa fui con Mael y le dije que me metiera a una carrera de motos, necesitaba urgentemente esa adrenalina y peligro que se apoderaba de mí cuando corría, porque sabía que estaría poniendo en peligro mi vida y solo la suerte podía salvarme de la muerte, si es que todavía tenía alguna. Sinceramente, mi vida me importaba poco, sobrevivía por las carreras y mi amigo. Esas dos cosas hacían mi mundo, pero nada me hacía sentir que valiera la pena seguir respirando. Todo lo que alguna vez me importó se esfumó en un abrir y cerrar de ojos, a nadie le importaba y nadie me importaba. No era lo suficiente bueno para hacerlos quedarse.
Cuando Becky comenzó a preguntar sobre mi familia, sentí que le interesaba saber sobre mí y mi familia, lo quería saber todo y yo no quería dejarla hacer eso. No podía permitirme que alguien se interesara en mí y que me importara alguien. No creo que valiera la pena para ella, nadie lo hacía.
Cuando la encontré en el bar que frecuentaba varias veces con Susy y Mael antes de conocer a Becky, me enojé conmigo mismo por ser tan idiota como para dejar que ella me viera en esa posición tan comprometedora.
Sabía que era un gilipolla, pero no quería que pensara tan mal de mí, su opinión me interesaba y eso me molestó. Había creído que se fue con Mael y Emma, pero no era así. Se asustó un poco al decirle que ellos se habían ido sin ella, pero lo supo disimular muy bien. Cuando miró a Susy pude ver en sus ojos que no le caía nada bien, vio mi mano en el muslo de ella y quise quitarla, pero algo dentro de mí me decía que debería alejarla. No era para ella y ella tampoco para mí. Ya no quería la apuesta con ella, ya no quería llevármela a la cama. La miré con la mandíbula apretada, cuando el chico de atrás de la barra le entregó su bebida alcohólica y ella le guiñó el ojo ¡estaba coqueteándole enfrente de mí! Apreté fuertemente mis puños para no estampar la cara del imbécil con la barra.
Ella se despidió de nosotros diciendo que iría a bailar con quién la invitara. La iba a comenzar a regañar delante de Susy, no me importaba si le molestaba, pero no quise hacerlo para no verme tan celoso, aunque era como me encontraba. Golpearía a quién se me pusiera enfrente.
Ella caminaba extraño. Estaba borracha lo pude saber, no sé cuánto alcohol había ingerido antes de que yo llegara, pero si la dejaba sola iba a cometer estupideces o alguien se aprovecharía en su estado. La minifalda que llevaba dejaba a desear a cualquier chico tenerla en su cama, pero solo estaría en la mía, de eso me aseguraría. ¿Qué me estaba pasando con ella? ¿Por qué me importaba tanto? Creo que necesitaba un sostén. Me estaba convirtiendo en niñita. Me hubiera dado igual con cualquier chica, pero ella hacía algo dentro de mí que ninguna chica pudo hacer en todos estos años con las que me acosté. Mi polla se endurecía tan solo verla, cosa que ni las prostitutas hacían conmigo ¿Qué estaba haciendo esta enana conmigo? Al paso que iba, ya no iba a poder follar con cualquier chica, me tenía calado.
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Randy (Trilogía La Apuesta I)
RomanceBecky junto con su hermana mayor han representado a sus padres en las fiestas que a estos invitan, que por cierto, son demasiadas. Ella tuvo un novio a los 16, y de ahí, no ha vuelto a tener otro. A sus 18 años, vive encerrada en su propio mundo de...