Una nueva misión había sido encomendada para Chihiro, y ahora se encaminaba en dirección a la montaña Natagumo.
La noche era fría, más de lo que quisiera, así que mientras caminaba, no dejaba de abrazarse a sí misma para mantener el calor.
Al llegar a la montaña, podía sentir que el ambiente se volvía más pesado con cada paso que daba, como si la oscuridad misma la rodeara y la empujara a estar más en guardia. Empuñó el mango de su espada con fuerza, preparándose para cualquier cosa que pudiera pasar.
A medida que avanzaba, la tensión en el aire parecía aumentar. Sabía que algo no andaba bien, que estaba cerca de una presencia maligna.
De repente, un demonio de gran tamaño con cabello largo y blanco se lanzó hacia ella desde la espesura de la noche. Sin embargo, Chihiro, con su agilidad natural, esquivó el golpe con facilidad al dar un salto hacia atrás. Cuando por fin pudo ver bien a su atacante, no pudo evitar hacer una mueca de disgusto: el demonio tenía literalmente una cara de araña.
—Qué asco —murmuró, apenas logrando reprimir su repulsión.
El demonio, imponente y con un cuerpo robusto, se mantuvo frente a ella, su presencia abrumadora llenando el aire de una tensión sofocante. Chihiro sabía que no estaba enfrentando a un demonio común; este era el Padre Demonio Araña, un ser de poder considerable y con una piel tan dura como el acero.
El demonio la miró con sus ojos múltiples, llenos de odio y maldad. Sin previo aviso, lanzó un ataque con una de sus enormes manos, intentando aplastarla. Pero Chihiro, con la agilidad que la caracterizaba, se deslizó hacia un lado, evitando el golpe que destrozó el suelo donde ella estaba.
—Respiración del Cisne, Primera Forma: Gracia Deslumbrante —anunció, su katana moviéndose en un arco rápido y fluido mientras se lanzaba hacia el demonio.
La espada chocó contra el brazo del demonio, pero en lugar de cortar a través de su carne, rebotó como si hubiera golpeado una roca. Chihiro frunció el ceño, retrocediendo rápidamente antes de que el demonio pudiera contraatacar.
—Así que eres más resistente de lo que pareces... —murmuró, su mente analizando rápidamente la situación.
El demonio araña rugió, avanzando hacia ella con una velocidad inesperada para su tamaño. Sus golpes eran brutales, cada uno con la fuerza suficiente para destruir un árbol de un solo impacto. Chihiro esquivaba y paraba cada ataque, pero sabía que solo estar a la defensiva no sería suficiente. Necesitaba encontrar un punto débil, algo que pudiera penetrar esa piel tan dura.
—Respiración del Cisne, Segunda Forma: Plumas al Viento —invocó, desatando una ráfaga de cortes rápidos y precisos, intentando encontrar un punto vulnerable.
Pero cada golpe que lanzaba parecía ineficaz, la espada apenas arañaba la dura piel del demonio. A medida que continuaba la batalla, Chihiro podía sentir la creciente frustración. No era una cazadora común, era una Hashira, pero este demonio estaba resultando más difícil de lo que había anticipado.
El Padre Demonio Araña la atacó con una furia renovada, lanzando una de sus extremidades hacia ella en un intento por atraparla. Chihiro saltó hacia atrás, evitando por poco el agarre, pero el impacto de la extremidad al caer en el suelo creó una onda expansiva que la hizo tambalearse.
—No puedes huir de mí, humana... —gruñó el demonio con una voz grave y amenazante.
Chihiro recuperó su equilibrio, su mente trabajando a toda velocidad. Sabía que no podía seguir peleando de esta manera; tenía que cambiar de estrategia. De repente, recordó algo que había aprendido durante su entrenamiento, un punto débil que incluso los demonios más fuertes tenían.
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𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧 𝗦𝗧𝗢𝗥𝗬 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗦𝗪𝗔𝗡 ||Kimetsu No Yaiba||
FanfictionEn una época llena de oscuridad y peligro, Chihiro, una Cazadora de Demonios con habilidades excepcionales, se enfrenta a retos que la llevan a explorar tanto su pasado como el legado de su clan. A medida que profundiza en la historia de su familia...