Capítulo 27

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Después de la intensa batalla, Chihiro fue llevada a su finca para recuperarse. La finca, ubicada en un lugar tranquilo y rodeada de naturaleza, se convirtió en su refugio. A medida que se extendía la noticia de su condición, varios Kakushi fueron enviados para ayudar en su recuperación, no solo como parte de sus deberes, sino también porque muchos de ellos admiraban a Chihiro y querían asegurarse de que estuviera bien.

Los Kakushi cuidaban de ella con dedicación, asegurándose de que recibiera los tratamientos adecuados para aliviar el dolor y acelerar la curación de sus heridas. Aunque su cuerpo se encontraba debilitado por la batalla y el veneno demoniaco que había afectado sus fuerzas, Chihiro mostraba una increíble resistencia y determinación para recuperarse.

Durante las primeras semanas, su rutina diaria era simple. Los Kakushi le preparaban baños con hierbas medicinales para calmar sus músculos doloridos y desintoxicar su cuerpo. También se aseguraban de que recibiera una dieta nutritiva, rica en nutrientes, para recuperar su energía. Chihiro pasaba horas meditando en los jardines de la finca, permitiendo que su mente se relajara mientras su cuerpo sanaba. Las largas caminatas por el bosque cercano la ayudaban a recuperar su fuerza física, aunque al principio le costaba mantener el equilibrio y se cansaba fácilmente.

A medida que las semanas pasaban, Chihiro comenzó a retomar su entrenamiento. Los Kakushi, siempre atentos, vigilaban sus progresos y ajustaban el nivel de dificultad de los ejercicios según su estado físico. Empezó con ejercicios suaves, centrados en restaurar su flexibilidad y movilidad. Practicaba katas lentas y precisas, enfocándose en la respiración y en la conexión entre su mente y su cuerpo. A pesar de que sus movimientos eran más lentos de lo habitual, no permitía que la frustración la abrumara. Sabía que el camino hacia la recuperación sería largo, pero estaba decidida a recorrerlo.

Con el tiempo, sus entrenamientos se volvieron más intensos. Chihiro incorporó ejercicios de resistencia, levantando pesas y realizando ejercicios de agilidad. Volvió a blandir su espada, sintiendo cómo la fuerza regresaba a sus brazos. A medida que se fortalecía, retomó sus ejercicios de velocidad y precisión, volviendo a ser la guerrera ágil y letal que siempre había sido.

Los Kakushi la observaban con respeto y admiración, impresionados por su disciplina y determinación. Chihiro no solo se estaba recuperando físicamente, sino que también estaba refinando sus habilidades. Cada día era una oportunidad para fortalecerse, no solo en cuerpo, sino también en espíritu. Sabía que, aunque había sobrevivido a la batalla, las pruebas aún no habían terminado. Había aprendido a no dar nada por sentado y a seguir adelante, sin importar las dificultades.

Finalmente, después de meses de esfuerzo constante, Chihiro se sintió lista para volver a la acción. Aunque su cuerpo tenía cicatrices y su mente aún guardaba recuerdos de la batalla, había logrado superar los desafíos de la recuperación. Ahora, estaba preparada para enfrentar lo que viniera, más fuerte y determinada que nunca. Los Kakushi, que habían sido testigos de su recuperación, también sintieron una renovada motivación al verla levantarse una vez más, lista para continuar su lucha.

 Los Kakushi, que habían sido testigos de su recuperación, también sintieron una renovada motivación al verla levantarse una vez más, lista para continuar su lucha

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𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧 𝗦𝗧𝗢𝗥𝗬 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗦𝗪𝗔𝗡 ||Kimetsu No Yaiba||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora