Chihiro estaba en el bullicioso mercado, moviéndose entre los puestos con la determinación de reunir todos los ingredientes necesarios para la próxima comida en su finca. Mientras seleccionaba cuidadosamente las verduras frescas, los cortes de carne y otros elementos esenciales, no podía evitar que sus pensamientos volvieran a la cita con Kyojuro.
Aunque su exterior mostraba una sonrisa serena, internamente había estado muy atenta a cada detalle de su comportamiento. Notó cómo él disfrutaba de cada bocado, sin mostrar preferencias específicas, siempre exclamando con entusiasmo: "¡Qué delicioso!" antes de seguir comiendo. Era evidente que Kyojuro no era exigente con la comida, pero Chihiro no podía olvidar lo que él le había contado sobre su plato favorito desde el día en que se conocieron. Esa información se había quedado grabada en su mente, y estaba decidida a prepararlo a la perfección.
Mientras elegía cuántas cajitas de dango llevar, Chihiro se permitió un momento de reflexión. Visualizó la sonrisa de Kyojuro al recibir su plato favorito, imaginando cómo sus ojos brillarían con alegría. Sin embargo, justo en ese instante, un escalofrío recorrió su cuerpo. La sensación fue rápida, pero intensa, y no dejó una buena impresión. Era como si una sombra invisible se hubiera deslizado a su lado, dejando un rastro de incomodidad que le hizo fruncir el ceño ligeramente.
Chihiro se detuvo un momento, mirando a su alrededor con una mezcla de precaución y curiosidad. No vio nada fuera de lo normal entre la multitud que iba y venía, ocupada en sus propios asuntos. Pero aquella sensación persistente la puso en alerta, como si algo o alguien la estuviera observando desde lejos. A pesar de su naturaleza analítica, no pudo encontrar una explicación lógica para lo que había sentido.
Sacudió la cabeza, intentando disipar la inquietud que se había instalado en su pecho.
Quizás solo estoy cansada.
De regreso en su pequeña finca, Chihiro se dedicó a acomodar con esmero todos los ingredientes y provisiones que había comprado en el mercado. Su cocina, aunque modesta, ahora estaba llena de colores y aromas frescos, lista para la preparación de una comida especial. Sabía exactamente lo que iba a cocinar: el plato favorito de Kyojuro. Mientras organizaba las verduras, la carne, y las especias, sus manos se movían con la precisión y la seguridad que caracterizaban a su espíritu meticuloso.
Entre sus compras, había un delantal nuevo que había adquirido en el mercado, un capricho que había decidido darse, pensando en lo útil que sería para cocinar. Sin pensarlo demasiado, se lo puso, ajustándolo alrededor de su cintura y alisando el tejido con las manos.
Mientras lo hacía, un pensamiento inesperado cruzó su mente: la imagen de Kyojuro viéndola con ese delantal. Se sorprendió a sí misma sonriendo ante la idea, imaginando su reacción. ¿La miraría con esa chispa de admiración y asombro que tantas veces había visto en sus ojos? Sin darse cuenta, su atracción por él parecía ir en aumento, con una rapidez que la desconcertaba un poco.
Chihiro no era alguien que se enamorara fácilmente. Su corazón, aunque capaz de sentir con intensidad, solía mantenerse reservado, protegido tras muros de autocontrol y disciplina. Pero cuando esos muros caían, como estaba empezando a suceder con Kyojuro, nada podía detener el torrente de emociones que se desbordaba.
Recordó su enamoramiento por Uzui, cómo lo había idealizado durante tanto tiempo, sólo para enfrentar la dolorosa realidad de su rechazo. Después de aquello, se había sumergido en su entrenamiento con una determinación feroz, usando cada minuto para fortalecerse y distanciarse de ese amor no correspondido. Ahora, Tengen era alguien que prefería no ver, ni siquiera en pintura. Así era su forma de protegerse, de seguir adelante.
Sin embargo, Kyojuro era diferente. Su calidez, su energía, su capacidad para iluminar cualquier situación con su mera presencia, estaban comenzando a desarmarla. No podía evitar sentir que, esta vez, las cosas podrían ser distintas. Y, aunque el miedo a ser herida de nuevo seguía latente, había algo en Kyojuro que le daba esperanzas, que la hacía querer correr el riesgo.
Mientras se miraba en el pequeño espejo de la cocina, con el delantal puesto, notó que esa sensación inquietante que había sentido en el mercado seguía presente. Era un malestar sutil, pero persistente, como una sombra que se negaba a desaparecer. No podía explicarlo, pero sabía que no era una simple paranoia. La sensación había crecido, envolviéndola en una nube de incertidumbre que no podía ignorar.
Chihiro se quitó el delantal, tratando de sacudirse la incomodidad. Sabía que tenía que estar en guardia, pero también que no podía dejar que esa sensación arruinara lo que tenía planeado.
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𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧 𝗦𝗧𝗢𝗥𝗬 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗦𝗪𝗔𝗡 ||Kimetsu No Yaiba||
Fiksi PenggemarEn una época llena de oscuridad y peligro, Chihiro, una Cazadora de Demonios con habilidades excepcionales, se enfrenta a retos que la llevan a explorar tanto su pasado como el legado de su clan. A medida que profundiza en la historia de su familia...