Capítulo 17

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Cuando Chihiro y Tanjiro llegaron a la residencia Rengoku, vieron a un joven barriendo la entrada. Chihiro sintió un nudo en la garganta al reconocerlo; era Senjuro, el hermano menor de Kyojuro, cuya semejanza con él era impactante. Instintivamente, Chihiro se llevó una mano a la boca, tratando de ocultar sus ganas de llorar. La visión de Senjuro avivaba el dolor que aún no había sanado.

Tanjiro, al notar lo conmocionada que estaba, decidió adelantarse para hablar con el joven.

—Estamos aquí para decirte algo importante —dijo Tanjiro con una reverencia respetuosa—. ¿Escuchaste la noticia? Tengo un mensaje que está dirigido especialmente para ti y tu padre, Senjuro. Hemos venido a dárselos.

Senjuro levantó la vista, sus ojos reflejando una mezcla de tristeza y esperanza.

—¿Es sobre mi hermano? —preguntó, su voz temblorosa—. Si es así, estoy consciente de lo que pasó, pero... —sus palabras se desvanecieron al notar el estado de Chihiro—. ¿Ella está bien? Está pálida...

Antes de que pudiera obtener una respuesta, una voz grave y llena de amargura interrumpió la escena.

—¡Lárguense! —gritó el padre de Rengoku, saliendo de la casa con una expresión hostil. Era como ver a Kyojuro, pero su mirada carecía del calor que caracterizaba al difunto Pilar de la Llama. Chihiro sintió que sus piernas flaqueaban al ver la intensidad de su rostro.

—Sea cual sea el mensaje, seguro son puras tonterías —continuó el padre, con desprecio en su voz—. Miren lo que le pasó por volverse un Pilar y ser tan débil. Es obvio que moriría, era un inútil. Kyojuro no fue más que un hijo inepto. El talento de una persona se define al nacer, solo algunos nacen con ese don. El resto son gente ordinaria, no son nada más que basura y escoria. Kyojuro era de esa gente, no tenía ningún talento. Por eso no me sorprende que muriera.

Senjuro bajó la mirada, sus ojos llenándose de lágrimas, incapaz de soportar las palabras de su propio padre. Chihiro sintió una oleada de protección hacia el joven y, sin dudarlo, se apresuró a abrazarlo. Tanjiro, indignado, se enfrentó al hombre mayor.

—¡Está insultando la memoria de su hijo! —exclamó Tanjiro, la ira evidente en su voz.

Pero antes de que la discusión pudiera continuar, el padre de Rengoku atacó a Tanjiro con una llave rápida, derribándolo al suelo. Senjuro intentó detener a su padre, pero recibió un golpe que lo hizo caer junto a Tanjiro. La furia de Chihiro creció, y sin pensarlo, sacó una navaja, apuntando directamente al cuello del hombre.

—Aléjese de ellos —dijo Chihiro, su voz firme y helada. La amenaza en su tono era clara, y el padre de Rengoku, sorprendido, retrocedió, liberando a Tanjiro.

Sin embargo, la tensión no se disipó. En medio del caos, comenzaron a discutir sobre la Respiración Solar, pero Chihiro apenas prestaba atención. Su enfoque estaba en Senjuro, que permanecía en el suelo, sus pequeños hombros temblando por la tristeza y el miedo. Chihiro se acercó a él, tratando de consolarlo mientras el padre seguía insultando a Tanjiro.

De repente, el hombre mayor volvió a golpear a Tanjiro varias veces, dejando a Chihiro al borde de la intervención nuevamente. Pero antes de que pudiera actuar, Tanjiro, en un movimiento rápido, le dio un cabezazo al padre de Rengoku, derribándolo al suelo junto con él.

El silencio que siguió fue pesado, lleno de tensión y emociones contenidas. Chihiro miró a los dos hombres en el suelo, el corazón aún latiendo con fuerza por la ira y la tristeza. Senjuro estaba de pie, con lágrimas aún rodando por sus mejillas, mientras Tanjiro, a pesar del dolor, se levantaba con dificultad.

Chihiro se arrodilló junto a Senjuro una vez más, rodeándolo con sus brazos en un intento de protegerlo de la cruel realidad que su propio padre había creado. Pero en ese momento, supo que no solo estaba protegiendo a Senjuro, sino también aferrándose a los últimos vestigios de la conexión que tenía con Kyojuro. Y esa conexión, aunque dolorosa, era lo único que la mantenía firme en un mundo que había perdido gran parte de su luz.

𝗦𝗘𝗖𝗥𝗘𝗧 𝗦𝗧𝗢𝗥𝗬 𝗢𝗙 𝗧𝗛𝗘 𝗦𝗪𝗔𝗡 ||Kimetsu No Yaiba||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora