Capítulo 14

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Capítulo 14:

La noche cubría las tierras de Iwagakure como un manto oscuro cuando Itachi y Naruto se infiltraron en la aldea enemiga. Sus pasos eran silenciosos, cada movimiento calculado con precisión para evitar ser detectados. Su misión era arriesgada, pero crucial.

Al adentrarse en las instalaciones subterráneas de Iwagakure, encontraron una tecnología sorprendente. En una sala de alta seguridad, descubrieron equipos avanzados: paneles de control, máquinas zumbantes y tubos llenos de líquido en el que se desarrollaban cuerpos en diversas etapas. Naruto, con los ojos abiertos en asombro, observó cómo las máquinas trabajaban sin cesar.

—Esto es... —murmuró Naruto, incapaz de procesar lo que veía.

—Tecnología que no debería estar en manos de un ejército en guerra —respondió Itachi, examinando los dispositivos con una mirada crítica—. Esto no es obra de Iwagakure. Alguien más está detrás de esto.

Mientras avanzaban por el laboratorio, encontraron documentos esparcidos por las mesas que confirmaron sus peores temores. Orochimaru, el traidor de Konoha, había establecido una alianza con Iwagakure, utilizando su conocimiento oscuro para realizar experimentos atroces.

—Orochimaru... —dijo Naruto, su voz cargada de rabia—. Sabía que no se podía confiar en él, pero esto...

—No solo ha traicionado a Konoha, sino que ha utilizado su genio perverso para crear estas abominaciones —agregó Itachi, su rostro tenso mientras observaba los resultados de los experimentos.

En una celda cercana, encontraron un embrión creado con la combinación genética de Itachi y Naruto. Era un monstruo de ciencia, una mezcla que no debería existir. La furia de Itachi era palpable, y Naruto compartía su rabia.

—No podemos permitir que esto continúe —dijo Itachi, su voz grave—. Debemos detenerlo ahora.

Mientras inspeccionaban las celdas, encontraron a Tsunade Senju, la legendaria Sannin, debilitada y encadenada. Sus ojos se iluminaron al ver a Naruto e Itachi.

—Naruto... Itachi... —dijo Tsunade, su voz débil pero llena de gratitud—. Orochimaru me obligó a crear estos embriones. Me amenazó con matar a Nawaki si no lo hacía.

Naruto y Itachi se miraron con determinación.

—Vamos a sacarte de aquí y rescataremos a Nawaki. Lo prometo —dijo Naruto, rompiendo las cadenas de Tsunade con esfuerzo.

Acompañados por Tsunade, avanzaron hacia las celdas donde se encontraban varios niños que habían sido sujetos de experimentos. Con el corazón apesadumbrado, decidieron rescatarlos también, asegurándose de que tuvieran un futuro mejor.

Al regresar a Konoha, encontraron a Jiraiya desmayado y gravemente herido cerca de la aldea. Tsunade, a pesar de su propio estado de debilidad, utilizó sus habilidades médicas para estabilizar a Jiraiya, con la ayuda de Sakura, quien se unió a la atención médica.

—Naruto, debemos seguir adelante con los planes —dijo Itachi, mientras observaba cómo Sakura y Tsunade atendían a Jiraiya—. La guerra no ha terminado, y aún tenemos mucho por hacer.

Naruto asintió, con la mente ocupada por las pruebas que aún debían enfrentarse.

En Konoha, Naruto e Itachi tomaron la decisión de adoptar a cuatro de los embriones experimentados que habían rescatado. Los niños fueron colocados bajo el cuidado intensivo de Tsunade y Sakura para asegurar su bienestar.

—Estos niños merecen una vida mejor —dijo Naruto mientras observaba los embriones en sus cápsulas—. Les daremos una infancia libre de guerra.

—Sí, les ofreceremos el futuro, los cuidaremos como nuestros hijos —añadió Itachi, con una mirada de firme determinación.

Días después, Naruto dio la orden a Kakashi, Obito y Rin para que destruyeran el puente Kannabi, una estrategia crucial para interrumpir el suministro de recursos a Iwagakure. El equipo partió con la misión de cortar el flujo de refuerzos y suministros al enemigo.

Durante la operación, Rin fue secuestrada por guerreros de Iwagakure. Obito, con el corazón en la garganta, se lanzó en su búsqueda, seguido de cerca por Kakashi.

El campamento de Iwa estaba bien defendido, con guerreros en estado de alerta máxima. Kakashi y Obito, al enfrentarse a ellos, desplegaron sus habilidades de combate con la espada. Kakashi, con movimientos precisos y ágiles, se enfrentaba a múltiples adversarios simultáneamente.

—¡No dejen que se acerquen al campamento! —ordenó el líder de los guerreros de Iwa.

Kakashi se movía con rapidez, su espada cortando a través de la formación enemiga. Bloqueaba ataques con habilidad, esquivaba golpes y contraatacaba con precisión. Un guerrero armado con una maza pesada intentó aplastarlo, pero Kakashi esquivó el golpe y cortó la maza en pedazos. Su habilidad para anticipar los movimientos enemigos le permitió mantener la ventaja.

—¡Obito, ayuda aquí! —gritó Kakashi, mientras mantenía a raya a varios guerreros.

Mientras tanto, Rin, estaba atada a un poste en el campamento enemigo. Obito, con la mente en blanco de preocupación, se enfrentó a los guardias que custodiaban a Rin. Usando su espada, logró eliminar a los guardias sin hacer ruido, asegurando que Rin estuviera a salvo.

—Rin, estamos aquí —dijo Obito mientras liberaba a Rin de sus ataduras.

Rin, agradecida pero temblando, se unió a Obito y Kakashi mientras luchaban para abrirse paso a través de las líneas enemigas. Con la ayuda de Kakashi, lograron escapar del campamento y destruir el puente Kannabi, completando su misión crucial.

Después de la destrucción del puente, decidieron descansar un poco, Kakashi cayó desmayado ante el dolor de su ojo perdido en una de sus recientes batallas y la energía que consumió en la batalla, Rin comenzó a descansar a su lado.

Obito hacía guarda cuando se encontró cara a cara con Hanzo, el líder de las fuerzas de Iwagakure. La batalla entre ellos fue brutal. Hanzo, con su espada larga, se movía con una fuerza imponente, atacando con golpes devastadores.

—¡No tienes oportunidad contra mí! —rugió Hanzo, su espada cortando el aire con fuerza.

Obito, con su espada corta, esquivó los ataques pesados de Hanzo, buscando una apertura. Utilizó su agilidad y estrategia para anticipar los movimientos de Hanzo, pero el líder enemigo era un combatiente formidable.

—¡No subestimes mi determinación! —dijo Obito mientras contraatacaba con una serie de cortes rápidos.

Hanzo, sin embargo, demostró ser un oponente implacable. Sus ataques eran implacables, y a pesar de la habilidad de Obito, Hanzo logró un golpe mortal. La batalla terminó con Obito gravemente herido, su vida desvaneciéndose mientras la victoria de Konoha se aseguraba. Kakashi abrió su ojo ante el relajo, vio a su compañero Obito desvanecerse.

—¡No...! —gritó Kakashi mientras veía a Obito caer, impotente ante la pérdida de su amigo.

Con el puente Kannabi destruido y la misión completada, Kakashi y Rin regresaron a Konoha, llevando consigo la dolorosa noticia de la muerte de Obito. La aldea estaba de luto, las calles silenciosas y las banderas ondeando a media asta en honor a los caídos.

Naruto, como Hokage, se dirigió a su pueblo durante una ceremonia de luto.

—Hoy honramos a aquellos que dieron sus vidas por nuestra aldea —dijo Naruto, su voz resonando en el silencio—. Su sacrificio no será olvidado. Viviremos cada día en su memoria, construyendo un futuro mejor para todos.

Itachi, a su lado, compartía el dolor y la responsabilidad. Juntos, miraron hacia el horizonte, sabiendo que la reconstrucción de Konoha sería un desafío monumental, pero estaban determinados a honrar la memoria de los que habían caído.

Enemigos Naturales (Itanaru)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora