Capítulo 4:
La noche caía sobre el bosque, envolviendo los árboles en sombras profundas. El cielo estaba despejado, con la luna llena iluminando el terreno con un resplandor pálido. El silencio era interrumpido solo por el crujido ocasional de ramas bajo los pies de los soldados de ambos clanes, que se movían con cautela a través del follaje.
Naruto Uzumaki lideraba a un grupo de guerreros Uzumaki en una misión de reconocimiento. Sus ojos azules brillaban intensamente en la oscuridad mientras avanzaban en silencio. Cada paso era medido, cada sonido registrado en su mente alerta.
—Sakura, ¿algún movimiento? —susurró Naruto, mirando a su amiga y compañera, que escaneaba el área con su aguda vista.
—Nada aún, Naruto —respondió ella en voz baja—. Pero debemos estar atentos. Los Uchihas son conocidos por sus emboscadas nocturnas.
Naruto asintió, su mandíbula apretándose—. No dejaré que nos sorprendan.
A poca distancia, Itachi Uchiha y su grupo también avanzaban sigilosamente a través del bosque. Itachi había elegido esta noche para una incursión, con la esperanza de ganar una ventaja táctica. Sus ojos oscuros escudriñaban cada sombra, buscando cualquier indicio de movimiento enemigo.
—Shisui, mantente alerta —murmuró Itachi a su primo, que caminaba a su lado—. Los Uzumaki podrían estar cerca.
—Siempre lo estoy, Itachi —respondió Shisui, una sonrisa apenas perceptible en su rostro—. Pero tienes razón, debemos ser cautelosos.
De repente, un ruido rompió el silencio de la noche. Ambos grupos se detuvieron, sus sentidos en alerta máxima. Naruto levantó una mano, indicando a sus hombres que se detuvieran y se dispersaran.
—¿Qué fue eso? —preguntó Kiba, otro de los guerreros Uzumaki, con los oídos aguzados.
—Podría ser una trampa —respondió Naruto en voz baja—. Estén preparados para cualquier cosa.
Al mismo tiempo, Itachi y su grupo también se detuvieron—. Algo no está bien —hablo el líder, su voz apenas audible—. Shisui, tú y los otros rodeen el área. Necesitamos saber qué estamos enfrentando.
El bosque, que había estado en silencio, estalló de repente en un caos controlado. Ambas fuerzas se encontraron en un claro, la sorpresa reflejada en los rostros de los guerreros. Espadas fueron desenfundadas y los primeros choques de acero resonaron en la noche.
Naruto se lanzó hacia adelante, su espada brillando bajo la luz de la luna. Con movimientos rápidos y precisos, derribó a dos guerreros Uchiha que se interpusieron en su camino—. ¡Protejan a los heridos y aseguren la retaguardia! —ordenó, su voz firme.
Itachi, por su parte, movía su espada con una gracia letal. Cada golpe era meticuloso, cada parry perfectamente ejecutado—. ¡No dejen que los Uzumaki se acerquen a nuestro campamento! —gritó, bloqueando un ataque de uno de los guerreros Uzumaki.
En medio del caos, Naruto e Itachi se encontraron una vez más. Sus miradas se cruzaron, y por un momento, todo lo demás desapareció. La tensión entre ellos era palpable, una mezcla de odio y algo más profundo.
—Uzumaki —dijo Itachi con una frialdad calculada—. ¿Nos volvemos a encontrar?
—Uchiha —respondió Naruto, su voz cargada de desafío—. Esta vez no escaparás.
Ambos se lanzaron al ataque, sus espadas chocando con una fuerza que resonó en el claro. Sus movimientos eran rápidos y precisos, un baile mortal bajo la luz de la luna. Cada golpe era respondido con una defensa igual de efectiva, sus habilidades en perfecta armonía.
Naruto atacó con una furia ardiente, su espada cortando el aire con fuerza—. ¡Esto es por todos los Uzumaki que han caído! —gritó, lanzando un golpe dirigido al corazón de Itachi.
Itachi bloqueó el ataque con un movimiento fluido, desviando la espada de Naruto—. Y esto es por los Uchiha —respondió, lanzando una serie de ataques rápidos que forzaron a Naruto a retroceder.
A su alrededor, la batalla continuaba. Sakura y Shisui se enfrentaban, sus movimientos igual de elegantes y letales—. Eres mejor de lo que pensaba —dijo Shisui, esquivando un ataque de Sakura.
—Y tú eres más rápido de lo que esperaba—respondió ella, su voz llena de determinación.
Naruto e Itachi continuaron su combate, ambos demostrando una habilidad y determinación inquebrantables. Aunque sus estilos eran diferentes, ambos guerreros eran igual de formidables.
—Admito que tienes talento, Uzumaki —dijo Itachi, respirando con dificultad—. Pero no podrás vencerme.
—Lo mismo digo, Uchiha —respondió Naruto, su pecho subiendo y bajando rápidamente—. Pero no dejaré que esto termine en empate.
Los dos se lanzaron de nuevo al ataque, sus espadas brillando bajo la luz de la luna. La fuerza de sus golpes hizo que las chispas volaran, iluminando brevemente sus rostros tensos y decididos. A medida que la batalla continuaba, ambos comenzaron a notar algo en el otro que iba más allá del mero odio.
En un momento de pausa, Itachi y Naruto se quedaron mirándose fijamente, sus respiraciones entrecortadas.— Eres bueno, Uzumaki— dijo Itachi finalmente—. Demasiado bueno para ser un simple enemigo.
—Lo mismo podría decir de ti, Uchiha —respondió Naruto, su voz suave pero firme—. Tal vez en otra vida podríamos haber sido... amigos, aliados.
La batalla entre ellos se reanudó, pero algo había cambiado. Aunque seguían luchando con la misma intensidad, ambos reconocían el talento y la determinación del otro. La rivalidad que los había llevado a este punto se había transformado en algo más complejo, una mezcla de respeto y odio que solo ellos comprendían.
Finalmente, la marea de la batalla los separó una vez más. Naruto se encontró rodeado por sus hombres, que lo guiaron hacia un lugar seguro. Itachi también se retiró, su mirada aún fija en el lugar donde había estado Naruto.
Mientras ambos clanes se retiraban para lamer sus heridas y prepararse para el siguiente enfrentamiento, Itachi y Naruto sabían que su rivalidad había alcanzado un nuevo nivel. La noche había demostrado no solo su habilidad y determinación, sino también la extraña conexión que los unía.
En el silencio del bosque, bajo la luz de la luna, ambos guerreros juraron que no dejarían que esta rivalidad terminara hasta que uno de ellos prevaleciera. Sin embargo, en el fondo de sus corazones, ambos sabían que su destino estaba entrelazado de una manera que aún no comprendían completamente.
ESTÁS LEYENDO
Enemigos Naturales (Itanaru)
Hayran KurguEn un mundo donde clanes guerreros luchan por poder y territorio, Itachi Uchiha y Naruto Uzumaki, dos hombres provenientes de clanes rivales, desafían el odio ancestral para forjar un vínculo que trasciende el tiempo. A lo largo de su vida, enfrenta...