Capítulo 33:
En el centro de un claro, rodeado por altos árboles y un cielo despejado, Haruki e Inami, junto con Shin, habían decidido entrenar intensamente ese día. Haruki, con su cabello oscuro cayendo en mechones desordenados sobre su frente, observaba a su oponente con una calma que solo venía de la experiencia. Frente a él, Shin, con su característica mirada seria y el peso de su herencia sobre sus hombros, se preparaba para la batalla que estaba a punto de comenzar.
Kabuto, quien había acompañado a Shin al claro, observaba desde la distancia. Kabuto no pudo evitar sentirse orgulloso al ver cómo Shin había crecido y mejorado en sus habilidades. Aunque todavía joven, Shin demostraba una tenacidad y un potencial que sobrepasaban cualquier expectativa. Sin embargo, el poder de Haruki no era fácil de subestimar. Como hermano menor de Hana y Saiko, había sido entrenado bajo los mismos principios rigurosos, y su dominio sobre el Mokuton, o la técnica de manipulación de madera, era sobresaliente.
—Prepárate, Shin —advirtió Haruki mientras sus manos realizaban un rápido sello. Al instante, raíces y ramas gruesas comenzaron a emerger del suelo, serpenteando hacia Shin como si fueran serpientes vivas.
Shin, con sus ojos rojos reflejando la luz del sol, esbozó una sonrisa desafiante. Aún con el miedo latente de no estar a la altura, no podía permitirse ser derrotado. Con un grito, levantó sus manos y el suelo bajo él respondió de inmediato. Estacas de madera salieron disparadas en todas direcciones, chocando contra las ramas de Haruki en una explosión de astillas y polvo.
Los dos niños se movían con agilidad, esquivando y contraatacando con una precisión que solo la práctica intensa podía otorgar. Haruki mantenía la ventaja, sus técnicas eran más refinadas y sus ataques más contundentes. Sus estacas y ramas parecían tener una mente propia, anticipando los movimientos de Shin y presionándolo constantemente.
Shin, sintiendo cómo la balanza se inclinaba en contra, sabía que debía hacer algo para nivelar el campo de batalla. Con un movimiento fluido, activó su Sharingan. Tres aspas giraron en sus ojos, brillando con un poder latente que aún no dominaba por completo. Con el Sharingan activado, el mundo a su alrededor se volvió más claro, más lento. Los movimientos de Haruki, aunque rápidos, parecían ahora más predecibles.
—Ahora es mi turno —murmuró Shin antes de saltar hacia adelante.
Utilizando el poder de su Sharingan, Shin comenzó a anticipar los ataques de Haruki con una precisión asombrosa. Las estacas de madera de su adversario eran desviadas o destruidas antes de que pudieran acercarse, y cada contraataque que lanzaba era milimétricamente calculado para presionar a Haruki.
Kabuto, observando desde su posición, no pudo evitar notar la transformación en Shin. Aunque Haruki seguía siendo superior en términos de técnica y experiencia, el uso del Sharingan le otorgaba a Shin una ventaja que comenzaba a equilibrar la batalla.
Los árboles alrededor del claro crujían y gemían bajo la presión de la intensa batalla. Ramas se rompían, hojas caían en una lluvia constante, y el suelo estaba cubierto de trozos de madera astillada. A cada momento que pasaba, la intensidad del enfrentamiento aumentaba, con Shin utilizando cada vez más su Sharingan para leer los movimientos de Haruki y lanzar contraataques más precisos y letales.
Finalmente, Haruki, jadeando por el esfuerzo, retrocedió unos pasos, con una sonrisa en su rostro.
—Eres más fuerte de lo que pensé, Shin. Pero no puedes depender solo del Sharingan.
Shin, también respirando con dificultad, mantuvo su mirada fija en Haruki. Sabía que tenía razón. El Sharingan era un arma poderosa, pero solo si se usaba en combinación con otras habilidades. Sin embargo, en su corazón, Shin también sabía que aún le quedaba un largo camino por recorrer antes de poder igualar completamente a los Uchiha Uzumaki.
—Lo sé —respondió Shin, con determinación en su voz—. Pero no me rendiré.
Kabuto, sintiendo el orgullo crecer en su pecho, se acercó a Shin y le dio una palmada en el hombro.
—Has hecho un gran trabajo hoy, Shin. Pero recuerda, el verdadero poder no viene solo de tus habilidades, sino de cómo las usas en conjunto con tu mente y tu corazón.
Shin asintió, sintiendo el peso de esas palabras. Mientras veía a Haruki e Inami conversar animadamente sobre la batalla, sabía que tenía mucho que aprender. Pero con la ayuda de Kabuto, y el ejemplo de sus hermanos, estaba decidido a volverse más fuerte, para un día no solo ser su igual, sino quizás, superarlos.
El entrenamiento en el claro había sido solo el principio. Con el Mokuton y el Sharingan, Shin sentía que estaba más cerca de alcanzar su verdadero potencial. Y mientras el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte, una nueva determinación se encendió en su corazón: no solo se convertiría en un guerrero formidable, sino que también encontraría una manera de liberar a sus padres de las garras de Orochimaru.
Con esa resolución, Shin se preparó para los desafíos que el futuro tenía reservado.
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Enemigos Naturales (Itanaru)
FanfictionEn un mundo donde clanes guerreros luchan por poder y territorio, Itachi Uchiha y Naruto Uzumaki, dos hombres provenientes de clanes rivales, desafían el odio ancestral para forjar un vínculo que trasciende el tiempo. A lo largo de su vida, enfrenta...